Quizás
porque en su momento, que yo había propiciado, no supe encaminarlo
adecuadamente, mi mujer volvió a comportarse como una estrecha, y ahora
con el tiempo estoy teniendo lo que me excita y con lo que fantaseo y
me provoca un gran morbo, y vuelvo a tener una mujer menos reacia y que
su deseo vuelva a desmadrarse, aunque no sea hasta el punto que te voy a
relatar que ocurrió.
Como te
decía todo iba sobre ruedas y no era tan estrecha, cuando hacíamos el
amor en los momentos álgidos le empezaba a decir guarradas: te están
tocando, te están tocando, un tipo se hace una paja, que polla tan
grande tiene... y luego con el tiempo le decía si le apetecía
chupársela y cosas similares y ella acababa siguiéndome el juego. Pero
al acabar, en frío, no quería ni hablar de eso.
Un
día fuimos a Coruña, y la convencí para que fuera sexy. No salió así de
casa, tambien tenemos familia, se cambió en el coche. Llevaba una falda
que, sin llegar a ser mini, era corta, de seda, de color naranja y una
camisa blanca de sisas amplias y escote sin cuello, que cuando se
agachaba dejaba ver sus tetas, y una chaqueta por encima.
Estuvimos
de vinos y picamos algo por los distintos bares. Como ella no suele
beber, dos vinos ya le afectan. Yo le tocaba el culo por encima de la
falda cuando no nos veía nadie, o incluso por debajo de ella. Al final
fuimos a una bolera a jugar, estaba en un sótano y había que bajar
bastantes escaleras sin curvas.
Enfrente
de los bolos había una barra y nos pusimos en la esquina mas distante
de la entrada, por ser mas discreta y estar alejada del grupo de gente
que había a su inicio y que conversaban con el camarero y de paso jugar
en la pista de bolos que teníamos enfrente.
Estábamos
muy contentos, pedimos un chopito de melocotón, tomamos dos o tres, y
como nadie nos veía yo le tocaba las nalgas y se las acariciaba y ella
no protestaba sino que participaba. Me animé y le subí la falda
doblándosela por la cintura, con lo que se convirtió en una mini.
Fuí a la
pista y eché las monedas para jugar los dos (eran de esas pistas con la
pelota pequeña de pasta sin agujeros). Cuando ella tiraba al agacharse
yo le veía su culito, y sus pequeñas braguitas, un tanga de color
salmón que se le metía entre las nalgas.
Nos
reíamos, nos besábamos, estábamos algo chispas. Como en el sitio de la
barra no nos veía nadie, le dije que se sacara el tanga y lo hizo... y
la estuve acariciando y volví a meter monedas en la máquina y pásmate,
jugamos una partida en que ella no tenía el tanga y yo le veía al
agacharse.
Cada
vez que a ella le tocaba tirar, yo me arrimaba al la barra para beber y
así poder verla bien, yo estaba empalmado como un burro. Cuando salimos
a continuación subió las escaleras delante de mí. ¡Imagínate la vista!
... Yo estaba como una moto.
Al salir a
la calle, ya se había bajado la falda pero seguía sin tanga, y fuimos
al aparcamiento a coger el coche en el subterráneo. La besé y le tocaba
el culo y las tetas... La verdad es que con el paseo ella decía "nos
pueden ver" y yo le contestaba que nadie nos podía ver porque no había
un alma.
Yo
empecé a fantasear y me imaginaba que alguien nos estaba observando y
llegué a desear que así fuera. Había oído que había un club de parejas
y decidí llevarla aprovechándome de la ocasión. La estuve convenciendo
y por fin aceptó y la llevé a ese sitio. Nos costó un poco encontrarlo,
íbamos despues de aparcar el coche como dos flanes.
Al
entrar en el club había una barra larga y al final unas cortinas que
daban paso a las mesas y a un lado una pista de baile rodeada por una
gruesa cortina. En la zona de las mesas no había nadie, y en la zona de
la barra había un señor en una mesa en un entrante que había en la
pared casi enfrente del final, cerca de la zona de parejas, y dos
chicos al principio de la barra hablando con la persona que llevaba el
club.
