.:: RELATOS DE CORNUDOS ::.

  "Mi chica y sus amigos del gimnasio".

 
 
Me llamo David, soy abogado y trabajo en un despacho en Madrid. Hace ya cinco años me separé de la madre de mi hijo tras tener una tórrida aventura con la mujer que hoy es mi novia. La verdad es que con mi Ex el sexo era estupendo pero lo hacíamos de pascuas a ramos y yo me sentía bastante falto. Cuando conocí a Gabi, mi novia actual, me acordé de eso de “ten cuidado con lo que deseas...” porque es una persona con una sexualidad arrolladora, lo que me viene muy bien porque me folla todos los días y me siento muy deseado, pero tiene también su pequeño lado oscuro. Mi chica es y ha sido golfilla toda su vida, tiene un pasado con experiencias muy cochinas y continúa dando rienda suelta a su líbido cuando y con quien le apetece a pesar de estar muy enamorada de mi y de que estemos viviendo juntos desde hace ya cuatro años.

 Al principio, como muchas parejas, comenzamos una relación de amantes sin normas. Que cada uno haga lo que quiera con quien quiera y disfrutemos de nuestro tiempo juntos sin ataduras. Todo suena muy bonito, pero claro... Ella ejercía su libertad mucho más que yo, y eso me tenía un poco mosqueado. Tengo que decir que aunque yo estoy estupendo para mis 48 años, ella tiene unos 39 maravillosos, tipazo atlético, larga melena castaña, 1,62 con 47 kilos de fibra y curvitas donde hacen falta. Pero sobre todo tiene una cara preciosa de niña buena y una sonrisa que hipnotiza a cualquiera. Bromeo llamándola “Croqueta”, porque le gusta a todo el mundo. Ella lo sabe, y le saca partido estupendamente.

 Al principio ella no me contaba sus rollitos, pero yo insistí en que me parecía necesario para la confianza mútua que no nos ocultásemos nada. Entonces empezó a contarme si quedaba con alguien, si tenía un match en Tinder... Y llegó un momento en el que me puse celoso y le dije que se estuviera un poco tranquilita una temporada, que necesitaba un poco de exclusividad y que si quería enrollarse con alguien prefería que me lo plantease antes y negociásemos cómo hacerlo para que yo estuviese bien con la situación. La verdad es que no soy posesivo... Creo firmemente que este tipo de cosas se pueden hacer de manera que resulte un juego morboso para la pareja y no un drama. Se lo planteé así y ella aceptó. Estuvimos unos meses que sólo follábamos entre nosotros, hasta que a finales de Noviembre de aquel año me dijo un día que teníamos que hablar de una cosa.

“Amor, están los chicos del gimnasio ya coordinando la fecha para la cena navideña”.

Ah, pues muy bien, ¿no me estás invitando a ir, no?

Eeeeh, no, no es eso. Sería raro, nadie lleva a su pareja.

Pues nada, ya me dirás cuándo es la cena y yo haré plan de soltero, tranquila.

Ya, bueno, verás, es que pasa una cosa con las cenas navideñas del gimnasio. Es que tenemos una tradición desde hace ya tiempo. El grupo que quedamos se fue reduciendo con el paso del tiempo y ahora sólo somos 5. Cuatro chicos y yo. Y en las últimas cenas hemos acabado follando y tiene pinta de que si quedo con ellos este año va a pasar lo mismo.

¿Cómo? En plan gangbang? Te los follas a los cuatro?

Sip. (dijo bajando los ojos en plan timidilla).

Joder amor, qué cochina eres.

 La verdad es que me quedé bastante en shock... Le dije que me dejara un poco de tiempo para procesarlo y que le decía algo al respecto en unos días. Yo sabía que llegaría el momento en el que ella quisiera tener sexo fuera de la pareja, y estaba preparado para ello, pero no me imaginaba que me fuese a plantear algo tan guarro como esto.

 Estuve dándole vueltas, la verdad es que si hubiera sido a la inversa, y fuese yo el que quedase con cuatro pivones una vez al año a follar como leones me parecería un planazo, y me sabía mal que ella se lo perdiera por cuidar mi ego. Pero es difícil no sentirse amenazado al imaginar a tu preciosa novia penetrada y manoseada por cuatro cachas a la vez. Empecé a ver mucho más porno de temática gangbang y dobles penetraciones, imaginando todo el rato que la actriz era mi chica, y aunque me ponía mucho mientras me masturbaba después de correrme me entraba un poco de congoja y me daba rechazo la perspectiva. Había momentos en los que deseaba que lo hiciera y otros en los que ni de coña. Supongo que es algo normal.

 El caso es que pasaron un par de semanas sin que yo le dijera nada, hasta que una noche ella se metió en la cama conmigo, me agarró la polla y empezó a darme besitos por el cuello y en cuanto sintió mi erección me dijo al oído:

Amor, los del Gym dicen de quedar este viernes. Al final qué quieres que haga?

