Allí
estaba yo, acariciándome por encima del pantalón, con una gran
excitación y leyendo los relatos del blog. La temática era siempre la
misma, mujer normal, atractiva y muy convencional en cuanto a la vida
sexual, se transformaba y se empieza a abrir, rompiendo fronteras y
barreras mentales evolucionando a una vida de sexo libertino,
sorprendiendo a su marido el cual ha perdido el control de la
situación, acabando convirtiéndose en un cornudo consentidor y la mujer
en un animal sexual que domina a su marido y le obliga a no perder
detalle en cualquiera de sus juegos sexuales, atendiendo al tópico de
"Ten cuidado con lo que deseas, que igual se cumple".
Mi situación a veces era parecida a los relatos, mi mujer me amaba y no se
planteaba nada de sexo fuera de lo que llamaremos sexo convencional,
cuando hacía alguna insinuación acerca de hacer algún trío o ir a algún
sitio de intercambios, mi mujer se enfadaba y tenía siempre que acabar
la conversación diciendo "Era broma mujer, solo quería tomarte un poco
el pelo" además yo tampoco era algo que quisiera que sucediese,
simplemente me ponía cachondo leer sobre ello, no porque guste una
novela de terror quieres que tu vida se transforme en una novela de
terror, pero aun así te gusta y entretiene leerla.
Ese sábado me había despertado antes que, de costumbre, mi mujer se había
quedado en la cama, así que aproveché para prepararme un café y
disfrutar de la tranquilidad de la mañana. Normalmente tenía pocos
momentos de soledad introspectiva. En mis ratos libres siempre
aprovechaba para leer relatos eróticos, así que me fui con el ordenador
portátil al salón mientras mi mujer dormía. Según iba leyendo, más me
acariciaba y excitaba, hasta que no pude más y me la saqué y comenzando
a masturbarme libremente. Tan absorto estaba en lo mío que no fui
consciente de que mi mujer se había despertado y que entrando en el
salón me pilló con el portátil sobre las rodillas y la polla en la
mano. Al entrar y verme así se molestó y exclamó:
¡Joder ya te vale! Aquí en el salón pelándotela como un mono... ¿qué estás
mirando? ¿Con qué te la estás pelando?
Giré el ordenador y le enseñé uno de esos relatos, comenzó a leerlo por
encima. Yo estaba algo avergonzado, me daba vergüenza que me pusiese
cachondo una temática así, mi mujer me devolvió el portátil y me dijo
mientras me miraba con cierto:
¡Qué asco! ¿de verdad te pone cachondo esto? - Yo traté de defenderme.
No es eso, solo me parece morboso. No porque te de morbo una fantasía
quieres que se haga real.
Ella seguía recriminándome.
Así que fantaseas con ello, ¿Con qué con que eres el que se folla a la
esposa de los otros? ¿Con que soy yo la esposa putona a la que se
follan y tú el cornudo bobo que se queda mirando? ¡Qué asco de verdad!
Yo trataba de no responder y solo decía:
Es solo entretenimiento, nada más.
Cerré el portátil y me fui cabreado. La mañana transcurrió con normalidad
y sin hablar mucho más del tema, yo hice un poco de deporte, comimos y
nos echamos la siesta.
El fin de semana siguiente habíamos quedado para cenar fuera con una
pareja de amigos. Como siempre, fuimos al mismo restaurante del centro,
mi mujer se había pasado un poco con el vino y estaba animada y con
ganas de salir a tomar una copa a uno de los pubs de moda que hay por
la ciudad, nuestra pareja de amigos decía que estaban demasiado
cansados y que se retiraban a casa. Mi mujer me miró y me dijo:
Tú y yo... ¿Qué? ¿Nos acercamos?
Vale, así bailamos un poco
Cuando llegamos estaba a rebosar de gente, aun así, nos dispusimos a
entrar, según avanzábamos más lleno estaba el local, con mucha
dificultad me acerqué a la barra, me giré hacía mi mujer y le pregunté:
¿Qué quieres cariño?
Ella, ya iba un poco alegre, aunque me respondió:
Una cerveza, voy a ir mientras al baño.
Después de esto me acerqué a la barra y pedí dos cervezas mientras la veía
desaparecer entre la multitud, llevaba un rato con dos cervezas en la
mano cuando la vi llegar con un tío fuerte y la verdad que bastante
atractivo, en ese momento me presentó.
