Me
pareciste un buen tío durante algún tiempo, me caías bien pero no tardé
en calarte y descubrir que eras un tontopollas con una novia que está
demasiado buena y que no mereces, o mejor dicho, merecías, porque me
dijo mi cuñado la noche de San Juan que ya no estás con ella. ¿Sabes?,
de la alegría que me entró, me puse a saltar y a hacer el ganso, y por
poco me caigo en una fogata y salgo ardiendo.
Supongo que ya lo sabrás (lo de
que tu novia estaba muy buena), y lo de que eres un tontopollas te lo
digo yo desde aquí, desde morbocornudos, mi página favorita. No
mencionaré tu nombre, tampoco el de tu novia, pero espero que alguna
vez leas este relato y seas capaz de descubrir que va por tí.
Cada vez que pienso en tu novia
y en los polvazos que le eché, se me pone el rabazo a mil. Es que, ella
vale mucho, no solo es que esté buena, sino que tambien es simpática,
guapa y bastante más lista que tú. Mucha mujer para tí, hermano, mucha
mujer para tí.
Creo que llevabais saliendo un
año y medio cuando os conocí, ¿no?. Fue en esa tienda de informática
donde estabais esperando a que os atendieran, te fallaba la tarjeta
gráfica de tu mierda de ordenador. La verdad es que cuando me puse a
hablar contigo, sobre no me acuerdo que tema, no quitaba vista del
escote de tu novia.
Generálmente procuro ser
bastante prudente, y más con el novio delante, pero tío, ese top que
llevaba le dejaba casi la mitad de las tetas fuera y sinceramente me
importó tres cojones que tú te dieras cuenta. Llevaba su larga y lisa
melena morena recogida, es de las pocas veces que la vi así, porque
como tú bien sabes, suele llevar el pelo suelto.
Tuve que hacer un esfuerzo para
no mandarte a tomar porculo y meterle caña directamente, pero me
contuve. Si lo recuerdas, veníais de la playa y ella en la parte de
abajo llevaba una minifalda y las chanclas. Joder, hasta con las
chanclas de la playa estaba sexy, y con esa piel tan morenita (me
encantan las chicas morenas, a las que están muy blancas las odio), era
una monería, estaba para comérsela, para follársela allí mismo encima
del mostrador delante tuya...
Tu novia es mi tipo de chica,
estatura media, cintura estrecha, culito pequeño pero respingón, se le
suele marcar la pipa del coño cuando lleva mallas, es delgadita, con tetas muy firmes de tamaño mediano. De cara se da cierto
aire a Verónica Sánchez, la de los Serrano, verdad?. Creo que ya te lo
comenté alguna vez en persona.
Como dije al principio, me
pareciste un buen tipo y ya sabes que hicimos buenas migas, sobre todo
por el tema que más nos unió, el de la música, pues a ambos nos gusta
pinchar house. Aunque ahora, ya que estoy sincerándome, te diré que
mejor que te retires porque no tienes ningún futuro como DJ.
Tío, casi nunca conseguías
encajar bien las bases rítmicas y te salían unas mezclas chunguísimas.
Ahí debería influir, supongo, la mala calidad de las mierdas de platos
que tenías, porque cuando pinchabas con mis Technics lo hacías mucho mejor.
En fin...
Ese primer día en la tienda de
informática nos hicimos colegas, y a partir de ahí comenzamos a quedar
a menudo. A mí algunas veces no me apetecía mucho quedar, esa es la
verdad, pero bueno,
ver a tu novia compensaba el esfuerzo. Eso era lo bueno, que casi
siempre estaba con nosotros.
Poco a poco me empezaste a caer
mal, sobre todo por aquel problema que tuvimos con los discos y que no
voy a volver a explicar. Además me dí cuenta que tratabas a tu novia
fatal, me quedaba flipado con el desprecio que le hablabas
algunas veces y las contestaciones que le dabas. A mí me parecía
increíble que no te mandara a tomar por culo, no me explico que podía
ver en tí, pues además de tratarla fatal, eres más feo que el de los
hermanos Calatrava.
A tí cada vez te tragaba menos,
y sin embargo cada vez me llevaba mejor con tu novia. Ella se
desahogaba conmigo y me contaba todas las putadas que le hacías.
Valiente hijo de puta estabas hecho y supongo que aun lo serás. Y no te
me vayas a ofender, eh?. Tú sigue leyendo este relato que ahora viene
lo mejor, so cabrón, so cornudo.
