.:: RELATOS DE CORNUDOS ::.

  "A mis 43 años empecé a ser infiel (5)".

 

 Lo primero, gracias, gracias y gracias por vuestros comentarios y por vuestras fotocorridas, me encantan. A petición vuestra continuo contando mi historia.

 Pasaba los días desesperada por recibir un whatsaap, por verlo, besarlo, sentirle dentro de mí. Sé que me comportaba como una niña malcriada, la que quiere las cosas al instante sí o sí y si no me cabreaba. Él siempre repetía lo mismo, que era joven, que quería divertirse, salir y no comprometerse.

 Una mañana recibí un correo de una oferta en un spa, y le comenté a mi niñato de ir. Él me contestó al rato que sí que estaría bien.

 - Te recojo mañana a las 11h donde siempre, niñato -Dije-

 - Perfecto mamá, ahí te esperaré, besos -Contestó-

 A la mañana le recojo y nos vamos en mi coche, llegamos al spa, nos cambiamos y entramos al circuito. Nos besábamos, tocábamos por todas las termas, yo estaba muy caliente.

 - Mamá, ¿te apetece sauna?

 - Sí, estaremos mejor un rato ahí solos -Contesté-

 Entramos a la sauna, era pequeñita, como para 4 personas, pero muy cómoda. Al entrar me quité el bañador frente a Karam y me puse la toalla. Claro, en la zona no había nadie, estábamos solos. Él al verme hizo lo propio. Se sentó a mi lado cogiéndome la mano y llevándola por debajo de su toalla a la vez que me besaba los labios.

 - Mira mamá cómo me tienes -me dijo-

 Le toqué la polla y la tenía empalmada.

 - Ufff, ¿y esto niñato? ¿cómo estás, no? -Dije sonriendole pícaramente-

 Empecé a masturbarle lentamente, apartó su toalla y se recostó en el banco.

 - Sí mamá, así, sigue, no pares, mamá -Me decía-

 Con la mano me soltó la toalla dejándome las tetas desnudas y a la vista. Empezó a tocarlas y a pellizcarme los pezones, me tenía a 100, muy mojada.

 - Chúpala anda, mami venga -Me pedía-

 Miré si había alguien fuera y me agaché hacia su polla, pasé mi lengua por su capullo saboreándolo, capullo duro, gordo, lo saboreé con mi boca y empecé a mamársela.

 - Siii, así, no pares, sigue mamá -Me decía-

 Empecé a acariciarme, sudada empapada. De reojo vi girar la manilla de la puerta, me incorporé y me traté de tapar los pechos.

 - Tranquila, no pasa nada mamá, nadie nos conoce, tranquila, relájate mamá -Me dijo el niñato a la vez que un hombre entró en la sauna-

 Era un hombre de unos 60 años bajo, gordete, con mucho vello, canoso y medio calvete.

 - Hola, buenas -dijo el hombre-

 - Hola -dije avergonzada mientras me intentaba tapar-

 - Muy buenas, encantado -contestó Karam-

 Karam seguía con la polla erecta recostado, no se cubrió frente al hombre, el hombre nos miraba con una sonrrisa en la cara. Al ver así a mi moro se levantó y se quitó el bañador frente a nosotros, dejándonos ver bien su polla canosa. Se giró a la ventana de la puerta, bajó la persiana y puso el pestillo. Seguidamente, se volvió a sentar frente a nosotros.

 - Ya no entrará nadie -exclamó-

 - Jo mamá, y nosotros sin saber que podíamos echar el pestillo y bajar la persiana, jijiji -se rio Karam-

 - ¡¿Es tu mamá?! -exclamó el hombre-

Yo iba a contestar que no, claro, pero Karam se me adelantó.

 - Sí abuelo, está estupenda, ¿verdad? -Dijo el morito-

 Me quedé callada cortada, sofocada. Mi niñato me cogió de la mano y la volvió a llevar hacia él, yo intenté resistirme pero él no aceptaba un no.

 - Vamos, sigue mamá, sigue, mira cómo me tienes -me dijo-

 Colocó mi mano en su polla nuevamente.

 - Venga mamá, venga, no te cortes, chúpamela mamá -Me Decía-

 - Sí, hazlo, hazlo por tu hijo -Dijo el abuelo mirándonos-

 Vi como el abuelo empezó a acariciarse la polla que crecía a cada momento. Debo decir que aunque no estaba dotado, estaba bastante bien para su edad.

 No sé cómo me dejé llevar, se la agarré con fuerza a Karam y agachándome se la empecé a mamar de nuevo, seguía dura como antes.

 El abuelo se levantó y se colocó justo a mi lado, noté cómo su mano tocó mi espalda, con mi brazo le aparté y seguí chupándosela a mi niñato. El abuelo insistió.