 La muy perrilla se las sabe todas. Si me lo hubiera preguntado después de follar igual hubiera contestado otra cosa, pero con la polla tiesa y el morbazo del momento flaqueé y le dije:

A ver, mi vida. ¿A ti te apetece el plan, no?

Pues sí que me apetece, pero si te voy a tener jodido en casa pasándolo mal prefiero no ir.

Bueno, la verdad es que preferiría que este tipo de cosas las hicieras conmigo presente, pero entiendo que en este caso es algo especial.

Una vez al año no hace daño! Dijo riéndose.

 En ese momento todas las imágenes porno guarro que había estado viendo se paseaban por mi mente y me entraron muchas ganas de tener un archivo con mi chica comiendo pollas y follando con otros tíos y así se lo dije:

Amor, te propongo una cosa. Te dejo ir a la cena pero me tienes que conseguir un buen material gráfico de la fiesta. Fotos y vídeos como para que me pueda hacer un montón de pajas viéndote en plan Pornstar.

 Ella sonrió y apretándome más el rabo me dijo:

Eres un cerdo. Quieres que me saquen fotos y me graben? Eso no les he dejado hacerlo nunca. Y mira que me lo han pedido un montón de veces.

Pues les vas a dar el gusto este año. Diles que tu novio te lo ha puesto como condición para dejarte ir.

Bueno, no me parece mal.

 Me quedé con ganas de seguir poniendo condiciones, pero ella dando por terminada la conversación se metió mi polla en la boca y acabamos echando un polvazo épico que nos dejó exhaustos. Al acabar me dijo:

Eres el mejor novio del mundo, te amo, David. Gracias por dejarme ser una guarrilla con los gymbros. Te prometo que voy a complacerte en todas las fantasías morbosas que se te ocurran.

 Yo estaba medio dormido, extenuado, y habiendo pasado la excitación del momento, estaba por echarme atrás, pero con esas palabras me dejó desarmado y sólo pude decir:

Yo también te amo.

 A medida que se acercaba la fecha yo estaba cada vez más excitado y nervioso con la perspectiva. A Gabi se la iban a follar entre cuatro maromos forzudos y yo me iba a quedar en casita pajeándome como un mono. Dicho así suena fatal, pero os juro que me debatía entre el rechazo y el morbazo. Me decía a mi mismo que iba a pasar mal rato una noche, pero a la vez me ponía muchísimo que mi chica fuera tan guarrona y que yo lo fuera a ver en fotos y vídeos después.

 Le pregunté si se iba a poner sexy para la ocasión y me dijo que no era el plan. Que irían directos desde el Gym y que todos solían ir en chándal. A la mierda el glamour, qué se le va a hacer.

Pero si te apetece que me ponga pivón un día y me llevas a un club liberal, ya sabes que estaré encantada. (Me dijo picarona).

 La verdad, hemos ido varias veces a locales y la mayoría de esas veces hemos acabado buscando un rincón tranquilo para follar entre nosotros porque no nos gustaba nadie. Otras veces han pasado cosas, pero eso lo voy a dejar para futuros relatos.

 El caso es que llegó el viernes señalado, yo salí temprano de casa hacia el trabajo. Le di un beso y un achuchón como todas las mañanas y le susurré un “te amo” al oído, que ella correspondió medio dormida con un “yo más”. Pasé una mañana bastante atareada intentando no pensar mucho en lo que sucedería esa noche, y lamentando no poder ver a mi chica hasta que llegase a casa vete tú a saber a qué hora. A la hora de comer miré el teléfono personal y tenía una foto de Gabi en el baño de casa, tomada desde abajo con su maravilloso coño en primer plano, perfectamente depilada y todavía con gotitas pegadas de la ducha que se acababa de dar. En el texto me decía: “Limpita y depilada hasta las pestañas”. Entre el texto y la foto, se me desencadenó una taquicardia que tuve que hacerme unos ejercicios de respiración y todo para calmarme. Le contesté “Así me gusta, mi amor, que cuides los detalles. ¿Podremos hablar un rato antes de tu cena?” A lo que ella contestó “Claro, te llamo cuando salgamos del Gym o cuando lleguemos al restaurante. Luego iremos a casa de Juan, uno de los chicos, que tiene un salón grande con dos sofás estupendos, pero allí ya estaré más liada para andar llamándote.” Yo contesté “Ya me lo imagino cochina mía, por eso te digo de hablar antes.”

 Me puso un corazón y ya no volví a tener noticias suyas hasta las 20:30.

 Estaba yo en casa sin mucha hambre, me había tomado un par de cañas en un bar con un cliente y habíamos pedido picoteo, así que me di por cenado y me preparé un gintonic. Me disponía a abrir el ordenador para ponerme algo de porno y pajearme tranquilamente cuando me sonó el movil.

