.:: RELATOS DE CORNUDOS ::.

  "Cambio de planes".

 

 La historia que paso a contaros a continuación me pasó hace un par de meses. Tengo 34 años y llevo tres casados, y pongamos que mi nombre es Jaime. La historia va de cómo le puse los cuernos a mi mujer, es decir en este caso la cornuda es ella, pero los acontecimientos en los que ocurrieron esos cuernos son mi historia.

 Marta (mi mujer y yo) nos llevamos bien, ella es mona, sin ser un bellezón es bastante atractiva lo que pasa que no se arregla mucho y general diría que no es muy coqueta, que si lo fuera ganaría un montón.

 Pues bien, tenemos una pareja de amigos con los que vamos a cenar muchas veces, incluso con otras parejas sin hijos que formamos una pandilla.
Esta pareja formada por Adolfo y Lucía son, diría yo, lo opuesto a nosotros pues Lucía es una mujer coqueta y guapísima y su marido es mas bien dejado, digo opuesto porque yo me cuido bastante y hago mucho deporte pero mi mujer no, o sea, en mi caso el hombre se cuida mas que la mujer y en el caso del matrimonio de Lucía es al revés.

 Tras este preámbulo paso a contaros, el meollo de la cuestión. Las dos parejas hemos quedado muchas veces pero nunca hemos notado ningún tipo de tensión sexual aparente aunque reconozco que Lucía me parece preciosa y casi diría que es mas o menos como me gusta que sea una mujer.

 También al igual que yo viaja mucho por temas de trabajo, y resulta que un día coincidimos en el aeropuerto de una ciudad pequeña de España esperando nuestro vuelo, ella la verdad que estaba guapísima con un traje de ejecutiva negro con una blusa blanca que le quedaba ceñidísimo mostrando sus pedazo de tetas. Como llevaba mucho retraso el vuelo, nos fuimos a la cafetería a tomar algo, y estando sentados en la barra se desabrochó el primer botón de la blusa, dejando ver un canalillo digno de admiración y lo que es mas excitante, a pesar de ser primavera, se intuía un cuerpo moreno y bastante bien moldeado por el deporte.

 De hecho, estuvimos hablando de eso, de los ejercicios que hacíamos cada uno, pues ella sí me destacó que se notaba que estaba en forma. Lo cierto es que con un par de copas pequeñas que nos estábamos tomando, yo al menos me iba animando un poco y me sentía relajado para empezar a hacer preguntas picantes puesto que se notaba cierto coqueteo, de hecho hubo un momento que me tuve que acercar a su cara para oír lo que decía puesto que había mucho ruido en la cafetería, y pensé en las ganas que tenía de darle un beso en esos labios carnosos.

 Para haceros una idea, os diré que Lucía mide 1,75 metros aproximadamente, es morena de piel y se tiñe de rubio aunque en la raíz se intuye que es morena, tiene unos ojazos marrones y esta delgada y fibrosa. Es muy coqueta y siempre lleva pintadas las uñas de las manos color pastel y la de los pies marrones oscuras, os cuento estos detalles porque estando en la cafetería iba a proceder a quitarse la manicura puesto que a su marido no le gusta que la lleve a pesar de que “haya cedido” a la pedicura, puesto que Lucía se empeñaba.

 Por mi parte, mi mujer dentro de su naturaleza descuidada jamás va tan maquillada como Luci y ya no te digo de manicura y pedicura. Os parecerá extraño pero unas manos y pies cuidado y delicados siempre me han gustado, así que le dije que era una pena que tenía unas manos preciosas y me dijo ella “pues me las voy a dejar para tí hasta que vuelva a casa y allí me las quito para que vea Adolfo que me las pongo y se joda un poco”.

 Total, que el tiempo empeoró y llovía a mares, y suspendieron el vuelo hasta las 8 de la mañana del día siguiente, con lo que nos fuimos al hotel que está al lado del aeropuerto pero pensando en ir a una habitación cada uno, en principio solo estábamos coqueteando a pesar de cómo dije antes llevar un par de bebidas cada uno.

 Al llegar a la recepción había una cola tremenda, hasta tal punto que cuando nos tocó le deje a ella hacer su reserva primero, pero la chica del mostrador del hotel nos dijo que solo le quedaba una habitación, que los demás debían volver al aeropuerto (quedarían unos 8), pero es mas, es que la habitación debía reservarse por dos personas, nada de individual, y mi sorpresa fue cuando Luci dijo que ella se quedaba en la habitación con su novio señalándome a mí.