Este es Joaquín, mi pareja
El tipo sonrió y me saludó
Hola, yo soy Pedro, muy simpática tu novia.
En ese momento mi novia, sin importar nada se me abalanzó y empezó a
comerme la boca, sin importarle que estuviese delante ese extraño, yo
no me percaté hasta pasados unos minutos, pero el extraño no se
apartaba de nosotros, y me di cuenta de que mi novia le estaba metiendo
la mano por debajo de la camiseta. En ese momento dejé de besar a mi
novia y ella siguió mordisqueando mi cuello hasta llegar a mi oreja y
susurrarme:
Quiero follarme a este tío, como en los relatos que lees y que veas como
lo hago.
Me quedé de piedra, pero reaccioné rápido y le respondí:
No, vas muy borracha, una cosa es lo que leo y otra lo que quiero hacer
real.
Su mano seguía tocando a Pedro, y Pedro se animó y metió la mano por
debajo de la blusa de mi novia, esto la encendió e hizo que volviese a
besarme de una manera muy ardiente, estábamos dando el espectáculo y no
me resultaba agradable, además vivimos en una ciudad muy pequeña, pero
si es verdad que el tamaño de mi polla estaba creciendo y me estaba
poniendo muy caliente.
No sé la conversación que habría tenido mi novia con Pedro antes de
aparecer por allí, pero paro de besarme para seguir conversando los
tres y dirigiéndose a Pedro le pidió:
Pedro, enséñale a mi novio las fotos de antes.
En ese momento Pedro sacó el móvil y comenzó a enseñarme unas fotos y a
explicarme:
Esta es una habitación roja que me he construido en casa, tiene cruz de
San Andrés, iluminación roja, un enrejado, para atar, etcétera... me
gustan los juegos de sumisión...
Yo interrumpí y pregunté:
Y ¿Cómo habéis llegado a esta conversación?
Él respondió:
Pues estaba en la puerta del baño esperando y mirando estas mismas fotos y
ha aparecido tu novia que las había visto y me ha preguntado y yo le he
explicado, después me ha dicho que te tenía que conocer. La verdad que
tu novia me pone muy caliente.
Ella que lo escuchó, sin importar que Pedro estuviese delante dijo:
A mí Pedro también me pone muchísimo...
Yo me cabreé, no entendía nada. Me negaba a ser como uno de los hombres
cornudos que aparecen en los relatos, con cierto enfado me dirigí hacía
ella y le dije:
No sé qué pasa, pero no me está gustando, vas muy borracha y quiero irme a
casa.
En ese momento ella como resignada se dirigió a Pedro y le dijo:
Pásame tu teléfono y te hago una perdida
Cuando íbamos hacía el coche Rosa empezó a recriminarme:
No te entiendo la verdad, todo el día leyendo fantasías y ahora que podía
hacerla realidad, que me apetecía vas y me cortas el rollo
Yo la recriminé:
Vas muy borracha, y estás fuera de control, no me apetece hacer las cosas
así, una cosa es ir a curiosear a un local liberal y otra esto...
De repente su móvil empezó a sonar, era Pedro enviando WhatsApp. Le estaba
enviando fotos de la habitación y fotos suyas subidas de tono a mí no
me hizo nada de gracia, pero pasaba de discutir, mañana hablaríamos.
Llegamos a casa y con la borrachera que tenía la metí directamente en
la cama.
Al día siguiente tenía que adelantar cosas del trabajo, así que como no
había bebido nada, me desperté temprano y decidí ponerme con mi
portátil en el salón, normalmente como a muchos hombres me levanto con
la lívido muy alta y con ganas de follar, como no era posible, como la
mayoría de los hombres me dispuse a hacerme la típica paja mañanera y
para motivarme me dispuse a leer alguno de los relatos. Estaba polla en
mano, cuando escuché la puerta de la habitación y rápidamente me la
guardé.
Entró mi novia en el salón y se tumbó en el sofá:
Perdona amor, ayer se me fue de las manos... lo siento muchísimo...
En ese momento me levanté de la silla, me saqué la polla y se la metí en
la boca mientras le decía en tono autoritario:
El perdón se pide así...
Comenzando a follarle la boca.
