Hola:
Siempre hay
un suceso que cambia por completo nuestras vidas, para mejor o para
peor, en mi caso para mejor.
Mi nombre
es Melisa, y mi marido se llama Oriol pero lo llamamos Ori tenemos
alrededor de treinta años. De vez en cuando salimos con algunos amigos,
de copas, cena, discotecas, lo normal para nuestra edad. Creía que era
normal, asta que reencontré a una amiga, que hacia unos años que no nos
veíamos.
Comenzó
todo una tarde de verano, estando de compras en unos almacenes,
coincidimos en una de las secciones, yo no la reconocí, fue ella que me
llamo
- Pilar
- Oye perdona, ¿tu eres Melisa?, que se
casó con Ori.
- Melisa
- Si y tu.., no me digas, tu eres
Pilar.
- Pilar
- Si.
Nos
abrazamos de contentas con un fuerte beso en la mejilla.
-
Pilar
- Que es de tu vida.
-
Melisa
-Bien.
-
Pilar
- Y Ori.
-
Melisa
-También
-
Melisa
-Y tú.
-
Pilar
- Separada, el cabrón me dejo por otra a los
pocos meses.
-
Melisa
-Lo siento chica.
-
Pilar
- No lo sientas, es mejor así.
-
Pilar
- Tienes tarde Melisa, tomamos algo y hablamos,
tendremos muchas cosas que contarnos.
-
Melisa
-De acuerdo, llamo a Ori que llegare mas tarde.
-
Pilar
- Conoces algo por aquí.
-
Melisa
-Si hay una granja a dos calles, podríamos merendar allí.
-
Pilar
- Perfecto.
Como antaño
se dieron del brazo y se encaminaron a la granja.
-
Melisa
- Pilar que es de tu vida.
-
Pilar
- Come te dije, separada, no te contare la
separación porque lo pase muy mal.
-
Melisa
- Lo siento.
-
Pilar
- No lo sientas, porque me lo paso muy bien,
ahora me doy cuenta de que lo nuestro era muy monótono, fue un cabrón
la manera que me dejo, pero tendría que agradecérselo, por lo bien que
me lo paso.
-
Melisa
-Cuenta, Cuenta.
-
Pilar
- Estuve unas semanas sin apenas salir, a pesar
de que me llamaban algunos amigos de vez en cuando para tomar unas
copas, no quería saber nada de los hombres.
-
Pilar
- Veía la tele, leía mucho, asta que un fin de
semana cayó en mis manos una novela contando las infidelidades de los
hombres casados.
-
Pilar
- En locales de masajes, saunas de relax, etc.
-
Pilar
- Una de las mujeres al saberlo, se enfado
muchísimo, reflexiono, y decidió, hacer lo mismo, poniéndole los
cuernos a su marido con el que le apetecía.
-
Pilar
- La novela me engancho, la termine en un fin de
semana, la volví a leer, y leer.
-
Pilar
- Decidí salir de mi encierro, estar unos años
jugando con los hombres, disfrutar de ellos, convertirme en un zorrito,
me lo paso muy bien.
-
Pilar
- Y tú, con Ori como lo llevas.
-
Melisa
-Bien
-
Pilar
- Este bien no me gusta nada, explícate.
-
Melisa
-El matrimonio va bien, pero me entere que el frecuenta un local de
masajes, ya sabes de estos que
-
Pilar
- Y tú que piensas hacer.
-
Melisa
-Que quieres que haga, nada, ya le pasara.
-
Pilar
- O sea que permites que tu marido folle con
otras, y tú te quedas en casa, y no haces lo mismo.
-
Melisa
-Si es que lo quiero mucho, no quiero separarme de el, si se lo dijera
no se que pasaría.
-
Pilar
- Mujer para que tengas una aventurilla de vez en
cuando no pasa nada, además si se entera siempre puedes echarle en cara
los masajes.
-
Melisa
-No creas que no ha pasado por mi mente, pero no sabría que hacer, a
donde ir, me da reparo, no se si podría confiar en la persona, no
quiero un amante, en fin estoy echa un lío, quizás con el tiempo mi
marido desista de los masajes.
-
Pilar
- Melisa se me esta haciendo un poco tarde,
porque no vienes a mi casa un día y hablamos mas rato, veo que tenemos
muchas cosas todavía que contarnos.
-
Pilar
- Te parece bien el lunes, de cuatro a ocho.
-
Pilar
- Tan cronometradas vais las casadas.
-
Melisa
- Es que Ori llega a las nueve, y he de tener la cena preparada.
