Contaba en mi relato que acabamos enfadados, porque mi mujer
decía
que no había hecho nada, que no era como yo le decía... Despues de muchas
discusiones y de varios días, reconoció que le había gustado mucho,
para al poco tiempo, negarlo de nuevo, yo me enfadaba y la insultaba y
la llamaba zorra puta...
Un día hicimos la paces y
estábamos echando un polvo de campeonato y
la trataba y la comía como el tipo que se folló, y empecé a
preguntarle, cuando mas cachonda estaba, y a decirle que no me había
importado que se lo hubiese pasado bien, que lo que me fastidiaba era
que lo negase, diciéndole que ella tambien sabía que le había gustado,
que a mí me gustará verla chillar como una loca y le
preguntaba :
- "De uno a diez, ¿como lo valoras lo que te gustó?.
¿Estaba bueno ese tío?. ¿Cuánto de uno a diez?".
Y decía :
- "¡¡¡10!!!".
Ella se estaba corriendo de gusto, teniendo un orgasmo criminal y yo
aprovechaba y seguía preguntando y empecé a decirle guarradas poco a
poco para acabar diciéndole :
- "¿El tío tenía una polla enorme?".
Y ella
jadeaba y contestaba :
- "¡¡¡Siiiiiiiiiiiiiiiiii!!!".
- "¿Como la tenía?. Dime...".
- "Enormeeeeeee".
- "¿Te gustaría volver a chupársela?".
- "Siiiiiiiii,
siiiiiiiiiiiiiii".
Yo tambien le decía :
- "Imagina que te toca, te toca el culo...
Mira, quiere metértela, que grande es, está torcida, te ve a follar...".
Y ella se corría de
pensarlo.
Cuando acabamos de echar el polvo, no volví a intentar sacar de nuevo el tema, no fuese a ser que volviese a las andadas y
volviéramos a
tener bronca, así que solo le sacaba el tema cuando follábamos.
Al cabo de dos semanas, mirando anuncios en internet, vi que en
Vigo había un club de parejas y decidí llevarla.
La convencí para salir con una faldita negra que tenía, muy corta, con
dos aberturas pequeñas laterales y una camisa de sisa con cuatro botones
y que se anudaba a la cintura con un nudo.
Nos bañamos juntos antes de salir y le afeité las ingles, bueno eso era
la idea inicial, la verdad es que le recorté el chochito tanto que solo
le quedó un triángulo encima del clítoris. Tambien le puse en la
nalga un tatoo de los phosquitos del crío de "un delfín".
Cuando nos vestimos, ella decía que no podía salir así a la calle porque llevaba las piernas al aire y por los laterales de la blusa se le
veían las tetas y lo mismo por el escote si se movía un poco, realmente
estaba de muerte, yo le dije que se pusiera por encima una falda de
licra que tiene por encima de las rodillas para salir de casa y que
luego se la sacase en el coche, y por encima de la camisa una
sahariana de media manga abrochada y así ya estaría tranquila.
Salimos de casa y ya en ruta, se sacó la falda de licra, aparcamos en
Vigo en subterraneo, porque yo no sabía exactamente llegar al club y
salimos a la calle, ella delante de mi. Mientras subía las escaleras
del parking... jo... que piernas y que culito...
De esta forma cogimos un taxi y una manzana antes de la dirección
nos bajamos. Ella iba como un flan y muy nerviosa, llegamos a la puerta del
club, llamamos al timbre y nos salió una chica de unos treinta y
tantos años. Bajamos unas escaleras y nos enseñó el local.
A mano izquierda una barra con taburetes y de frente sillas y mesas,
y a mano derecha en un ambiente diferente un espacio de unos diez
metros de lado, separado por unas plantas y los respaldos de los sofás que rodeaban ese espacio.