Hola mi amor, ¿cómo llevas la tarde?

Bien, ya estamos en el restaurante. Les he contado a los chicos lo de las fotos y los vídeos y se han puesto muy contentos. Dicen que qué suerte de novio tengo, pero claro, eso ya lo sabía yo, que eres un bomboncito y que me tienes a mimo.

Claro mi amor, porque te lo mereces.

 Charlamos unos minutos de algunas banalidades y me despedí diciéndole:

No te cortes hoy, quiero que seas todo lo guarra que tú quieras y que luego me lo cuentes pajeándome y me comas la polla mientras veo tus fotos y vídeos.

Cuenta con ello, te amo, cochino.

Y yo a ti, cerdita.

 Y así me quedé hasta que me venció el sueño dos pajas y dos gintonics más tarde. Me desperté a eso de las 3 de la madrugada, fuí a mear y al volver a la cama miré el móvil. Justo me acababa de entrar una foto suya. Desnuda, despeinada, arrodillada en el suelo de un salón desconocido, con el maquillaje corrido y restos chorreantes de semen por la cara, el pelo y las tetas. Su mirada a la cámara era lo mejor. Entre excitada, agotada y con un puntito de vergüenza. Más morbo de lo que yo me podía imaginar que iba a sentir, y eso que estaba medio dormido.

 En el texto decía “acabo de llamar al Uber, antes de las 4 estaré por casa”.

 Le puse un corazón y me volví a acostar, pero la imagen me había excitado tanto que no podía dormir, así que me masturbé una vez más, corriéndome super rápido pero poco abundante, ya que era la tercera de la noche.

 A las 4 y poco entró mi chica por la puerta, se desnudó y se metió en la cama conmigo.

Amor ¿duermes?

Si, lo intento

No vas a reclamarme? No me quieres follar?

Me he hecho ya tres pajas, no doy para más.

Pues igual me tienes que hacer un favorcito porque yo necesito correrme otra vez antes de dormir que vengo empapada.

 Y acto seguido se puso a horcajadas sobre mi cara, me plantó el coño en la boca y pude sentir que efectivamente chorreaba de excitación. Saqué la lengua y dejé que se masturbase con mi cara y mi boca, frotándose desde el culo hasta el clítoris hasta que se corrió. Estuvo riquísimo, yo no podía dejar de pensar en las pollas que habrían entrado en esos agujeros esa misma noche, pero en vez de darme mal rollo, me pareció excitante y morboso que viniera a empaparme la cara directamente desde su orgía salvaje.

 Nos dormimos agotados y abrazados uno a otro oliendo a sexo.

Mañana me cuentas todo, vale?

Claro amor. Tengo algunas fotos para enseñarte, pero los chicos han estado grabando todos con sus móviles y me irán enviando los archivos estos días, vas a tener material para un montón de pajas. Lo que no sé es si tendrás energía para masturbarte porque lo de hoy me ha dejado cachonda como una perra para unos cuantos días y vas a tener que follarme un montón hasta que me calme.

Eso no va a ser difícil.

Te amo

Yo más.

 Ese fin de semana lo pasamos casi entero follando como animales. Poco a poco me fue contando la experiencia y enseñando algunas fotitos y vídeos. En una de las fotos ella estaba a cuatro patas, recibiendo polla por detrás mientras el chico que la follaba le agarraba la coleta levantándole la cabeza. Ella tenía la boca abierta , la lengua fuera y un grueso hilo de baba colgando por la barbilla. Mientras otro chico con la polla muy gorda estaba acercando el glande a sus labios. Una puta obra de arte. Me dieron ganas de ponerla de fondo de pantalla en el ordenador del curro. En otra foto ella salía de pié, abriéndose las nalgas con el ano totalmente dilatado y mirando por encima del hombro a la cámara. Era una imágen muy brutal. Yo creo que podría meter mi polla en ese culo abierto sin tocar las paredes.

Me pusieron el culo como la bandera de Japón (dijo ella) Al principio estaba más tensa, pero según me fuí animando se me relajó el esfinter y acabaron turnándose los cuatro para darme caña por detrás. También hicimos dobles penetraciones. Creo que hay fotos y vídeos en los que tengo una polla en cada agujero y otra en la boca bien dentro, pero las tiene Juan y todavía no me las ha mandado. Y los vídeos. Se los tengo que pedir, que estos son unos colgados y si no insisto no me los mandan.

 Yo los quería todos a la vez, pero ella dijo que mejor me los racionaba para que cundieran más, que hasta el año siguiente no iba a tener oportunidad de hacer nuevo material gráfico. Qué equivocada estaba... En realidad en los siguientes meses conseguí muchos más archivos guarros con mi novia de protagonista... Pero eso ya son otras historias, que dejaré para próximos relatos.

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