Llego el
lunes, estuvimos toda la tarde de paliqueo contándonos nuestras
intimidades,
Pilar me
contó con detalles a los tíos que se había tirado, a mi se me hacia la
boca agua de escuchar tanto sexo, estaba un poco excitada, Pilar noto
mi excitación, y agudizó sus relatos, dándome mas detalles diciendo por
ejemplo.
-
Pilar
- Pues si Melisa, Luís la tiene muy grande, me la
entro toda dentro fue un placer tremendo.
-
Pilar
- Aquel día me lo hice con José y Pedro los dos a
la vez.
-
Pilar
- En la fiesta de cumple años de Manuel bebimos
demasiado, estaba muy excitada y me follaron casi todos.
-
Pilar
- El primero fue Antón, me daba un poco de reparo
follar, solo le hice una mamada, que se me lleno la boca de leche.
-
Melisa
- No sigas Pilar, has conseguido que me excite.
-
Melisa
- Cunétame cosas de ti.
-
Melisa
- Lo mío se reduce a lo que te conté el otro día.
-
Pilar
- Y en una aventurilla, no has pensado en ello.
-
Melisa
- -
Un poco si
pero no se
-
Pilar
- Adivino que te gustaría.
Se hizo un
silencio, que rompió el móvil de Pilar, vio que era Michel,
Lo puso en
voz alta para que lo oyeran las dos.
-
Una llamada
-Pilar estas en casa.
-
Pilar
- Si cariño por.
-
La llamada
- Se que habíamos quedado a las nueve, pero nos hemos adelantado te
importa.
-
Pilar
- No en absoluto, subid.
-
Pilar
- Son dos amigos que vienen a configurarme el
ordenador.
-
Pilar
- Michel es francés, muy guapo, informático, el
otro se llama Andrés es de aquí, son muy amigos, te importa que les
haga subir.
-
Melisa
- No en absoluto, además es casi la hora de irme.
Suena el
timbre, abre la puerta.
-
Pilar
- Entrad os presentare a una amiga, Michel,
Andrés, esta es Melisa, una antigua amiga.
-
Andrés
- Mucho gusto dándome un beso en cada mejilla.
Michel se
quedo mirándome a los ojos y yo a él, pensé si que es guapo.
-
Michel
- Tienes unos ojos muy bonitos.- me dijo
Medio me abrazo, dándome un beso en
cada majilla, rozando suavemente sus húmedos labios, un escalofrío
recorrió todo mi cuerpo, Pilar se dio cuenta reacciono rápido.
-
Pilar
- Melisa, Michel, sentaros aquí en el sofá,
Andrés ayúdame a servir un poco de bebida, Melisa ha de marcharse
pronto.
Michel
acarició la mano de Melisa.
-
Pilar
- Melisa está casada, quiere mucho a su
marido.-Dijo Pilar
Retirando
su mano dijo.
-
Michel
- Os queréis.
-
Melisa
- Si mucho.
Debe estar
orgulloso de tener una mujer tan hermosa.
En esto
llegaron las bebidas.
-
Pilar
- Me pondréis a tono el ordenador hoy.
-
Andrés
- Si pero tardaremos un rato largo.
La
conversación estaba entono a la informática, Michel se acercaba pegando
su cuerpo al mío, al principio yo me retiraba, empecé a excitarme y
consentí, no perdió el tiempo, tomándome las manos las acariciaba.
-
Michel
- Tienes una piel muy suave, me gustan tus ojos, tu marido disfrutara
mucho contigo.
Hacia
tiempo que no me decían palabras ten bonitas.
Pilar al
vernos dijo a Andrés, empieza a preparar mi ordenador, que Michel
vendrá enseguida,
Nos dejaron
solos, estaba muerta de miedo, aquel hombre no dejaba mis manos, no
paraba de mirarme a lo ojos, y era muy guapo, el reloj dio las ocho.
-
Melisa
- Michel tengo que irme.
-
Michel
- Quédate un poco más.
-
Melisa
- De verdad me gustaría pero no puedo.
-
Michel
- Nos veremos otro día Melisa.
-
Melisa
- No se, creo que no Michel, soy mujer casada.
-
Melisa
- Adiós a todos, ha sido un placer.
-
Michel
- Te acompaño a la puerta Melisa.
Pilar y
Andrés se quedaron al ordenador, ya en la puerta, me abrazo, dándome un
beso, un beso muy profundo en los labios,
- Michel
Veámonos otro día.
- Melisa
No Michel ha sido muy bonito pero ya sabes que estoy casada.
- Melisa
- Adiós Michel. - Adiós Melisa.
Cuando
llegue a casa, no pude contenerme y eche a llorar, había sido una tarde
muy deliciosa, Michel me quedo grabado en la mente, dispuse la cena y
continuar con la rutina de siempre.
Al día
siguiente me llamo Pilar.