A mano derecha de este espacio había
una cortina y se pasaba a la pista de baile, al fondo otra puerta con
cortinas y pasabas a las colchonetas, y a la derecha de la cortina de
entrada de la pista había una cortina que separaba la pista de unas
mesas que estaban enfrente de la barra en la que solo estaban los tíos
que entraban solos. Lo cierto es que la barra estaba llena de tíos.
Entramos y nos sentamos en los
sofás corridos que estaban de
espalda a las mesas del fondo de la entrada, nosotros estábamos de
espalda pero si mirábamos de lado veíamos la barra.
Pedimos la consumición, nos sirvieron, le dije a mi mujer que se sacara
la sahariana, estaba tan nerviosa que le temblaban las piernas y se
fue a hacer pis.
Cuando volvió a sentarse, le empecé a meter mano, a besarla y a
tocarle el culo, que ya se le veía con solo sentarse. La empecé a besar,
la incliné boca arriba encima de mis rodillas y nos besamos como
locos.
Al cabo de un rato aquello se fue llenando de gente y yo veía como se
sentaban, por el rabillo del ojo, ella ni se enteraba incluso alguna
pareja se sentó al lado, ella se quiso sentar, al hacerlo vio la
gente y se quedó cortada, yo le mentí diciendo que tampoco me había
enterado, y quiso ir a bailar. Allí aun no había gente y yo le amasaba
las cachas por debajo de la falda y se las ponía al aire.
Le dije que se sacara las
bragas, me las guardé en el bolsillo y
seguimos en la faena, y la fui arrimando a las cortinas que separaban de
las mesas de enfrente de la barra, girándome, y bailando al mismo
tiempo que la besaba y le tocaba las cachas o le tocaba el chochito. Lo
hacía de tal forma que separaba la unión del medio de las cortinas,
cuando ella estaba de espaldas a ellas, con lo que los tíos de la barra
y los que estaban bebiendo en las mesas la vieran.
Hice esto varias veces y ella no se percataba, pero yo veía como los
de las mesas la veían y separaban un poco las cortinas cuando ella no
lo veía. ¡Se pusieron morados!.
De repente se empezó a llenar la pista de parejas, se fue arrimando
alguna y un tío le tocó las nalgas, ella pegó un brinco y dijo de
sentarnos.
Nos sentamos y casi estábamos solos, bebimos, nos metimos mano, fuimos
a mear y después de un rato largo volvimos a la pista.
Había dos o tres parejas y pasamos a las colchonetas, que estaban a
rebosar de gente jodiendo, con lo que volvimos a la pista. Bailamos y nos
achuchamos un poco y nos sentamos otra vez a beber.
Cuando nos sentamos empecé a meterla mano y se fue calentando, le
dije que me enseñara el chocho, separó las piernas y se le veía todo.
Yo
tenía sus bragas en el bolsillo y le empecé a hacer una paja, en esto
que viene el dueño, un tal Luis, a hablarnos, se sienta al lado mi mujer, que estaba cortada, y yo le
decía que estuviera tranquila, que allí no la conocía nadie
y le seguía metiendo mano, tocándole el chocho, y el dueño hablándonos como si nada.
En eso, le digo yo a mi mujer
que cerrara los ojos, ella no quería pero al final lo hace y
la toco suavemente, ella pega un brinco con un chillido y los ojos
abiertos diciendo que quien la estaba tocando, yo le contesté que era yo, que
no se pusiera así, y el dueño confirmaba mis palabras. Entonces la
volví a tocar igual que antes diciendo:
- "¡Ves como era yo!, ¿luego no eres capaz de distinguirlo?.
Cierra los ojos".
La volví a tocar diciéndole ¿me notas? y ella
decía que sí, pero con voz temblorosa.
La verdad estaba encharcada, el chocho era un lago
Le hice señas al otro retirando yo la mano y le tocó el chocho y los
labios suavemente, y cuando retiro la mano le dije a mi mujer:
- "¿Quien
te tocó?".
- "Tuuu".
- "¿Estás segura?".
