.:: RELATOS DE CORNUDOS ::.

  "Cuernos consentidos (6)".

 

 

 Hola de nuevo, como ya os dije, mi mujer había conocido a un chico italiano llamado Paolo. Pues bueno, al día siguiente, como era sábado, yo no tenía que ir al trabajo, como nos acostamos muy tarde, yo me desperté sobre la hora de comer, Viki aún estaba durmiendo, la miré allí en la cama desnuda, durmiendo, satisfecha y recordé lo que habíamos hecho el día antes, lo cual me produjo una inmediata erección. Me puse a tocarla y acariciarla, ella haciendo arrumacos se despertó y nos besamos, seguí tocándola un poco y ella me pidió que no siguiera, que ahora no tenía ganas y que se iba a duchar.

 Se levantó, vi como se iba al cuarto de baño y se empezaba a duchar, yo seguía en la cama pensando y recordando (me encanta revivir todo lo que hacemos), en eso oigo su móvil que está sonando y se lo digo a Viki, que me dice que por favor que se lo coja y se lo lleve. Cuando lo saco del bolso ya ha dejado de sonar pero veo que tiene una llamada perdida que miro y veo que pone Paolo. Yo recordé en ese momento que mi mujer me había dicho que quería volver a verlo hoy, le llevé el teléfono al cuarto de baño y le dije quien había llamado, ella me dio las gracias y un beso, estaba preciosa secándose el pelo con las tetas al aire y la toalla a la cintura, vi que dejaba el teléfono cerca de ella y yo me metí en la ducha.

 Mientras me duchaba oigo de nuevo su móvil y ella que contesta, por la manera de hablar de ella se que es Paolo, le oigo a mi mujer decirle cosas y que si que se van a ver hoy pero un poco mas tarde, oigo que quedan sobre las 5 de la tarde en una dirección que ella toma nota, oigo como se despiden y mi mujer vuelve a arreglarse.

 Terminamos de arreglarnos y mi mujer me dice lo que ya yo había intuido de lo que había oído de su conversación, que había quedado con Paolo a las 5 de la tarde en tal sitio. Yo le digo que iremos, pero ella me dice: sabes... había pensado en ir yo sola, ya que me apetece estar un rato con él a solas. La miro y le digo que ella sabe que me gusta ir con ella para que no pase nada y tenerla un poco controlada, además que me gusta ver como disfruta y lo pasa bien. Ella me dice que ya lo sabe pero que en esta ocasión le gustaría ir sola, que se lo había pedido Paolo porque parece que le daba mucho corte al chico saber que yo estaba cerca y mirando, pero que ella lo convencería para o bien esa noche o mañana que yo estuviera presente y que no obstante me llamaría para decirme donde estaba y como lo estaba pasando, que no me preocupara.

 Yo finalmente accedí a sus peticiones y nos fuimos a comer un poco. Después de comer volvimos a casa y mi mujer se estuvo arreglando un poco, yo estaba en el sofá mirando la tv y esperando y ella cuando terminó de arreglarse salió y me preguntó si estaba bien. Se había puesto un blusa roja cruzada que se ataba a la cintura y unos pantalones blancos tipo pirata en los que se le notaba el pequeño tanga que llevaba. Yo le contesté que estaba muy bien y que seguro que gustaba a todos, se acercó a mi y me dio un beso y me volvió a decir que no me preocupara, que me llamaría y que luego me contaría todo.

 Bueno, la acompañé a la puerta y la vi como bajaba por el ascensor hacia el coche. Yo me quedé en casa pensando en todo lo que iba a pasar y que yo no podía ver al menos ahora, me puse cómodo y me hice una paja pensando en mi mujer y en el tal Paolo, recordando lo que había visto ayer y pensando en lo que iban seguro a hacer.