-
Pilar
- Melisa tengo que contarte algo, podemos vernos.
-
Pilar
- Si ven esta tarde a mi casa, merendaremos.
Ya en la
merienda, Pilar empezó con su relato
-
Pilar
- Melisa, he de aclararte algo de ayer, Michel y
Andrés no vinieron arreglarme el ordenador, son muy amigos, lo
comparten todo, les había llamado para cenar, si Melisa hace mucho
tiempo que nos conocemos me follan los dos, pero se confundieron de
hora y vinieron mas temprano, al verte creyeron que eras una amiga que
había invitado, para la juerga, Michel al verte le entraron deseos de
follarte, por esto me adelante diciendo que estabas casada y querías
mucho a tu marido
Nos veíamos
a menudo con Pilar, la conversación casi siempre era de sexo cuando
salían a la conversación Michel y Andrés, me decía que les había
causado tan buena impresión, siempre le preguntaban por mi, y si había
la posibilidad follarme, un día en plena conversación, Pilar me dijo.
-
Pilar - Melisa, te hablaré en serio, de
verdad no harías el amor con Michel, y Andrés,
te gustaría que te follasen los dos, te haría ilusión tener dos pollas
como aquellas en la mano, besarlas, chuparlas, mientras una abren tu
coño y entren asta el final, la otra descarga su leche en tu boca
-
Melisa
- No lo se Pilar, me has cambiado mucho, creo que si, ahora veo las
cosas de otro modo,
mientras unos muchachos muy atentos me piden follar, yo me resisto por
mí marido, el muy cabrón esta con una masajista.
- Melisa
- Lo he pensado mas de una vez, cuando follo con Ori pienso en
Michel y Andrés son mi fantasía,
lo pase muy bien aquella tarde el follar, no acabo de estar convencida
aunque me ponga cuernos me debo a el, es mi marido.
Un día me llama
Pilar.
-
Pilar
- Melisa, mañana quiero salir a cenar contigo en
un restaurante, tu y yo solas.
-
Melisa
- Me gustaría, pero que le digo a mi marido.
-
Pilar
- Que vas a una despedida de soltera, una amiga
de la infancia que te ha llamado, seréis muchas, iréis a un espectáculo
como es viernes, que no te espere asta la madrugada.
-
Melisa
- De acuerdo, como me visto.
-
Pilar
- Como yo, un poco sexy, con minifalda.
-
Melisa
- No tengo ninguna.
-
Pilar
- Ya te dejare una, tenemos la misma figura, te
pasare a recoger sobre las nueve.
-
Melisa
- Estaré.
No se qué
le abra picado, para ir a cenar, hace tiempo que no salgo, me ira bien,
axial fantasearemos un poco con sus amigos, y me contara sus últimos
polvos, me excitare un poco y cuando llegué a casa la cama estará
calentita para echar un polvo con mi marido.
Viernes
nueve de la noche, Pilar es puntual.
-
Pilar
- Sube Melisa, primero pasaremos por casa, para
vestirte.
-
Pilar
- Cual prefieres.
-
Melisa
- No se tu misma.
-
Pilar
- Si la escojo yo será una de muy corta.
-
Melisa
- Me da igual, esta cena me ha hecho mucha ilusión, quiero ver si los
hombres se fijan en mi, quiero saber si todavía soy atractiva.
-
Pilar
- Te daré la roja, seguro que se fijaran en ti,
es muy sexy y provocativa.
-
Melisa
- Con esta se verán las bragas.
-
Melisa
- No se verán porque te daré un tanga.
-
Pilar
- A ver si liguas y le pones los cuernos a tu
marido de una vez.
-
Melisa
- Pialar tu siempre quieres que folle con otro.
-
Pilar
- Y porque no, se lo tiene merecido.
-
Melisa
- No se.
Ya de
camino saliendo de la ciudad.
-
Melisa
- Donde vamos Pilar.
-
Pilar
- En un restaurante a las afueras de la ciudad,
un casa de campo restaurada, un sitio muy discreto.
Al llegar
al parking del restaurante, antes de bajar del coche, pilar coge a
Melisa del brazo,
-
Pilar
- Melisa escúchame, en la cena no estaremos
solas, si te lo decía tenia miedo de que no vinieras, de verdad tanto
yo como ellos queríamos que estuvieras.
-
Melisa
- No me digas que están Michel y Andrés.
-
Pilar
- Pues si, pero me han prometido que se
comportaran.
-
Melisa
- Pilar con esta falda tengo un poco de vergüenza, pero es el engaño
mas maravilloso que me han hecho, pero has de prometerme que después de
la cena tu me llevaras a mi casa.