 Creo que en ese momento tuve una erección tremenda de pensar que iba a estar en la misma habitación que ella, y realmente me empecé a sentir extasiado, no se, es como cuando pasa algo que llevas deseando….toda la vida?

 Llegamos a la habitación y para seguir con la racha de buena suerte, la cama era una de matrimonio, no dos juntas como en muchos hoteles, con lo cual además sabía que iba a dormir con ella, aún así yo le dije que durmiera ella en la cama que yo me apañaba en el sofá, y me dice ella: “sabes perfectamente que no voy a permitir eso”. Total que empezamos a deshacer las maletas, y vi entres sus pertenencias un conjuntito que debía quedarle de muerte, y ya bastante animado se lo comenté.

 Me dijo que se lo había comprado porque le encantó al verlo pero que ni siquiera se lo había probado aún, y es mas, que iba a probárselo ahora para ver como le quedaba y que esperaba que le gustara a Adolfo.

 Eso de que me lo nombrara me bajo un la líbido y me quitó un poco las ilusiones (que no las ganas, al revés) de pensar que podría pasar algo.
Le dije que me parecía estupendo que se lo probara y que prometía decirle la verdad de lo que pensaba, aunque el veredicto era mas que positivo de antemano.

 Se metió en el cuarto de baño, y allí estuvo un rato, de hecho parecía que estaba hablando por teléfono y me recordó que debía llamar a mi mujer para decirle que no llegaría hoy por lo del vuelo, pero ni de coña le iba a decir lo que estaba pasando, ni siquiera que Luci estaba en el mismo aeropuerto que yo.

 Empecé a desvestirme porque me había mojado el traje en el trayecto del aeropuerto al hotel, y en ese momento salió ella, joder como estaba, con el pelo mojado porque se había duchado, con el conjunto que le quedaba entalladísimo y perfecto.

 Estaba morenísma de piel seguramente por rayos uva, con el pelo recogido en una coleta y como digo con el conjunto puesto, y sin bragas, su coño estaba totalmente rasurado y se veía que debía ser lo mas suave del mundo, tenía unas piernas largas preciosas y brillantes de haberse echado crema hidratante, los pies enormes y preciosos como dije al principio con la pedicura marrón chocolate y unas tetas que se trasparentaban y que eran enormes.

 La vi y me quedé paralizado totalmente, estaba solo con los calzoncillos y los calcetines, y tuve otra erección brutal, así que inconscientemente me terminé de quitar los calcetines me quedé de pie delante de ella diciéndole lo afortunado que era su marido pero que mas afortunado era yo por ver lo que estaba viendo en ese momento.

 Me dijo ella que a mi amiguito (refiriéndose a mi polla) también le había encantado ver aquello, y le dije que no sabía bien cuando, así que me acerqué y le dije “espero que no te importe que por lo menos te bese en la boca por lo buena que estás” y ella me dijo que esperaba que hubiera mas que eso, así que la besé y empecé a tocarle las tetas, las tenía duritas pero os puedo asegurar que eran naturales, lo que pasa que bien trabajadas por el gimnasio.

 Ella olía superbien debido a las cremas, y ya corto ni perezoso empecé a decirle mientras le besaba por todo el cuello lo que me había gustado siempre lo que me gustaba su culo, y las ganas que tenía de follármela, y ella solo decía que estaba chorreando y que necesitaba que un tío de verdad como yo se la follara como es debido.

 Nos tumbamos en la cama, y me quito los calzoncillos y empezó a masturbarme con sus manos frías y suaves, joder solo pensaba no correrme pronto pero es que era tan femenina, tan suave, tan increíble que iba a ser difícil.

 Le dije que necesitaba preservativos pero me dijo que no, que tomaba la anticonceptiva, y que podía correrme dentro de ella todo lo que quisiera, es mas, que necesitaba sentir entre las piernas una buena corrida.

 Así que la tumbé, le levanté las piernas, y se la metí poco a poco mientras le decía “recuerda este momento porque es la primera vez que te la voy a meter” y ella empezó a gemir en tonos pausados aunque poco a poco se iba animando.