Yo
estaba como una moto y como dentro no había nadie le dije que era mejor
tomar algo en la barra y nos pusimos justo al lado de la entrada de los
reservados, de pie, y pedimos dos chopitos. El dueño nos los puso y
volvió a hablar con los de la entrada.
Yo
empecé a acariciarla por encima de la falda y como estaba desinhibida,
colaboraba, por lo que me animé y le metí la mano por debajo de la
falda para acariciarla mejor mientras la besaba, y acabé subiéndole la
falda .Quedó con todo su culito al aire.
Entonces,
me di cuenta que el señor que estaba en la mesa nos estaba viendo. Esto
me puso muy cachondo y me excitaba mucho mas aun. El señor se daba
cuenta que yo sabía que nos veía, y acabé diciéndoselo a ella. No me
creía, porque yo a veces le digo "nos están mirando" y es mentira, pero
miró y lo vio, entonces yo le dije que no se preocupara y seguimos.
Ella
estaba totálmente encharcada y excitada. LLevariamos así diez minutos y
empecé a picarla y a decirle que por qué no bailaba con el señor, y
ella decía que no, pero acabé convenciéndola con mi verborrea y con los
chopitos que tomábamos en una cantidad a lo que no estamos
acostumbrados.
Lo fue a
sacar a bailar, fueron a la pista, yo casi detrás, y estaban bailando,
pero el tipo no hacía nada. Llegué yo y la agarré por la espalda y
bailamos los tres, y yo le metía mano en sus tetitas y le levanté la
falda. El tipo jadeaba y le dijo "hazte una paja". Ella lo miró como
queriendo dar marcha atrás y entonces le di la vuelta, le acaricié sus
nalgas, le chupé las tetas y agarré la mano del individuo para que
tambien tocara sus piernas y sus nalgas. Yo estaba que alucinaba, ella
no protestaba.
El
tipo le volvió a decir "hazte una paja". Cogí, la senté en un sofá que
había allí en la pista y le dije "¿porqué no te tocas un poquito el
chocho?..., y ella empezó a hacerlo. El imbécil se sacó la polla y dijo
"tócate puta, tócate", entonces yo le dije que no era ninguna puta, que
era mi mujer, y el tío va y se corre de repente manchándose el
pantalón. Se mete la polla dentro y se escapa a toda prisa del local.
Nos
quedamos solos, pero seguimos en la pista bailando y haciendo
cochinadas muy placenteras y luego nos sentamos en las mesas a beber
algo. Me acuerdo muy bien, eran las dos y media, estábamos otra vez
bailando y a lo nuestro cuando me doy cuenta que había otra pareja
bailando. En ese momento, pensé "a ver si puedo cumplir mis deseos", y
cosa que nunca había hecho, fui arrimando a mi mujer hasta la pareja y
al poco tiempo el hombre le tocó las nalgas, ella dio un salto y se
separó, no se lo esperaba.
Por
fin la convencí, volví a la carga y nos tocaban, bueno, la tocaban a
ella. El tipo tenía experiencia y propuso cambiar de pareja, pero dijo
que su mujer no podía hacer nada porque tenía la regla, pero que nos
podía hacer disfrutar. Mi mujer como que no quería, pero al final
cedió.
Empezamos a
bailar y el tipo le empezó a intentar besar y a hacerle una paja y
entonces de repente, como si yo no existiera, daban vueltas bailando,
se tocaban, se besaban, le sacó la polla fuera, una polla torcida y
poco mas grande que la mía, y empezó a comérsela. Y yo sin poder hacer
otra cosa que no fuera acariciarle las nalgas.
Entonces
el tipo dijo que era mejor pasar a las colchonetas y desnudarnos, y
Carmen dijo que quería ir al water. Yo fui con ella y me dijo que no
quería hacer el amor con ese hombre, solo conmigo, aunque nos tocáramos
todos. Yo le contesté que podía disfrutar todo lo que quisiera mientras
a mi no me dejara de lado y estuviésemos juntos.
Nos
desnudamos, mi mujer se acostó y yo a su lado besándonos y tocándonos.
