Mi
mujer, una hermosa hembra blanca de 45 años, aunque parece tener 10 años
menos, es una autentica apasionada de los hombres negros, a nivel sexual
son sus mejores amantes y amigos, aunque diré que también tiene una gran
experiencia en hombres blancos.
En los más de
25 años que llevamos juntos, habrá tenido una treintena de amantes, de
ellos el 30% hombres negros. Yo tengo 10 años más que ella y nos casamos
hace 20 años. La misma noche de bodas ya tuvo una aventura con un amigo
común, negro por supuesto, de le desvirgó su culo, ya que su virgo me lo
había prometido a mi, pero una vez desvirgada, su agujero ha conocido
todo tipo de aparatos.
Yo siempre he sido
un fiel servidor de sus amantes, e incluso un par de ellos, uno de ellos
un negrazo con un gran aparato, me han enseñado las delicias de la
sodomía.
Desde hace 3 años
tiene un amante fijo negro, que vive en otra ciudad pero suele venir
mucho por la nuestra por motivos de trabajo, y si puede cuando viene se
queda en casa a dormir, si no ella pasa la noche con él en su hotel al
que yo debo llevarla, a veces espero en el coche y otras me vuelvo a casa
y la espero hasta que llega bien satisfecha y rellenita, también alguna
vez me permiten subir y ver sus juegos, o incluso voy a buscarle a él
al aeropuerto.
No obstante ella
tiene algunos amantes ocasionales y también por su trabajo debe viajar
mucho, por lo cual en cada viaje mis cuernos crecen inevitablemente.
Ayer era el día en
que venía su amante a nuestra ciudad y la historia fue muy excitante.
Pasé a buscarla al trabajo y fuimos juntos al aeropuerto a buscarle a él.
Nada más verse se dieron un profundo beso en la boca, mientras yo cogía
el equipaje de él. Hasta que llegamos al coche, una amplia van, fueron
dándose achuchones y haciéndose cariñitos. Una vez llegamos al coche,
ellos se sentaron en el asiento de atrás y apenas habíamos salido del
aeropuerto que está a unos 10 minutos de nuestra casa, y ya estaban
morreándose y metiéndose mano.
Unos días antes
ella se había empeñado en comprar una cámara de video de alta resolución
y un DVD portátil que había conectado a la cámara de forma que desde mi
puesto de conducción podía ver perfectamente casi sin distraerme sus
evoluciones en la parte trasera del coche.
Mire el monitor de
TV al incorporarme a la autopista y ella ya estaba sobre su polla que
había sacado del pantalón, dándole una estruendosa bienvenida mientras él
hablaba conmigo del tiempo, del trabajo, etc
Ella se paró un
momento en su mamada para decirme que diera un rodeo antes de llegar a
casa, pues quería hacerle una mamada completa y ambos tienen mucho
aguante, con lo cual me salí de la autopista para coger una
circunvalación.
Durante casi 30
minutos estuvimos circulando por autopistas hasta que él le brindó una
abundante corrida en la boca que ella tragó integra para no manchar la
tapicería del coche. Después él le dio un fuerte morreo mientras le
hacia un habilidoso tratamiento del clítoris que nos llevó otros 20
minutos largos, en fin que más de una hora después llegábamos a nuestra
casa.
Entramos en el
garaje del edificio y mientras yo sacaba el equipaje de él, ellos seguían
jugando, de hecho mi mujer ya iba sin sujetador ni bragas, que él lucia
en el bolsillo de su traje.
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