 - Déjale, deja que te toque, mamá, solo eso -Me dijo el morito-

 El abuelo se lo tomó al pie de la letra, agarró mi toalla y me la bajó dejándome los senos descubiertos para él. No tardó ni un instante en llevar sus manos a mis tetas, que las magreaba como si no hubiera tocado unas tetas hacía mucho tiempo. Eso me encendió más aún y el abuelo empezó a acariciarme la espalda bajando hacia mi culo.

 - ¿Te gusta mamá? ¿te gusta mi polla en tu boca y que ese abuelo te toque? Contesta, mamá -decía Karam-

 - Sí, niñato, ummmm, glup, glup. -Contesté-

 - Separa las piernas, ábrelas mamá -me ordenó-

 Medio recostada sobre la polla de mi niñato, separé las piernas, levantando una al banco. Ahí me encontré bien abierta.

 - Uffff, qué coño tiene tu madre y mojado -dijo el abuelo pasando su mano por encima-

 - ¿Te gusta su coño? Es mío. Mi mamá es mi guarra personal y solo mía -le contestó Karam-

 El abuelo empezó a masturbarme, notaba su mano húmeda llena de su saliva pasar por todo mi coño, sus dedos entraban dentro 1,2,3... Empezó a follarme con su mano mientras yo seguía ahí espatarrada mamando la polla de mi morito.

 - Ummm... Aaaaaaa -gemí corriéndome en la mano del abuelo-

 - ¡Te gusta eh mamá, te gusta! ¿A quién perteneces, guarra? Díselo a este hombre mamá -Me decía-

 - Ahhh... a ti niñaatooo, a ti mi vida, ahhh, soy tu guarra niñato, ahhh -Le contesté corriéndome continuamente en esa mano-

 El abuelo se estaba masturbando a la vez que me metía los dedos a mí, de reojo le vi con la polla dura en la mano masturbándose de arriba abajo y restregándose mis flujos en su polla.

 - Mamá levanta, ponte de rodillas ahí -Me ordenó Karam-

 Así lo hice. Karam se levantó, se colocó enfrente mía y me metió su polla en la boca, con el brazo le dijo al abuelo que se levantara y se colocó al lado de Karam, el abuelo ah y de pie se masturba frente a mi cara y Karam seguía dándomela en la boca. Karam la sacó y agarrándome del cabello me acercó al miembro del abuelo.

 - Lámele un poquito, que vea la lengua que tienes, mamá -me dijo-

 - Nooo, nooo, eso no -Me negué-

 - Hazlo por mí, mamá, vamos, no te lo digo, te lo ordeno, mámasela un poco, vamos, hazlo por mí -dijo acercándome del pelo-

 Al llegar al miembro del abuelo abrí la boca, su polla dura y mojada de mi saliva, empecé a mamársela por orden de mi morito y Karam a la vez se masturbaba dándome golpes medio agachado en mis senos.

 - Tu madre me hace correrme yaaaa -dijo el abuelo-

 - ¡En las tetas, échasela en las teta! -Exclamó Karam-

 - Aahhh... tomaaaaa, aaahhh, qué paja, aaaahh -dijo corriéndose en mis senos-

 - Yo también estoy a punto mamá, no aguanto más, levanta y gírate.

 Me recostó sobre el banco a 4 patas.

 - Abre el culo para mí, ábretelo como tú sabes, va a ser solo un momento -me dijo-

 Separé mis nalgas y su capullo entró en mi culo, entró y sacó su capullo de mi culo no más de 5 veces.

 - Aaaaa, toma, tómala en tu culo mamá, aaaa, toma mi lefa guarraaaaaa -gimió-

 - Sí niñatooo, aaaaa, me corrro contigo amor, aaaaa -grité-

 Al terminar de correrse Karam en mi culo y yo en mi mano al sentir su semen dentro de mí, nos incorporamos y el abuelo ya estaba con el bañador puesto cerca de la puerta. Nos medio pusimos la toalla y el abuelo se despidió.

 - Tienes una madre estupenda, disfrútala, y usted señora, encantado de conocerla -dijo abriendo la puerta y marchándose-

 Nos duchamos, nos vestimos y nos marchamos.

 Durante el camino vinimos charlando y me confesó que le había encantaba ver a su chica con otro disfrutando. Me gustó oir mucho lo de ver a su chica. Y yo le contesté que disfrutando yo con él estaba dispuesta a todo por complacerle.

 Le dejé donde siempre y me marché para casa. Al entrar al garaje otra vez recibo un WhatsApp.

 - Así si me enganchas, viendo que eres mi puta y haces lo que te digo. Me encantas, mamá. ¡Muakkkk! -Escribió-


 Continuará.

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