-
Pilar
- Prometido. Michel y Andrés esperaban en un
especie de salón que había en la entrada, la bienvenida conmigo fue muy
efusiva, en medio de un abrazo muy fuerte, un beso en cada mejilla y
otro en los labios, abrí un poco la boca para que entraran las lenguas,
los dos me tenían uno por la cintura y el otro de la mano.
Interrumpió
el camarero con cuatro copas de cava.
-
Michel
- Queremos hacer un brindis, por dos cosas
-
Michel
- Primera hoy es nuestro cumpleaños, nacimos el mismo día.
-
Andrés
- Segundo, estamos con dos mujeres maravillosas.
-
Andrés
- Vamos a la mesa.
La mesa
estaba en un rincón muy romántico, era redonda para cuatro.
Nada mas
sentarnos.
-
Michel
- No pedir nada, la cena ya esta preparada, la pagamos nosotros.
En la cena se
lucieron, todo a base de marisco, con un buen surtido de vinos, lo que
empezaba a ponernos a tono, no faltaron pequeños roces, en las
mejillas, en el cuello, como la minifalda era pequeña enseñaba todas
mis piernas, y no les faltaron ocasiones para tocarlas, al principio me
apartaba, pero conforme avanzaba la cena i las botellas de vino se
vaciaban, desistí y les deje, que me tocaran libremente, cosa que
estaba deseando, ya en los postres, tuve necesidad de ir al servicio,
Pilar me acompaño, estando solas me dijo.
-
Pilar
- Melisa te lo pasas bien.
-
Melisa
- Si mucho, ha sido buena idea invitarlos.
-
Pilar
- Melisa estoy pensando que hoy seria un Buendía.
-
Melisa
- Buen día para que.
-
Pilar
- Para dejarte follar por ellos.
-
Melisa
- Me gustaría pero ya sabes que no.
-
Pilar
- Bueno lo que tu digas.
-
Solo me molesta una cosa Pilar,
-
Pilar
- Que.
-
Melisa
- Es su cumpleaños y no tenemos ningún regalo para ellos.
-
Pilar
- Déjame pensar.
-
Pilar
- Ya esta.
-
Melisa
- El que.
-
Pilar
- El regalo, en casa tengo una cosa que les hará mucha ilusión.
-
Melisa
- Si pero tu casa esta lejos para ir a buscarlo.
-
Pilar
- No Melisa al marchar pasaremos por ella y les daremos el regalo.
-
Melisa
- De acuerdo y que es.
-
Pilar
- Secreto Melisa.
Acabamos de
cenar y al marchar, Melisa caminando en medio de los dos les acaricia
la nuca, para decirles.
-
Melisa
- Tenemos un regalo de cumpleaños para los dos.
-
Melisa
- Esta en casa de Pilar y ahora vamos a recogerlo.
Ya en el
piso, pilar y yo entramos en la cocina a preparar unas bebidas, allí a
solas las dos vuelve a sugerirme que haga el amor con uno de ellos, le
contesto.
-
Melisa
- Ya lo he pensado viniendo, hoy seria un buen día, me gustan los dos.
-
Pilar
- Entonces sí, cual eliges.
-
Melisa
- No ninguno, lo deseo pero lo temo, me da vergüenza desnudarme delante
de ellos, tengo muchas ganas de que me follen, pero pienso en mi marido
y.....
-
Pilar
- Bueno Melisa como quieras, al menos hazme un favor.
-
Melisa
- Dime esta hecho,
-
Pilar
- Cuando te sientes hazlo en la butaca delante de ellos, súbete la
falda al sentarte y quítate aquí el sujetador, desabróchate dos o tres
botones, para enseñar bien tus tetas.
-
Melisa
- I porque he de hacer esto,
-
Pilar
- No es por ti, es por mi, no te quitan ojo en toda la noche, esto les
calentara mas, si tu no quieres me, follaran a mi y los quiero bien
excitados.
-
Pilar
- Sal y sirve los vasos Melisa, mientras voy un momento a mi
dormitorio.
Tardó un
rato en salir, ellos dos estaban en el sofá yo en una butaca apurando
el baso de licor, que junto con el vino que tenia en el cuerpo, estaba
bien cachonda, Michel se levanto y vino a sentarse en el apoyabrazos de
la butaca, para jugar con mi pelo.
-
Michel
- Melisa con este vestido estas muy sexy y provocativa me tienes
profundamente excitado.
Mientras me
daba un beso me acariciaba los pezones por debajo la blusa, yo estaba a
punto de caer, pero le retire la mano, el la bajo poniéndola sobre mis
nalgas, subiendo asta rozar mi coñito.
-
Melisa
- No Michel no, por favor, sabes tu tan bien
como yo que lo deseo, pero una fuerza superior a mi me dice que no, que
no debo hacerlo.