Aquellas navidades empezaste a
juntarte con quien tú sabes y a consumir coca. Normal en un tío sin
personalidad como tú. Te fuiste enganchando y cuando se dió cuenta ella
que tomabas coca casi todos los días, te montó una bronca de campeonato
y estuvo tres o cuatro días (no lo recuerdo bien) sin cogerte el
teléfono.
Pues uno de esos días, pasamos
tu novia y yo toda la tarde-noche juntos. Fuí a recogerla, compramos un
par de helados y nos fuimos al parque de detrás de la playa comérnoslos
y a fumar unos petas mientras te poníamos verde. Menudo repaso te dio
tu novia, solo le faltó llevarse las manos a la cabeza y decir: ¿pero
qué coño hago yo con ese desgraciado?.
Hubo un momento en el que estaba
sentada muy pegada a mí y me faltó poco para comerle la boca, pero me
aguanté, no quería cagarla, es decir no tenía claro que en aquella
situación y circunstancias ella me siguiera el juego.
Total, que pasamos allí toda la
tarde y cuando empezó a anochecer y le pregunté que si la acercaba a su
casa, me dijo que sí, pero me preguntó si yo iba a hacer algo por la
noche. La verdad tío es que cuando me dijo eso me entró un pequeño
cosquilleo por el cuerpo, un poco de nerviosismo.
Te cuento, resulta que momentos
antes, cuando estábamos charlando y tal, una de las veces que ella me
hablaba, yo en vez de escucharla me estaba imaginando lo guay que sería
llevármela a mi casa y follármela en mi habitación. Lo que pasa es que
consideré que podía ser un poco sospechoso lo de invitarla a mi casa y
no le dije nada. Por eso, cuando me preguntó luego si iba a hacer algo
por la noche, ví la oportunidad de decirle que estaba solo en casa y
que si se quería venir a ver una película...
Pues nada, como supondrás, le
dije que estaba solo en casa y que si quería la recogía despues de
cenar. Me dijo que de puta madre, así que la llevé a su casa y yo me
fuí para la mía, por cierto, con la polla dura.
Nada más llegar me hice un
pajote del quince con tu novia, luego cené, me duché y fuí a buscarla.
Por cierto colega, ¿qué estabas haciendo tú esa noche?. Supongo que el
gilipollas. Yo estaba preparando el terreno para follarme a tu novia.
En realidad no creas que iba yo
totálmente convencido, la verdad es que tenía mis dudas, pero reconozco
que en el fondo iba ilusionado y tenía mis esperanzas. ¿Sabes una
cosa?, en el parque me llegó a decir que según su opinión, yo valía más
que tú. Si es que coño, no dijo nada bueno de tí ni por equivocación.
Jeje, por eso te decía que en el fondo tenía mis esperanzas, porque si
follaba con un tío al que ponía a parir, ¿por qué no iba a querer
follar conmigo?.
Cuando la ví abajo de su portal
esperándome, tuve que hacer un esfuerzo tremendo para no empalmarme. Se
había puesto una minifalda y arriba llevaba un top de esos que son como
un bikini.
Yo iba en chandal y no veas que
apuro, a la mínima que me mirara el paquete lo podía notar, así que
opté por lo típico en esos casos, pensar en cosas chungas, como, yo que
se, el entierro de mi abuela, cuando me operaron de apendicitis, tu
cara, los pedos que se tira mi padre, Rosa de operación triunfo, etc.
Bueno, pues por fin llegamos a
mi casa y debo decirte que ya no se habló más de tí, al menos ese día.
Ella parecía que había cambiado el chip y solo quería olvidarte y
disfrutar de la noche, aunque bueno, pasados unos días volvió contigo y
todo eso, pero vamos, que el polvazo que le eché esa noche no me lo
quita nadie, (y los que le eché la semana siguiente tampoco, pero eso
ya te lo contaré más adelante, que no tengo ninguna prisa).
Nos pusimos en el salón a ver
una peli y a beber unas cervezas, hasta ahí nada especial, como
siempre, igual que cuando estabas tú. Vamos, que todavía no le había
metido mano ni nada de eso. Yo estaba bastante nervioso, como si fuera
mi primera cita con una chica. Compréndeme, follarse a la novia de un
amigo no es algo que se pueda hacer todos los días...
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