 Pero de repente me dijo que parara y que me saliera, temiendo que se estuviera arrepintiendo la besé y me pidió otra vez que parara que me tenía que decir una cosa importante. Me dijo que le gustaba mucho y que no sabíamos si eso se podría volver a repetir con lo que me propuso hacer realidad las fantasías que no fuera capaz de hacer con mi mujer para recordar siempre ese como el mejor polvo de nuestras vidas, y le dije que sí, que qué quería ella, y me dijo que me la follara de rodillas ella con las manos en el respaldo de la cama, dándome la espalda, que por el coño que ya veríamos que hacíamos con su culo, y agarrándola del pelo mientras le decía lo guapa que era, lo buena que estaba, lo mucho que me estaba gustando follármela y …….lo que la quería ¿??? Necesitaba cariño sexual, y si podía ser del salvaje, pues mejor aún.

 Joder, y es que a mí me encanta follar así, total que la puse en esa posición y empecé a metérsela lentamente y con su brazo me impulsó mas hacia ella para que me metiera rápidamente dentro suya. Empecé despacio pero luego empecé a darle caña con un ritmo mas frenético, la agarraba de la cintura y luego subía las manos hasta sus enormes tetas las cuales no paraba de toquetear y agarrar. Y empecé a decirle de todo, que qué buena estaba, que me la iba a follar toda la noche, que quería estar con ella, que la quería y cuando le dije eso empezó a correrse y a dar unos espasmos que aceleraron mi ritmo de penetración y me corrí yo también, sujetándola fuerte por los hombros y metiéndosela lo mas profundo que podía mientras ella no paraba de gritar, gemir y yo que se las barbaridades que decía por esa boca, que vaya polla mas buena, que su marido era un imbécil que no sabía meterla, que estaba necesitada, y bueno poniéndome a mi por las nubes. Os aseguro que tuvo que notar el chorreón de semen, porque me corrí como pocas veces lo había hecho en cantidad, y al intentar salirme me dijo que me quedara, que reposara el polvo un poquito dentro de ella, y así lo hice.

 Al terminar me dijo que había sido uno de los mejores polvos que recordaba, yo aseguro que para mí fue el mejor por la intensidad y el deseo. Me dijo que se iba a poner cómoda y se quito el conjunto y se quedo totalmente desnuda y fue un espectáculo el magnífico cuerpo que tenía, y vuelvo a reiterar el moreno tan favorecedor que se daba incluso en las tetas, a pesar de que a veces me gusta ver las marcas del bikini sobre pieles morenas. Al ver ese cuerpo volví a empalmarme a pesar de que acababa de correrme hacía dos o tres minutos pero ella me dijo que esperara un poquito, que había tiempo (serían las once menos algo de la noche y debíamos dejar la habitación a las seis y media). Se puso un albornoz de color blanco del hotel y llamé al servicio de habitaciones del hotel para pedir la cena, y aproveché para pedir al de recepción un uniforme de limpiadora del hotel con la excusa de que era para Lucía que supuestamente se había empapado y no tenía ropa seca, por supuesto el recepcionista me dijo que no habría problema.

 Ella me preguntó que qué me proponía y yo le dije que mi fantasía iba a consistir en follármela con ese uniforme puesto, ella me guiño el ojo y me dijo “así me gusta tío, con imaginación. Que sepas que soy toda tuya en tu fantasía igual que tu lo fuiste mío durante la mía.

 Cenamos mientras hablábamos sobretodo de sexo, posturas, vivencias, nuestras parejas actuales y pasadas, deportes y en fin poniendo a tono de nuevo el cuerpo para la segunda parte.

 Cuando al llegar a la habitación abrimos las maletas también ví unas sandalias preciosas y le dije que se las pusiera junto con el uniforme para parecer mas putita, le encantó la idea y me dijo que eran nuevas, que las íbamos a “estrenar”.

 Me tumbé en la cama totalmente desnudo y ella empezó a chupármela vestida con el uniforme blanco y rojo de limpiadora y sus sandalias nuevas. Chupaba a ráfagas cortas y rápidas y cada tres o cuatro embestidas hacia una chupada profunda que por momentos pensaba que me iba a correr. De hecho, ella me dijo que nunca se le habían corrido en la boca, pero que esta vez haría una excepción porque estaba realmente cómoda, aún así le dije que no se preocupara que pensaba follármela un buen rato después de la chupada.