Si quieres que un extraño te folle delante mío primero debes satisfacerme
a mí.
Le saqué la polla de la boca y me dijo:
Vas a ver cómo me follo a Pedro
En ese momento me quedé cortado, a lo que ella siguió diciendo mientras me
cogía la polla con la mano:
Di que quieres ver como Pedro me folla
Yo le volví a meter la polla en la boca.
¡Calla!
Joder, métemela
En ese momento se la saqué de la boca, le arranqué de manera apresurada
los pantalones y se la clavé comenzando un bombeo contundente y
constante, hasta que agarrándome marcándome la espalda con las uñas
empezó a gemir indicándome que había llegado al orgasmo, yo poco más
podía resistir la excitación y me corrí como un animal.
Cuando acabé nos quedamos recobrando el aliento, hasta qué su voz volvió a
romper el silencio:
Ayer se me fue de las manos, lo siento muchísimo
Yo le respondí:
Pues un poco mal me sentó, me puso celoso.
Ella continuó:
Estas semanas he estado leyendo esos relatos que siempre lees, la verdad
que al principio solo intentaba buscar qué te pone tan cachondo, que te
excita de esos relatos, pero... no sé... la verdad que vistos desde el
punto de vista de la mujer... tiene su punto ser la parte dominante,
ser la más guarra de la relación, demostrar que una mujer puede ser
mucho más perversa que el hombre, tanto que le puede aterrar, que tú
propio novio que eres capaz de ser mucho más guarra de lo que él puede
ser...
¿¿¿Ahora te excitan estos relatos???
Le pregunté sorprendido, a lo que ella continuó.
No es que me exciten los relatos en sí, me excita la posibilidad de sentir
que podría hacerlo real, sentir que les produzco ese sentimiento de
deseo a los hombres, además, oye, no sé qué me criticas, eres tú al que
le ponen esos relatos y si no fuese por ti no los conocería.
Una cosa es que me excite leer sobre ello y otra cosa es que quiera que
suceda de verdad, ayer me cabreé bastante...
Ella me interrumpió
Me alegro, eso quería, cabrearte. Sé sincero, ¿no te puso un poco
cachondo? ¡Ehh cabrón!
Yo me enfadé:
Una cosa es lo que lea y otra lo que quiera que pasé, mira, lee los
WhatsApp del cabrón ese, que solo quiere metértela.
Ella muy tranquila miró los WhatsApp y muy tranquila, respondió yéndose de
la habitación.
Joder, no recordaba que estuviese tan bueno... pues ya veremos si dejo que
me la meta o no, con o sin tu consentimiento, con tu presencia o sin tu
presencia... así que más te vale calmarte si no quieres que te deje
fuera del juego.
Yo no podía dar crédito a lo que estaba oyendo. A la vez, sin entender muy
bien el motivo, y a pesar de haber acabado de tener un orgasmo tenía la
polla durísima.
El día pasó sin más, procuramos no hablar mucho del tema y el día. Preparé
la mesa mientras ella preparaba la comida y ella cocinó algo rápido
para los dos, comimos viendo el telediario y cuando acabamos recogimos
la mesa y me senté en el sofá, mi novia se sentó a mi lado. Cuando
acabó el telediario ella apagó la tele y se sentó a horcajadas encima
mío y comenzó a besarme, después de un rato paró, cogió el móvil y me
enseñó la conversación con Pedro. No daba crédito, ella había
respondido a los mensajes:
Pedro: Me encantó como me tocabas ayer.
Rosa: A mí me encantó tocarte también
Pedro: Eres preciosa, me puso muy cachondo que me arañases la espalda.
En ese mismo momento y delante de mí ella volvió a responder el mensaje:
Rosa: Gracias, y a mi tu mano por dentro de mi blusa.
Pedro: Cuando quieras puedes seguir arañando.
Rosa: Hablaré con mi novio
Pedro: ¿¿El chico aquel al final era tu novio??
Rosa: Sí, pero no te preocupes tenemos una relación algo especial.
Pedro: No sé... ¿me estás vacilando?
Rosa: No, mi marido es un fetichista y últimamente tiene fantasías muy
raras, googlea "fantasías Cuckold"
Pedro: Joder, ¿de verdad le pone eso?
Rosa: Mucho, de hecho, ahora mismo estoy sentada a horcajadas encima de él
mientras lee nuestra conversación y noto como le está creciendo la
polla...
