Elena me reconoce
que le encanta eso de tener alguna experiencia fuera del matrimonio.
Que hace cosas que conmigo no se le ocurren, y que se excita de otra
manera. Esta muy bien conmigo, y no quiere joder la cosa. Como ve que
yo disfruto, pues reflexiona que un dulce no le amarga a nadie, y que
así esta bien.
Durante un tiempo esta el tema tranquilo. Alguna noche, de juerga, se
enrolla con algún chico, pero no llega a más. En una ocasión, con un
amigo en común, se enrolla y se acuesta con él, pero no llegan a
follar, pues el chaval se corta al final diciendo que es la mujer de un
amigo. Así tiene varios tanteos, pero no llegan a cuajar.
En
una ocasión, por temas de trabajo, me pide un amigo que tenemos si
puede pasar unos días en casa, por eso de estar en el paro y no tener
mucho dinero. Como tenía que hacer un cursillo, pues le digo que sin
problemas. Elena también lo comprende, y no le parece mal.
Con el paso de los días, observo que Elena y el amigo, a quién
llamaremos Alex, se llevan muy bien. Esta claro que él quiere que ella
este a gusto con su presencia, la cual se pudiera entender como un
morro necesario.
Cuando Alex llevaba en casa un mes y medio, nos fuimos los tres a
tomar unas copas una noche. La verdad es que bebimos, y ya tarde
decimos regresar a casa. Yo no estaba muy bien, y fui el primero en
caer en la cama rendido.
Al
día siguiente, Elena muy preocupada, me dijo que la noche anterior,
cuando se quedaron ellos fumando el último cigarrillo y tomando la
última cerveza, se enrollaron. Que no sabe como, pero en un momento
dado se pusieron a besar, y encima del sillón se tumbaron uno encima
del otro. Que ella estaba muy excitada, y que notaba como él estaba
totalmente empalmado. Se llegaron a tocar, en especial él que le metió
mano por el culo y por las tetas. Pero que al rato, como diciendo que
eso no podía suceder, decidieron irse cada uno a su cama.
Elena estaba muy preocupada, pues no sabía como reaccionaría yo. Le
dije que tranquila, y le pregunté si le gustaba. Me dijo que no estaba
mal, pero que no quería hacerlo con un amigo común y en casa. Yo la
tranquilicé y le dije que sucedería lo que ella querría.
Hablé con Alex, quién se quedó muy cortado al ver que Elena me lo
había contado. Le dije que yo era liberal, y que si sucedía algo me lo
tendría que contar con pelos y señales. Eso le dejó tranquilo, a la vez
que era como si le hubiera dado permiso para atacar.
Pasaron los días y Alex cada vez se cortaba menos. Me decía que le
gustaba muchísimo y que no podía remediar intentar llegar a algo más.
Elena también estaba más tranquila, y a la vez entraba más en el juego
de Alex.
Son indeterminadas las ocasiones en las que se quedaban solos, y me
contaban que se habían besado, que él la tocaba por encima, pero que al
final ella no quería hacerlo.
Una noche, después de ver una película, Elena se va hasta la cocina.
Alex le sigue, y cuando esta en el grifo, se pone detrás y empieza a
tocarle bien las tetas, apretando su paquete contra el culo de ella.
Elena se gira y empiezan a morrearse y meterse mano. Están muy
calientes. Alex la gira de nuevo, situándola contra la encimera y le
sube una pierna a lo alto
Elena entiende que él quiere metérsela allí
mismo y de esa postura, pero se retira y le dice que allí no, que le
apetece en un lugar tranquilo y sin prisas. Se despiden y se marchan a
sus habitaciones.
Elena me despierta, pues me había quedado en el salón, y me cuenta lo
que ha sucedido. Le digo que si lo que le apetece es follar con él, que
lo haga en nuestra cama, que a mí me da lo mismo. Ella reflexiona un
poco, y al final decide que si, que le apetece dormir con él en vez de
conmigo.