 Después le pedí que me masturbara un rato, porque como os decía al principio, Luci tiene unas manos prodigiosas en todos los sentidos, unos dedos largos muy cuidados y unas uñas largas muy bien tratadas en color pastel, al sentir sus manos frías en mi pene y mientras la veía vestida de limpiadora, perdí el control y me corrí, llegándole parte de la corrida a la boca, diciéndome ella “te lo dije, que haría una excepción” y nos echamos a reír.

 Como me corrí pronto, me dijo que para el siguiente, yo todavía podía pedir porque había hecho trampas al acariciarme los huevos de tal manera que fue inaguantable y me corrí.

 Le dije que me diera diez minutitos y que estaría listo, y que esta vez le pedía que estuviera totalmente desnuda y que le iba a pedir un par de favorcitos. En esos diez o quince minutos nos tomamos un par de whiskeys del minibar y aproveché también para darme una ducha y estar mas limpio para el siguiente polvo.

 Al salir del cuarto de baño allí estaba ella, totalmente desnuda con el cuarto a oscuras solo iluminado por la luz de la pantalla gigante que tenía la habitación y escribiendo un mensaje en el teléfono móvil.

 Me dijo que iba a dejar la tele porque le gustaba follar con esa luz, le dije que perfecto y volvimos al ataque. Reconozco que me dolía un poco ya la polla porque había estado empalmado prácticamente desde que entre en la habitación hacía ya casi tres horas largas.

 Nos tumbamos y empezamos a besarnos, cosa que hacía muy bien, sobretodo por lo juguetona que lo hacía. Me puse encima y se la metí y empezó a gemir otra vez, cada vez mas fuerte mientras le metía mano por todos sitios e intentando tocarle todo, incluido los pies, a los cuales tenía curiosidad de tocar por lo perfectos que eran.

 Luego me incorporé un poco y me la empecé a follar poniendo sus piernas en mis hombros y viendo como fruncía el ceño de placer y como sus ojazos marrones me miraban fijamente de una manera muy erótica.

 Curiosamente estaban echando en la televisión en ese momento la película Acosada cuya actriz es Sharon Stone, y además una escena bastante subida en la que los dos actores principales follan en una silla y luego en la cama, como paramos para terminar de ver la escena, Luci me dijo que en su turno quería que repitiéramos esa escena, le dije que sí pero que cuando terminara con lo que estábamos haciendo en ese momento, a lo que ella me dijo a la vez que me guiñaba “lo que tu digas chavalote”.

 Seguimos en lo nuestro, y al ver ella que le tocaba mucho los muslos, las piernas y los pies, movió éstos desde los hombros a mi boca, y así le pude besar sus magníficos dedos. Después de un rato, le dije que me tumbaba yo y que se pusiera encima mía y cabalgara un rato, y así y tras un par de minutos en los que estuve tocándole las tetas de de todas las formas posibles me tapó la mano con la boca y me susurró al oído que le estaban echando el mejor polvo de su vida y que sabía que mi mujer no hacía ni la mitad de lo que ella me estaba haciendo ,ni la mitad de lo que se estaba dejando hacer y al oír eso, me corrí porque era la puñetera verdad, joder me estaba follando la tía que mas ganas tenía de follarme y al ver lo zorrona que era, no me habría imaginado que el día terminaría así.

 Después de follar nos tumbamos y nos quedamos dormidos un par de horas, y serían eso de las tres y cuarto de la mañana cuando me despierta y me dice que quiere hacerlo una vez mas, que le encantaba como lo sentía conmigo y cumpliendo con lo prometido follamos como en la película, me senté en el sofá de la habitación y ella se sentó de rodillas encima mía y empezamos a follar otra vez mientras le comía toda las tetas y la besaba sin parar, porque en este polvo, quería aprovechar para besarla mas de lo que había hecho en los tres anteriores.

 Después de un rato, me dijo que la llevara a la cama, y la cogí en brazos y la deje con cuidado sobre la enorme cama de matrimonio de la habitación y follamos durante unos minutos mas en la postura del misionero hasta que ella se corrió y al medio minuto lo hice yo. Luego nos dimos un beso y seguimos durmiendo hasta las 6 que nos despertamos, nos duchamos (por separado) y bajamos a desayunar, y ya luego camino del aeropuerto.

 Esta fue la primera vez, y mas adelante si os gusta y los comentarios que reciba son buenos contaré en otro relato si ha habido algún encuentro mas, fortuito o premeditado jejejeje

 Un saludo a tod@s y espero comentarios.  
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