Despues empezamos a hacer un 69 y la otra chica por indicación de su
pareja tambien se puso a chuparme a mi y él empezó a tocarle la espalda
a mi mujer, a acariciarle las nalgas, a tocarle el culo, y mi mujer se
corría .
La
mujer de esa pareja se fue al water y yo seguía haciendo el 69 y el
tipo tocándola, paramos y Carmen se acostó boca arriba y entonces el
tío empezó a tocarle el clitoris y ella decía "¡¡¡¡qué me hacéis¡¡¡¡ me
corrro¡¡¡¡ me arde todo el cuerpo¡¡¡¡"... y el tipo empezó a chuparle
el chochito. Aquello era increíble...
Puse
a Carmen otra vez encima en otro 69 y el tío empezó a frotarle su polla
por las nalgas y yo veía como se acercaba a la entrada del coñito y al
principio solo lo tocaba arriba y abajo con el glande. Mi mujer
jadeaba, gemía como una zorra, yo me excité más y en un impulso, en la
posición en la que yo estaba, alargué las manos y le di al tipo en las
nalgas para que metiera su polla y la metió un poco.
Carmen
protestó y dijo que qué me había dicho antes. Yo le contesté que solo
la había frotado un poquito y que se relajase. Carmen volvió a chupar
mi polla y el tío se la enchufó y yo veía como le entraba y salía y mi
mujer se movía como una loca, echaba el culo para atrás, chillaba y
suspiraba como nunca la vi. Yo le chupaba el chocho y veía como le
estaba entrando la polla del tío, y la verdad estaba superexcitado.
Al
acabo de un rato la sacó, dijo que se iba a correr y su pareja le comió
la polla y la puta de mi mujer va y le ayuda y le come la polla y los
restos de corrida y yo mirándola, entonces mi mujer va y me besa y me
dice "prueba Manolitos" (el tipo se llamaba Manuel).
Se
fueron al water, y despues fuimos nosotros dos. Cuando volvimos a las
colchonetas, la mujer de la otra pareja, que casi no había participado,
por lo de la regla, se vistió y nosotros seguimos allí. Carmen se puso
a cuatro patas chupándole la polla y jadeando y yo intenté metérsela,
pero no era capaz, porque ella tenía las piernas muy abiertas y el culo
muy abajo, y en una de esas resbaló mi polla para su culo y ella dijo
"este maricón me la quiere meter por el culo".
Se salió de mi lado, se
sentó encima de él y empezó a follarse al tipo como una loca, lo comía,
decía "qué gusto, qué me haces...", yo nunca la había visto así.
A
partir de ese momento, yo no existía. Jodieron de todas las formas y yo
sin haberme corrido. Ella no hacía mas que cabalgarlo. Al final volví a
intentarlo, pues como el tipo se acostó boca arriba, yo aproveché para
meter mano a mi mujer e intentar metérsela, pero ella se puso a cuatro
patas perpendicular al cuerpo de ese hombre y empezó a chupársela de
nuevo y yo decidí ponerme detrás y penetrar su vagina, pero casi al
momento de hacerlo, se me escapó de nuevo y volvió a cabalgarlo como
una posesa diciéndole "qué polla mas gorda , qué dura, como me gusta,
aaaaaaaaaaaaahh...".
Quise
tocarle el clítoris, pero ella se pegaba tanto al tío que no me cabía
la mano y pasaba olímpicamente de mí y dejaba que el otro le chupara
las tetas, la besaba con unos morreos increíbles. Yo no puedo contar la
infinidad de orgasmos que ella tuvo.
Entonces,
como yo no había podido ni correrme, pues no había hecho nada, puse mis
piernas entre la cara del tío de rodillas intentando arrimar mi polla a
la boca de mi mujer, pero ella se agachaba para besarlo a él. Entonces,
quedé alucinado, el tío me lamió la polla y entonces mi mujer, la muy
zorra, le ayudó y sin más, me corrí.
Cuando
salimos de allí, le dije que qué bien se lo había pasado, mientras la
agarraba por la cintura y la besaba, y ella empezó a decir que no había
pasado nada de lo que yo decía, y que además yo era el culpable, que
ella no se acordaba... y discutimos.
Te
contaré próximamente la continuación de acontecimientos posteriores.
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