Pedro: ¡¡jajaja, Hola Joaquín!! De verdad quieres que me folle a tu novia
delante de ti???
Juro que no entendía que me pasaba, supongo que el hecho de haber leído
tantos relatos me había afectado, pero mi polla empezó a crecer y mi
novia que estaba sentada a horcajadas la empezó a notar, a la vez me
estaba cabreando y me estaba poniendo triste, una cosa es que los
relatos así me pusieran cachondo y otra cosa era vivir una experiencia
de este tipo de manera real. Rosa notó que me dio algo de bajón. Se
puso sería y me dijo:
¿Te está jodiendo mucho?
Pues la verdad que me está poniendo muy celoso, ya no solo por el sexo,
sino por la cara que se te ha puesto viendo la conversación, me pone
muy celoso.
En ese momento Rosa me miró de una manera tierna y me dijo:
No te miento, me pone mucho la idea de follarme a este chico, llevo toda
la semana leyendo relatos de este tipo y viendo cómo te la machacas con
los relatos, había pensado que querías saltar a la realidad, pero si te
va a hacer daño prefiero que sigamos como siempre, no pasará de ahí y
no volveré a hablar con Pedro ni a responder ninguno de los mensajes
que me manda.
Yo respondí:
La verdad que prefiero que sea así...
Vale, pues no te preocupes, no le volveré a responder y ya se cansará de
escribirme...
Y así fue, pasaron los días y Pedro le escribía algún mensaje, mi novia me
lo enseñaba cuando lo recibía, con un "Solo para que lo sepas", yo lo
ocultaba, pero cada vez que la escribía me ponía cachondo. Por suerte
tal y como dijo mi novia, un día, dejó de escribirle.
Uno de mis fetiches que más me estimula, como supongo que, a muchos
hombres, es ver a mi mujer con lencería. Así que, para distraerme del
tema de los relatos, un día que llegué antes de trabajar y me metí en
una famosa web a buscar un conjunto para regalarle a mi novia. Una vez
hice la compra del conjunto, estaba cachondísimo imaginándomela con el
puesto así que hice un pantallazo de la compra y se lo mandé por el
WhatsApp.
Joaquín: Mira lo que te he comprado (Foto del conjunto)
Rosa: Ahh es bonito.
Joaquín: Joder estoy cachondisimo imaginándome como follas con el puesto
En ese momento no me di cuenta, pero puse "follas" en vez de "me follas"
Rosa: ¿Qué quieres decir con "Follas"? Creí que ya habíamos zanjado la
temática de los relatos.
Joaquín: Y así es, he escrito rápido y me lo he comido.
Rosa: Yo creo que no te has equivocado, creo que en realidad te mueres de
ganas de que pase de verdad como en los relatos.
Joaquín: Me da mucho morbo, pero creo que no soy capaz...
Rosa: Yo creo que la fantasía ya está en tu cabeza y admito que en la mía
también y hasta que no lo haga, no te lo quitarás de la cabeza.
Joaquín: No sé, puede ser.
Rosa: Creo que le voy a mandar una foto del conjunto y le voy a decir "Mi
novio está cachondísimo imaginando como me follas con esto puesto" ¿Qué
me dices?
Joaquín: Anda ya, deja de vacilarme.
Me sentía raro, en ese momento me daba vueltas el estómago, tenía
excitación miedo y terror de que se hiciera real los relatos con los
que fantaseaba, pero no sé qué me llevó a responder así, supongo que
por WhatsApp era más fácil:
Rosa: No te vacilo, como me digas que sí, no hay marcha atrás y te aseguro
que todo será como alguno de esos relatos que te ponen
Joaquín: Anda, déjalo, si tú no eres así, no quieres esto, no te atreves.
Rosa: No, si... tú sigue retándome...
Joaquín: Venga, te reto, mándale la foto del conjunto y lo de que tu novio
quiere verte follar con el puesto.
Aunque seguía en línea no me escribía, una hora después me envió varios
pantallazos. El primero se veía la foto del conjunto con la frase que
me había dicho. No me lo podía creer, la cosa es que eso ya me excitó
de sobremanera. Lo siguiente fueron pantallazos de la conversación.
Pedro: Vaya, llevaba tiempo sin saber de ti.