 Eran las 10 de la noche y aún no sabia nada de mi mujer, por lo que estaba ya nervioso y estaba ya apunto de llamarla, en ese momento oigo que suena mi móvil y veo que es mi mujer, lo cojo inmediatamente y le pregunto que pasa, ella me dice: hola cariño, perdona pero he estado muy ocupada y no he tenido tiempo de llamarte, pero no te preocupes que todo está bien. Yo le pregunto que cuando vuelve o donde nos vemos, y ella me dice: sabes, Paolo ahora me ha invitado a tomar algo en una pizzería de por aquí y luego iremos a bailar un poco, espérame en casa que ya vuelvo yo a casa. Yo le dije que me apetecía verla ya, pero ella insistió y me dijo que mañana yo iba a tener premio seguro por ser tan comprensivo y bueno, me mandó un beso y cortó.

 Yo me quedé allí en el sofá con el móvil en la mano y nuevamente pensando en la puta de mi mujer, en lo que me gustaba sentirme cornudo y en todo lo que me había insinuado que había pasado y que iba a pasar, además pensaba en lo último que me decía, lo del premio para el día siguiente en que podía consistir. Bueno, por no alargarlo, como podréis imaginar estuve toda la noche esperando en el sofá, me masturbé varias veces mientras pensaba en ellos aunque no siempre me corría, sino que me ponía a tope.

 Sobre las 3 de la madrugada me acosté en nuestra cama pero no pude dormirme, estaba dando vueltas en la cama nervioso, caliente y con ganas de que mi mujer volviera y sobre las 5 oigo que se abre la puerta de la casa y para que pareciera que no me preocupaba mucho me hago el dormido. Oigo como se cierra la puerta.

 Como tenía la puerta de la habitación abierta veo como entra sin encender la luz en el comedor, mi mujer que se acerca a la habitación entra y besándome en la mejilla me susurra: cariño estás dormido?. Le digo que no, que como voy a estar dormido si tengo muchas ganas de verla. Ella me dice: no te preocupes y sigue haciéndote el dormido, y tranquilo que luego vas a disfrutar mucho. Yo, sorprendido, la miro en la oscuridad y ella me besa en la boca, se separa de mi y saliendo de la habitación me dice: no salgas de aquí por favor.

 Sale de la habitación y veo como se enciende una lámpara de pie que tenemos cerca del sofá y veo que mi mujer sale del comedor. Yo estoy intrigado por lo que me ha dicho y espero allí acostado y mirando por la puerta entreabierta de la habitación la entrada del comedor. Al poco veo como vuelve a entrar mi mujer y sorpresa, detrás de ella entra Paolo.

 En la misma puerta del comedor mi mujer se da la vuelta y empieza a besar a Paolo (seguro que lo hizo para que yo lo viera claramente), Paolo la tiene por la cintura y poco a poco marcha atrás van hacia el sofá del salón. Oigo como se sientan y yo no puedo estar mas rato allí acostado, me levanto y me acerco a la puerta de la habitación para oír y ver lo máximo posible.

 Desde donde estoy no puedo ver el sofá, pero sí oír. Estamos a menos de 3 metros. Escucho como mi mujer le dice: no te preocupes, mi marido está dormido y no pasa nada aunque se despierte. También oigo que le dice: es un cornudo consentidor como ya bien sabes y le encanta ver como se follan a su mujer, por lo que no te preocupes. Oigo al tal Paolo que le dice: vale Viki, lo que tu digas.

 Yo estoy con un calenturón de miedo y con la polla en la mano dura como una piedra, y poco a poco saco arrastrándome por el suelo para que en lo posible no me vean (para cumplir los deseos de mi mujer), empiezo a asomarme para intentar ver lo que están haciendo. En ese momento solo se oyen jadeos, por lo que imagino que ya están follando. Termino de asomarme un poco y allí los veo, Paolo sentado en el sofá desnudo con mi mujer encima totalmente desnuda subiendo y bajando de la polla del chico.

 Desde donde estoy veo que es difícil que me vean, por lo que sigo observando con cuidado la follada de ambos. Mi mujer se quita de encima del chico y acuesta en el sofá, se abre de piernas y él empieza a comerle el chochito, ella al poco le pide que la folle otra vez cosa que inmediatamente cumple, colocándose encima de ella y empezando un mete saca que no veas. Mi mujer empieza a notársele que se va a correr porque empieza con sus grititos y le oigo que le dice: sigue sigue. Yo me estoy pajeando acostado en el suelo oyendo y mirando y me corro cuando estoy oyendo que mi mujer le dice: dámelo dámelo todo, correte ya hummmm que gusto me das.