La volví a tocar y abre los
ojos y me ve, los vuelve a cerrar y la toco diciendo:
- "Que chochito mas cachondo tiene mi mujer, ¿verdad
Luis?", y el tío decía que sí, y empieza a tocarla. Cuando saco yo la mano y beso a mi chica,
abre los ojos y protesta.
Yo le digo:
- "Si no notaste quien fue, y
sino, a ver si adivinas".
Empezamos los dos a hacerlo despues de las protestas iniciales, y le dije:
- "Abre los ojos", y vio como
la tocaba el dueño. Despues dijo :
- "¡Quiero ir a bailar", y se
puso de pie. Yo, sentado como estaba, la agarré y le dije que me
enseñara el tatuaje, entonces le levanté toda la falda, la toqué y dije
:
- "Mira Luis que chulo es, ¿está bien puesto?".
Y el tío le pasa las manos por las nalgas diciendo:
- "Es un
tatuaje muy bonito, tienes unas nalgas
preciosas... que suaves".
Yo, por si acaso hay una
reacción extraña por parte de ella, me levanto,
la beso y el tío mientras tanto la sigue tocando. ¡Yo estaba como una moto!, y
luego nos fuimos a bailar, y el dueño a la
barra.
Bailamos casi en bolas, la pista estaba vacía, todos estaban follando
dentro, la arrimé a las cortinas de antes y nos pusimos a follar de
pie, ella de espaldas a las cortinas pero haciéndolas abultar hacia las
mesas y yo intentando separarlas mientras masajeaba sus cachas sin
conseguirlo. Pero un avispado de las mesas separa un poco la
cortina, y yo separé una mano de su culo, con lo que el tío empezó a
sobárselo y los demás miraban con ojos saltones. Ella gemía con el polvo y no se si se enteraba o no.
Despues nos fuimos a sentar, pedimos otra consumición y la tía que las
trae nos pregunta si queremos conocer a un tío. Yo sin esperar digo que si,
pero dentro de un rato.
Dejo pasar unos segundos, digo que voy a mear, y le digo a la camarera
que venga un tío pero si tiene una polla gorda y grande. Me siento y
no le digo nada a mi mujer. Vuelve la camarera a preguntar si queremos
que venga el tío y le digo bueno que venga, mi mujer protesta un poco y
yo la convenzo de que solo charlaríamos un poco y que no iba a pasar
nada.
Vino el tipo, se presenta muy formalito, nos ponemos a hablar, no
pasa nada y empiezo a sobarla otra vez y a decirle
al tipo :
- "Mira que chochito, ¿te gusta?".
Le hago una paja a mi mujer
y le digo al tipo :
- "¿Quieres?".
Y el tío empieza a tocarla mientras yo la
pajeo. Le saca las tetas fuera y se las besa, las toca, las chupa, y yo de
nuevo empalmado como una estaca y mi mujer corriéndose y gimiendo pero
intentando reprimirlo.
Propuse ir a bailar y fuimos
los tres, yo por
delante y el tío por detrás frotándose, pero sin sacar la polla. Yo me
la saco e intento metérsela pero me resbala, nos sentamos en un sofá
que había en la pista y seguimos. Me acuesto y le digo a mi mujer :
- "¡Quiero comerte el chocho!".
Y ella se pone a cuatro patas encima de mi
y empiezo a chuparle el clítoris mientras le agarro y acaricio la
espalda, el tipo se pone tambien a tocarla y se saca la polla. ¡Dios, que
pollla!.
Le saco la blusa y la falda y nos quedamos en bolas, me pongo
a comerle el chocho y a decirle :
- "¡Mira que polla tiene,
tócasela!".
Se la coge y empieza a
meneársela.
- "¡Chúpasela!", le digo, y se la agarra con la boca
rápidamente
diciendo :
- "¡Siiiiiii, que gorda!".
- "¿Te gusta?".
- "¡Siiiii, me gusta muchooo....",
berreaba como una cerda.