-
Michel
- Perdona Melisa, siempre lo intentare, aunque
luego tenga que pedirte perdón.
En estas
entra Pilar.
-
Pilar
- Antes de entregaros el
regalo hagamos un brindis, para que esta noche se cumplan vuestros
deseos.
Los dos
miraron a Melisa con cara de deseo, ella se dio cuenta y bajo la vista,
dando a entender que también lo deseaba.
Llego el
momento crucial, Pilar trajo un sobre, me lo da.
-
Pilar
- El regalo para Michel i Andrés esta escrito en este sobre, ábrelo
Melisa y léelo.
Lo abrí.
leí en voz baja, primero.
-
Melisa
- Eso no Pilar, por favor no, te he dicho que no.
-
Pilar
- Porque no, acaso esperas llegar a casa para que tu marido termine el
trabajo que han empezado otros, acaso crees que el piensa igual que ti.
-
No es eso Pilar, no es cierto.
-
Pilar
- A no, mira son la una, tu marido estará encasa mirando la televisión
o durmiendo, es verdad
-
Melisa
- Si.
-
Pilar
- Marca el numero fijo en mi móvil y llama.
-
Melisa
- Que quieres decir.
-
Pilar
- Llama.
Marque el
numero y esperé.
-
Melisa
- No lo cojen.
-
Pilar
- Vuelve a intentarlo.
-
Melisa
- Tampoco lo cogen.
-
Pilar
- Melisa tu marido ha aprovechado la ocasión para ir de masajes.
-
Pilar
- Por tercera vez vuelve ha intentarlo.
-
Melisa
- Tampoco lo cojen.
Se me
escaparon unas lagrimas, todos estaban callados, había un silencio
total.
Reaccione
en segundos, puse el escrito en el sobre, lo cerré y dirigiéndome a
ellos le dije.
-
Melisa
- Tomad este es vuestro regalo, espero que lo disfrutéis, Andrés tomo
el sobre lo abrió acercándose a su amigo lo leyó.
-
Andrés
- Felicidades Michel y Andrés, por vuestro cumpleaños, el regalo es
ella, Melisa cumplirá todos vuestros fantasías, se que los tres lo
estáis deseando.
Al terminar
de leer, se dirigen a mi, yo con lagrimas en los ojos, muda con un nudo
en la garganta, todo mi cuerpo temblaba de emoción.
-
Michel
- Estas dispuesta, lo deseas.
Hice un
gesto afirmativo con la cabeza.
Y sin decir
mas palabras, empecé a desnudarme, muy lentamente, mis manos no
atinaban con los botones, por el temblor que tenían, quisieron
ayudarme, me negué quería hacerlo yo sola, quería se yo la que se
entregaba desnuda a ellos.
Los dos
también se desnudaron, aunque fueran mas rápidos, esperaron, vi por
primera vez sus hermosas pollas, aunque las había intuido bailando no
era lo mismo, Andrés la tenia mas grande que mi marido, pero Michel la
tenia enorme, ahora se porque mi amiga los quiere tanto.
Antón me
tomo por detrás, arrimando su pene a mi ano, Michel pellizcaba mis
pezones dándome su lengua, su polla apoyada en mi coño pero sin entrar,
yo nerviosa perdida, en mi interior pensaba, ya esta, ya has empezado,
dentro de unos segundos tendré dos pollas en mi interior, una en mi
coño, y otra enculándome, que no pararan asta derramar su leche dentro
de mi y así fue, me lubricaron bien, y tal como yo había pensado, los
dos la vez, me penetraron profundamente, acariciándome y besándome por
todas partes, era tanto el placer que me había olvidado por completo de
mi amiga Pilar, la busque con la mirada por toda la habitación, allí
estaba, sentada en el sofá, desnuda, contemplando el espectáculo, con
un enorme consolador acariciaba su coño, le hice un pequeño gesto con
la cabeza, me guiño un ojo satisfecha, ellos no paraban de moverse, a
un ritmo acompasado, no tardaron en hacerme llegar al orgasmo, fue tan
fuerte y prolongado que los dos se corrieron al mismo tiempo que yo, ya
no tenia reparos para con mi marido, me lo tome como una dulce venganza
hacia el. Descansamos los cuatro tomando una copa en el sofá, pero sin
dejar de acariciarme en ningún momento, fue entonces cuando me dirigí a
Pilar.
-
Melisa
- Pilar tu no tomas parte en el juego.
-
Pilar
- A mi modo ya lo estoy haciendo Melisa, pero ellos hoy son solo para
ti, este es el trato que hemos hecho.
-
Melisa
- O sea que estaba todo preparado.
-
Pilar
- En cierto modo si, te arrepientes.