Rosa: Ya, es que mi novio se echó atrás, pero en realidad se muere de
ganas de ver cómo me follas.
Pedro: He leído sobre el fetiche cuckold, desde que me lo dijiste
investigué un poco y hay una parte de sumisión, entiendo que quieres
someterle tú a él.
Rosa: La verdad que lo que quiero es follar contigo y que él lo vea.
Pedro: Nunca había estado con una pareja
Rosa: Tampoco nunca había sometido a mi novio.
Pedro: Si me mandas un pantallazo con qué él está de acuerdo, nos tomamos
los tres algo en mi piso y lo hacemos.
No sé cómo había llegado ahí sólo sé que era como en los mejores relatos
que había leído, nunca me había planteado hacer nada real así. Rosa me
escribió un WhatsApp y me preguntó:
Rosa: ¿Entonces qué? ¿Te atreves?
Aún, hoy desconozco el motivo, pero el morbo, todo lo que había leído me
hizo responder.
Joaquín: Adelante.
Rosa: Te mando ubicación, paso a comprarme un conjunto que me guste, a las
17h en la ubicación, si no estás allí empiezo sin ti.
A las 17h estaba allí como un clavo y me encontré en la puerta de un
portal del centro con Rosa, que nada más verme medio un apasionado beso
y me dijo:
Te quiero.
Llevaba una bolsa de una tienda de lencería y volviendo a dirigirse a mi:
Calma, ya me lo verás puesto.
Llamó al telefonillo y la puerta del portal se abrió, yo entré detrás de
ella que caminaba rápido, nos metimos en el ascensor y comenzó a
besarme sin parar hasta que llegamos al piso, yo seguía sin decir nada
con una especie de sentimiento de sumisión que no sabía si me ponía
cachondo o me cabreaba. Al abrir la puerta del ascensor, nos esperaba
Pedro desde la puerta de su piso nos invitaba a entrar:
Pasar, poneros cómodos, ahora os enseño la habitación roja. Tú qué tal
Joaquín, ¿todo bien?
Mi novia preguntó por el baño para cambiarse y sin perder mucho el tiempo
dijo:
Pedro, ata a mi cornudo desnudo en la sala roja, quiero que no pierda
detalle de todo lo que va a pasar y no se pueda masturbar. Después me
esperas desnudo.
En ese instante Pedro amablemente me guío a la habitación, yo obediente y
metido en mi papel me desnudé puse contra los grilletes que al menos
estaban acolchados y dejé que Pedro me atase. Pedro por su parte se
desnudó y esperó unos segundos a qué apareciese mi novia. Cuando entró
en la habitación vestía un precioso corsé rojo y negro con un tanga de
los que tienen abertura por el coño dejando sobresalir un poco sus
labios.
Mi polla en ese momento se puso durísima. Sin mediar mucha más palabra, mi
novia comenzó a besarse con Pedro, y de cuando en cuando me miraba y
decía cosas, como "Mírame cornudo, mira como disfruto". Las manos de mi
novia recorrían todo el cuerpo de Pedro y las de Pedro el cuerpo de mi
novia mientras se oían los besos húmedos y los pequeños gemidos, las
manos de Pedro comenzaban a tantear la humedad de la entrepierna de mi
amada.
Todo esto sucedía a escasos centímetros de mí sin que yo pudiese hacer
nada. Frente a mí, a unos 40cm había una colchoneta tirada en el suelo.
Pedro le pidió a mi novia que se recostase boca arriba, que no quería
que yo perdiese detalle de la comida de coño que le iba a hacer. Le
arranco las bragas sin importar qué se las rompiese y comenzó a comerle
el coño, ella emitía pequeños gemidos de placer, Pedro, a la vez que
lamía alrededor del clítoris, comenzaba a introducir primero y
lentamente un dedo y poco después dos dedos cada vez más rápido, en ese
momento pasó a succionar con los labios el clítoris de mi novia que
aceleraba su respiración y sin variar el ritmo del mete-saca de sus
dedos, Pedro lograba que mi novia tuviese el primer orgasmo, mientras
me miraba a los ojos.