Al poco rato cambiamos de
posición, me senté en el sofá, a ella la puse de pie enfrente de mi y le dije:
- "Chúpamela a mi un poco", y se agachó para chupármela con la otra polla
en la mano. Estaba como una posesa.
- "Quiero tocarte el chocho y
así no puedo, estírate pero no dejes de
chuparme", y lo hizo, con lo que yo le tocaba el coño, y su culo quedaba
mas alto, que era lo que yo pretendía. Ella seguía con la polla del tío
en la mano gimiendo como una puta y el otro acariciándola.
Le tiré de
una mano al tío para que se pusiera detrás de mi mujer y lo hizo
lentamente, tocándola con las manos y besándole el cuerpo hasta ponerse
en posición frotándole la polla y metiéndosela. ¡Que chillidos dio
mi mujer tan pronto le metió la polla el tio!. Empezó a chillar como
una cerda.
Otra vez era una puta cerda, guarra, se
corría de un orgasmo en otro,
temblaba, saltaba, gemía, y decía :
- "¡Como me gusta!, ¡que
polla!, ¡que grande!, ¡este si que sabe follar!".
Por miedo a que volviera a pasar lo de la otra vez, me levanté y la puse
apoyada con las manos en el sofá
y se la enchufé yo, pero ella se movía intentado coger la polla del
tío,
con lo que volvimos a cambiar de posición, me senté yo, la puse a ella
de espaldas a mi sentada encima y seguí follándola y el tipo con la
polla a la altura de su boca, ella chupándosela y tocándole los
huevos... Casi se ahogaba, chillaba tanto que se debía oír
en todas partes. ¡Hablaba igual que una puta!.
Como era normal, entraron algunos de los mirones de la cortina y a ella
ya le daba todo igual, la tocaban, le masajeaban el clítoris y ella
estaba en la gloria.
Con tanta excitación, me
corrí, pero le pasé una mano alrededor de la
cintura para que no se escapara ,malos recuerdos que tiene uno, un tío
le metió dos dedos en el chocho y ella ale a seguir chillando mas.
En esa postura el tío se pone de rodillas, la
empieza a besar, ella responde como una ninfómana y se la mete.
- "¡Esto es una polla!, ¡que
grande!, ¡como la siento!, ¡que me haces!".
Y va uno de los mirones, le mete un dedo en el culo y ella a chillar
mas.
El tío dice
- "¡Me corro!", se sale, se la mete en la boca y se
corre. Cuando acaba, ella sigue chupando y luego le saca la mano al
mirón
con una mirada de asesina, se pone de pie y dice :
- "Vamos a sentarnos".
Yo le digo que bueno, y quiere coger la
ropa, la cojo yo y le digo
que nos fuéramos, y me la llevo en la mano
para que venga en bolas detrás de mi para los asientos, ella no quería, pero al final lo hace, con lo que ya la ve todo el mundo.
Quiere
vestirse en los asientos para ir al water y le digo que vaya así para
no mancharse... y tambien lo hace, y el tío cabron me dice:
- "¡Que buena está tu mujer!,
¡que suerte tienes de tener una puta así!",
y varias cosas mas en el mismo tono :
- "Como la mama tu puta, que
estrechito es el coñito de la zorra, menuda puta...".
Vino mi mujer, se vistió, me
pidió
las bragas pero no se las di, salimos para la calle atravesando el
local y yo tocándole el culo con una mano y ella empezando a protestar
diciendo que la iban a ver.
Ya en la calle, no hice comentario alguno, anduvimos unos 200 metros,
doblamos la esquina y un poco mas adelante paré un taxi para que nos
llevara al parking que quedaba lejos y como ella ya iba como una
mojigata otra vez, al poco de sentarnos la arrimé hacia mí en asiento de
atrás, con lo que quedaba en el medio, le separé las piernas y el pobre
viejo taxista no sé como no quedó bizco mientras conducía mirando
por el espejo retrovisor el chocho de mi estrecha mujer.
Email.
|