-
Melisa
- No en absoluto, todo ha sido maravilloso.
-
Pilar
- Pues relájate acabamos de empezar.
Michel y
Andrés se reían abrazados a mi, al rato Andrés se levantó,
Melisa
vamos a la habitación, quiero follarte solo.
Yo lo seguí
como un cordero, me tumbó en la cama, se puso encima de mi al revés,
abrió mis piernas con las manos, y empezó a pasar su lengua por mi
clítoris, entrándola toda en mi coño, su polla tocando a mi boca le
pasaba la lengua suavemente, empecé a chupársela, succionando con
fuerza, estaba durísima, Andrés continuo chupándome el coño durante un
buen rato, cuando estuvo cerca del orgasmo, cambio de posición, y
empezó a follarme, con mis piernas rodeé las suyas, como para no
dejarle escapar, con sus brazos rodeaba mi cintura y yo la suya,
después del orgasmo todavía estuvimos un buen rato abrazados, Michel
interrumpió, pidiendo su turno, Andrés se sentó junto con Pilar
abrazándola y ayudándola con su consolador, empezaron las caricias de
Michel, me dio media vuelta, separo mis nalgas y empezó a besarme el
culo, pasando su lengua por el ano.
-
Melisa
- Que haces.
-
Michel
- Te lo lubrico, quiero encularte.
-
Pilar
- Por favor, tu la tienes mas gorda que Andrés, puedes hacerme daño.
-
Michel
- No, te lubricare bien, la entrare poco a poco, y si te hago daño o no
quieres lo dejaremos.
-
Pilar
- Si quiero, soy tu regalo, no diré no.
Michel
abriéndome bien las piernas, empezó a enchularme, sentía como una gran
cosa que separaba mis nalgas, hice un gesto como de dolor pero me
relaje y continuo, con movimientos muy lentos, muy despacio, cunado
tenia la mitad dentro, empezó a dolerme, ice una exclamación se dolor,
con voz tenue me dijo.
-
Michel
- Si te duele lo dejamos.
-
Melisa
- Si que me duele, soy vuestro regalo, continua.
-
Michel
- Como quieras pero te dolerá mas, y chillaras
-
Melisa
- Entonces amordazándome la boca con un pañuelo, y abrázame fuerte para
que no pueda moverme.
Me
amordazaron, extendí los brazos en cruz, Pilar y Andrés me sujetaban
uno cada uno, Michel empujando poco a poco acabo de entrármela,
chillaba como una loca pero mis gritos no salían de mi garganta, por
estar amordazada, quería echar a correr pero estaba inmóvil, un calor
frío recorría mi cuerpo, acababan de desvirgar mi culo Michel llegaba a
un tremendo orgasmo,
Me quede
tumbada boca a bajo un buen rato, Pilar me unto con una pomada para
aliviarme, mientras ellos dos me acariciaban suavemente, al rato me
rehice, nos levantamos, fuimos al salón para conversar, descansar, y
tomar otra copa, le dije a pilar.
-
Melisa
- Pilar te lo agradezco y lo siento por ti.
-
Pilar
- Porque.
-
Melisa
- Se han dedicado a mi, y tu te has quedado sin..., si pudiera hacer
algo por ti.
-
Pilar
- Quizás si puedas, no te lo había dicho, pero me gustan los hombres al
igual que las mujeres.
Dicho esto
me arrodille delante suyo, abrí sus piernas, y le chupe el coño asta
que llego al orgasmo, penetrándola luego con su consolador. Era casi de
madrugada, por lo que pilar me llevo a casa. Entre a casa por el
garaje, toque el motor del coche, y todavía estaba un poco caliente, se
me escapo una sonrisa, Pialar tubo razón el Carbón de mi marido me
había puesto otra vez los cuernos.
A la mañana
siguiente por la tarde me llama Pilar.
-
Pilar
- Hola Melisa ¿como estas?, ¿te encuentras bien?
-
Melisa
- Si porque.
-
Pilar
- No por nada, me sorprendiste ayer cuando me chupaste el coño
-
Melisa
- Es lo menos que podía hacer por ti, te confesare que hacia tiempo que deseaba,
pero no me atrevía a decírtelo.
-
Pilar
- Eres una pequeña zorra, pero yo te enseñare.
-
Pilar
- Que te parecieron Michel y Andrés.
-
Melisa
- Fabulosos, todavía no puedo sentarme, y siento el gusto de sus pollas
en mi boca.
-
Pilar
- Para el viernes, que ya estarás recuperada, ven a merendar.
-
Melisa
- De acuerdo.
Que otra
llevara de cabeza pensé, pero me daba igual todas eran buenas.
Aquella
semana hicimos el amor con mi marido un par de veces, pero de rutina
parecía que los dos teníamos prisa por terminar.