 Veo como se empiezan a relajar encima uno del otro, por lo que sé que se han corrido. Yo me vuelvo a la cama y espero allí a ver que pasa. Oigo que mi mujer dice algo aunque no se lo que es y supongo que él le contesta, aunque no oigo nada, ya que hablan bajito. Siguen charlando y al poco veo como se apaga la luz y veo como entra primero mi mujer a la habitación, pero sorpresa, detrás de ella, cogido de su mano entra también Paolo. Veo como se dirigen a la otra parte de la cama. Ya imagino lo que quiere hacer mi mujer, quiere dormir con su amante toda la noche y en nuestra cama. Noto como se acuesta mi mujer, que se pega a mi y me empieza a morder la oreja y a besarme el cuello, y me dice: quiero dormir hoy con los dos.

 Yo me doy la vuelta y la beso y la abrazo, y claro, como ya suponía noto alguien mas detrás de mi mujer. No me importa y noto como él se pega también detrás de mi mujer y la abraza, por lo que ella está como en un sandwich entre nosotros dos. Es maravilloso el momento y la situación. Mi mujer entre nosotros dos con el brazo de Paolo metido entre ella y yo a la altura de sus tetas sobándola y yo con mi brazo en la espalda de mi mujer entre el pecho del chico y ella.

 Noto como mi mujer va bajando su mano hasta mi polla que está volviendo a reaccionar y empieza a tocármela, tambien noto como con la otra mano está haciendo lo mismo pero con Paolo, yo bajo mi mano hacia su coñito para acariciarlo y se lo empiezo a tocar, notando como ella enseguida reacciona abriendo sus piernas y empezando a gemir. Paolo mientras se dedica a tocarle las tetas y a recibir sus caricias manuales, besándola de vez en cuando.

 Yo estoy metiéndole mis dedos ya en su coño que como imaginareis está muy mojado debido a las corridas anteriores y a la calentura que está teniendo ya, en eso mi mujer se gira hacia Paolo y se monta encima de el metiéndose la polla hasta el fondo de un solo golpe, empezando nuevamente a subir y bajar de la polla del chico. Yo los estoy viendo perfectamente y levantándome y poniéndome detrás de ella le digo que se incline sobre Paolo y empiezo a pasarle mi polla por su culo. Ella sabe lo que pretendo y me facilita la labor abriéndose un poco mas e inclinándose sobre el chico.

 Con su culo a mi disposición le empiezo a meter un dedo y luego otro llenos de sus jugos y sacándolos inmediatamente y empiezo a meterle mi polla. Ella empieza a dar grititos, no se si de placer o dolor, pero no se retira, por lo que se la meto hasta el fondo. Entonces empiezo a moverme poco a poco y mi mujer empieza a correrse besando al chico y pidiendo que se corra otra vez, lo cual hace sin muchos esfuerzos, tanto él como yo.

 Nos relajamos un poco acostados en la cama y mi mujer besándome nuevamente me dice que ahora quiere dormir un poco, con lo que se da la vuelta y abrazándose a su amante y dándole un beso nos ponemos a intentar dormir.

 Yo la verdad es que dormí poco, pero lo pasé muy bien mirando y pensando. Mi mujer si durmió hasta la mañana siguiente y el chico supongo que también, porque no dijo ni se movió prácticamente nada, pero me encantó la mañana del domingo que me desperté y vi a mi mujer encima del chico durmiendo los dos y yo contemplándolos.

 Me levanté al aseo y me duché. Cuando salí ya estaban despiertos los dos. Mi mujer me pidió que les hiciera café, cosa que también me apetecía a mi, mientras ellos se asearon y se vistieron y luego en la cocina desayunamos los tres comentando mi mujer lo bien que lo había pasado y que lo teníamos que repetir. Cuando terminamos de desayunar, Paolo dijo que tenía que irse, por lo que mi mujer me dijo que iba a llevarlo y que luego volvería. Los despedí en la puerta y esperé a que volviera mi mujer. Luego ya os contaré qué pasó.  Email.

 

 

 

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