Pedro tenía la polla muy dura y grande en ese momento y pidió a mi chica
que se pusiera a cuatro patas. De primeras comenzó a restregar su
glande a la entrada de su coño y meter un poco la puntita, para que en
un arrebato mi novia gritase "Joder, métemela ya" aun así, Pedro,
entraba muy poco a poco primero suave y después de un rato comenzó a
acelerar el ritmo ella comenzó a gemir y a decirme "No pierdas detalle
mira cómo me follan cabrón" Rosa jadeaba, se la veía disfrutar. En ese
momento comenzó a acelerar la respiración y un gran gemido salió de sus
pulmones. Jamás había visto correrse así. En ese momento a Pedro le
quedaba poco y se puso de pié, y Rosa, dándose la vuelta y poniéndose
frente prácticamente a 40cm de mi comenzó a hacerle una mamada a Pedro
quién no pudo más y se corrió en la boca y tetas de mi chica.
En ese momento Pedro le pasó una toalla a mi chica a la cuál veía excitada
como nunca antes la había visto. Rosa se puso de pié y se limpió con la
toalla, se giró y comenzó a besarme y acariciarme un poco la polla.
¿Qué tal amor, lo estás pasando bien?
Yo estaba muy excitado y solo asentí con la cabeza. Pedro, seguía con la
polla erecta y comenzó a la carga otra vez. Abrazó por detrás y besando
el cuello de Rosa comenzó a buscar los pechos para acariciarlos Rosa
mientras continuaba besándome. Estuvimos así un rato hasta que Pedro se
tumbó en la colchoneta e indicó a Rosa que le montase, ella, se montó
encima de él ensartándose en su polla y recostándose encima, él la
sujetó fuerte para comenzar segundos después una follada dura y
contundente, poco después pude ver como Rosa se corría a chorros, sus
fluidos me salpicaban, jamás le había pasado conmigo, no sé qué tecla
habían tocado, pero no paraba de enlazar un orgasmo tras otro. Era muy
morboso y doloroso verla, no paraban de follar y de cambiar posturas,
hasta que Pedro no pudo más y se corrió dentro de ella dejando su coño
lleno de leche.
Rosa se quedó unos segundos sobre la cama exhausta, Pedro le volvió a
acercar la toalla para que se limpiase, ella se levantó y comenzó a
limpiarse y secarse mientras me miraba:
¡Uff lo he pasado genial amor!
Pedro respondió:
Cuando queráis lo repetimos, me ha encantado.
Mi novia me desató y me cogía una de sus manos llevándola a su coño:
Mira, ¿Has visto como me lo ha dejado Pedro?
Después me indicó que me tumbase en el colchón y subiéndose a mí comenzó a
cabalgarme a lo bestia, yo notaba como su coño palpitaba, la sensación
era distinta a las otras veces que follábamos, después de unos minutos
cabalgándome noté como su coño se volvía a contraer y como aceleraba el
ritmo, noté como se volvía a humedecer y un squirt salía de dentro de
ella, yo no pude más con el morbo y me corrí dentro de ella. Volvió a
caer cansada y dijo:
Uff que placer, no puedo más, me voy a deshidratar
Pedro se fue a la cocina y nos trajo unas bebidas, mientras mi novia se
volvía a incorporar y me preguntó:
¿Te ha gustado? Más morboso hacerlo que leerlo ¿No?
Yo no sabía que decir pero respondí:
Aún estoy asimilando...
Mi novia me acarició la cabeza y me dijo:
Pues espero que asimiles rápido, porque a mi me ha encantado y te aseguro
que vamos a repetir
En ese momento Pedro volvió de la cocina y nos dio las bebidas y se unió a
la conversación:
Por mi encantado de repetir las veces que queráis. De hecho, incluso si
queréis podemos subir el nivel, cuando me dijo Rosa de las fantasías
cuckold y me informé acerca de lo que eran buscando por internet, dí
con un sitio, un local especializado en esto. Sí queréis podemos ir los
tres...
No podía ser, todo se estaba yendo de las manos, pensé yo, en ese momento
Rosa interrumpió:
Pásame la info y le echo un ojo, de momento, ¿Te parece que bien que
volvamos a venir el jueves que viene?
No podía creerlo, mi novia ya estaba quedando para follar la semana que
viene, la situación se había descontrolado por completo.
Mi novia se levantó, y se fue al baño para ducharse y volver a vestirse,
yo comencé a vestirme y Pedro también. Nos despedimos y salimos del
portal como si nada...
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