Cuando
llegue la mesa estaba preparada, una gran cafetera, unos pastelitos, y
un par de botellas de licor, abundante hielo, y dos amigas que me
presento, Lucia y Merche, las dos con cuerpo de gimnasio, elegantes y
bonitas, para estar mas cómodas nos sentamos en el tresillo, Merche y
yo en el sofá y Pilar y Lucia una en cada butaca, empezamos con los
chismorreos, y como es natural al poco rato hablábamos de sexo,
Merche
decía que para calentar a los hombres les hacia un buen estriptis, o lo
que le rogamos una demostración, acto seguido se levanto, pidió música
a Pilar y empezó a contornearse, desabrocharse algunos botones de la
blusa, y subiendo de vez en cuando su minifalda, yo estaba atenta,
empezaba a gustarme, las demás no paraban de reír, poco a poco al ritmo
de la música se quito la blusa, dejando a la vista unos pequeños
sujetadores color negro con unas finas puntillas, se bajo un tirante,
luego el otro, saco sus pequeños pezones por encima del sostenedor y
continuo bailando, fue cuando vi sus pezones que empecé a excitarme un
poco acariciándome los míos, Merche al verme se me acerco mas, me puso
una mano en la entrepierna, la otra en la nuca, con voz dulce me dijo
si podía ayudarme, le conteste que si, me quito la blusa y los
sujetadores y empezó a chuparme los pechos, Pilar que estaba observando
se me acerco, arrodillándose, me subió la falda, quito mis bragas y
empezó a masturbarme, Lucia paro de bailar, se sentó al otro lado, y
empezó con las partes de mi cuerpo que le habías dejado libres, al poco
estábamos las cuatro revolcándonos en la cama de Pilar, no cuento
detalles, porque ya se pueden imaginar.
Una vez
satisfechas, calentamos mas café para terminarnos los pastelitos, pero
esta vez estábamos todas desnudas, continuamos con el chismorreo, Pilar
les contó un poco mi historia, me preguntaron que pensaba hacer.
-
Melisa
- No lo se todavía, por un lado quisiera pedir la separación, por otro
me gusta mi marido, aunque sexualmente funcionemos como de contrato.
Lucia
respondió al instante.
-
Lucia
- Que estarías dispuesta ha hacer para conservar a tu marido.
-
Melisa
- Todo, pero ahora es difícil yo ya he estado con otros hombres.
-
Lucia
- Si y el también con otras mujeres.
-
Melisa
- Si pero no se como, no estoy dispuesta a renunciar vuestras
atenciones y las de vuestros amigos.
-
Lucia
- Si fuerais una pareja liberal seria otra cosa
-
Melisa
- Que quieres decir
-
Lucia
- Melisa escucha, estarías dispuesta a que yo me follara a tu marido
para intentar que lo conserves en forma liberal.
-
Melisa-
Si como.
-
Lucia
- Déjame hacer, solo invítanos a tu casa cuando este tu marido, para
conocernos, di que somos amigas de la infancia, cunado todo este a
punto ya te avisare, pero recuerda tendré que fallármelo varias veces y
no esta nada mal, lo haré a gusto.
-
Lucia
- Tienes mi permiso.
Tardamos tres semanas asta que no nos
pudimos reunir, mientras Pilar y ellas no paraban de presentarme a sus
amigos, follaba tanto con hombres, como con mujeres, iba a polvo
diario, de vez en cuando en grupo, entonces eran mas de uno.
Pasaron las tres semanas, la reunión fue
agradable y distendida, en un momento que Ori se fue a la cocina a
buscar mas bebida, Lucia fue tras el, tardaron un rato, al volver se me
acerco Lucia diciéndome que tenia una cita con el mañana, la cosa
funciono, aquel mismo día Ori se tiro a Lucia, y otro día y otro, asta
que ella lo invito a un intercambio con tres parejas mas, el accedió y
se lo paso en grande, después vino otro, al igual lo paso muy bien,
después un tercero que era el definitivo.
En el intercambio serian de cinco
parejas, se produciría en una torre de una urbanización fuera de la
ciudad, cunado llegaron a la torre, vieron los coches de los demás,
Lucia le dijo.
- Lucia - Creo que
nos hemos retrasado, entremos.
Efectivamente, se habían retrasado, el
juego acababa de empezar, hechas las presentaciones las mujeres se
ausentaron del salón, , consistía en que cada mujer estaba en una
habitación numerada, desnuda encima de la cama, a oscuras solo una
pequeña luz para no tropezar, pero que solo se veían bultos, en un bote
cinco papeles, con los cinco números, sacaban uno cada uno y tenían que
ir a la habitación que les había tocado, por descontado todo estaba
preparado, yo estaba dentro escondida en una habitación , me puse
peluca para pasar mas inadvertida, las papeletas todas tenían mi
numero, le dijeron a Ori que habitación tenia, enseño el numero y se
encamino hacia ella, condición indispensable es que no se podía hablar
para no identificarse, al cabo de una hora y media se encenderían las
luces, para poder ver a con quien habíamos estado, acabado nos
reuniriamos en el salón todos juntos, para continuar la fiesta.
Entró Ori en la habitación que le había
tocado, una sombra de mujer encima de la cama, con las piernas
abiertas, y brazos en la nuca, se acerco le empezó a besar primero los
pechos, fue bajando poco apoco, parándose en el ombligo para seguir
asta el coño, la mujer jadeaba de placer, ella empezó a acariciar su
polla, llevándosela a la boca, tragándosela toda asta el final, no
podían mediar palabra pero si podían pensar, a la media hora la
excitación era frenética, los dos fuertemente abrazados toda la polla
dentro del coño, moviéndose con frenesí, el pensaba, Si mi mujer
follara así, nunca le habría puesto los cuernos, y la mujer pensaba,
Si follara así, nunca le hubiera puesto los cuernos, solo que ella
era yo Melisa, y ahora ya era demasiado tarde, paso la hora y media,
dieron las luces.
-
Ori
- Melisa tu.
-
Melisa
- Si Ori siéntate que hemos de hablar, te he puesto los cuernos, como
tu a mi, esto ha sido un montaje, ahora en este momento, estaba
decidida a pedirte la separación, pero nunca ningún hombre me había
follado como lo has hecho tu, por esto estoy dispuesta ha escucharte,
si quieres la separación tu, lo entenderé.
-
Ori
- No por favor Melisa, jamás había follado como hoy, perdóname si
puedes, jamás iré con otra, te lo prometo, pero no me dejes, busque el
placer de los masajes porque no me decidía a pedirte que tu te la
metieras en la boca, pero después de hoy no habrá otra mujer en mi
vida.
-
Melisa
- I yo te metí los cuernos porque todo era monótono, tengo amigos que
me hacen disfrutar de verdad, me han follado mas de seis en un día, tu
me llevaste a ello, esta vida no pienso dejarla ahora.
-
Ori
- Estoy dispuesto a que sigas con tus amigos pero no me dejes.
-
Melisa
- Te propongo que sigamos juntos, pero como matrimonio liberal, yo
follare con mis amigos y tu podrás follar con mis amigas, pero de
masajes nada.
-
Ori
- Acepto lo que tu digas cariño.
-
Melisa
- Solo te pongo una condición para comprobar que lo que dices es
verdad, durante un tiempo, solo follaras conmigo, me los debes, pero yo
follare con los que quiera, en casa y fuera de ella, tu me acompañaras
para verlo, pasado el tiempo mis amigas, como Lucia y las demás serán
tuyas, podrás follar con ellas, ahora salgamos al salón, todos saben lo
nuestro, si salimos vestidos es que nos hemos separado y nos
marcharemos, si salimos desnudos, sabrán que estamos de acuerdo, me
sentare en el sofá, tu a mi lado, y veras como uno a uno me van
follando, esta será la prueba.
-
Ori
- Melisa acepto la prueba, mientras me la contabas me han entrado
deseos de ver como te follan.
Entramos en
el salón desnudos, todos aplaudieron, felicitándonos, abrazándonos y
besándonos, Pilar propuso un brindis para celebrarlo, terminado el
brindis, Ori me tomo por la cintura diciendo.
-
Ori
- Cariño cumple tu deseo.
El primero
que vino se arrodillo en el sofá, poniéndome la polla en mi boca, se la
empecé a chupar y chupar, Ori estaba callado mirando, asumiendo el
repto, se corrió llenando mi cara de leche, el segundo quiso chuparme
el coño asta correrme, Ori estaba empalmado, yo jadeaba de placer, le
dije.
-Cariño
amor, abrázame.
Rodeo mi
espalda con su brazo, me beso la mejilla llorando.
-
Ori
- Te quiero mucho Melisa, solo quiero estar contigo, que disfrutes al
máximo, me emociona ver lo bien que lo estas pasando mientras estos
hombres te follan y ejecutan contigo todas tus fantasías.
El tercero la
quiso follar sentada en el sofá, Ori dejaba caer algunas lagrimas,
mientras la besaba, el cuarto por hacerlo diferente la enculo, ahora ya
no le dolía.
-
Melisa
- Ahora te toca a ti Ori, amor mío, eres el ultimo pero el que mas
gusto me da.
Quizás
algún día cuente mi vida, cada vez estamos mas unidos con Ori.
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