Se
acerca a la cama donde esta acostado Alex y le dice que se vaya con
ella. Este le pregunta varias veces si esta segura, que lo pueden dejar
para más adelante. Se marchan los dos a nuestra habitación y cierran
con pestillo. Yo, más excitado que nunca, me pongo a escuchar desde
fuera.
En
la habitación, Alex se sienta en el borde de nuestra cama de
matrimonio. Ella se quita la camiseta y en tetas se sienta encima de
él. Se empiezan a besar
a tocar
a sentir cuerpo contra cuerpo. Ella
le quita la camiseta a él, y se tumban los dos, uno encima del otro.
Entre los toqueteos, se quitan toda la ropa. Como están muy excitados,
Elena, que se encuentra encima de él, le agarra la polla y se la mete.
Empieza a cabalgar encima
gime y vuelve a gemir. Lo escucho todo desde
fuera. Se corren como dos adolescentes. Se quedan inmóviles, uno encima
del otro.
Al
rato, se colocan bien en la cama, uno junto al otro, y empiezan a
tocarse. Como Elena le toca la polla, esta se vuelve a empalmar. Él la
esta tocando y besando, y empieza a bajar poco a poco
hasta llegar a
su chochín
le abre bien las piernas y empieza a chuparle su coñito
ella cierra los ojos, y empieza a gemir
cuando sube y empieza a
chuparle sus tetitas, ella le agarra la polla y se la mete
lo hacen
muy rápido
se corren a la vez. Se quedan de nuevo sin moverse, uno
encima del otro.
En
esa noche de pasión, después de haber estado calientes durante días, no
puede terminar así la cosa. Se vuelven a besar
comienzan a tocarse de
nuevo
se acarician
hablan
y esta vez es ella la que empieza a bajar
él se abre de brazos, como dejándola hacer
ella le besa el pecho, el
ombligo
baja hasta su polla y se la mete de golpe en la boca
empieza
a chuparla con pasión
mientras le toca los huevos
sube y baja con la
lengua
(yo les escucho desde fuera, se escuchan perfectamente los
lametones, y me deja alucinado como se esta comportando, como una
autentica zorra, a quién desde no mucho tiempo no le gustaba meterse
una polla en la boca, pues decía que le daba no sé qué)
escucho
perfectamente como él esta disfrutando, como le pide que se la chupe
más y más
al paso de un buen rato, ella sube y se pone sentada encima
de él, le agarra la polla y se la mete. Están cabalgando hasta que les
oigo como se corren, no lo pueden soportar y pegan un buen grito.
Han follado tres veces y se quedan dormidos. Yo me tumbo en el sofá
del salón. Me quedo dormido también después de varias pajas. En una
ocasión Elena ha salido al baño, y se ha pasado por el salón para ver
como estaba
simplemente me da un beso, me toca (como de pasada) los
huevos y el paquete y me dice que esta disfrutando muchísimo, que le
encanta la polla de Alex, sobre todo chupársela y que me vaya
acostumbrando, pues le da la impresión de que no follará conmigo en
bastante tiempo.
Yo
duermo a ratos
me levanto y me acercó a la puerta de la habitación
para intentar escuchar algo
pasan las horas y simplemente oigo como
ronca Alex. Sobre las seis de la mañana puedo escuchar ruidos, y pongo
mis orejas bien pegadas a la puerta
han vuelto a la carga.
Me
cuentan que después de dormir unas horas, Elena le empieza a acariciar
el brazo
le toca por el pecho
Alex se despierta y empieza a tocarla a
ella
como se ha empalmado, estando ella de lado, se la mete, pero al
girarse Elena se sale
continúan tocándose
Elena le besa de nuevo por
el pecho y empieza de nuevo a bajar
en la misma postura que la noche
anterior, se mete su polla de nuevo en la boca
pero esta vez dice que
aún más adentro y con más ganas
le hace una mamada que dura muchísimo
más. Cuando él esta apunto, ella se sube y se sienta de nuevo encima de
él, se mete la polla y cabalga como la noche anterior
se corren.
Cuando nos quedamos solos, Elena me reconoció que había disfrutado
como nunca, que deseaba tener a Alex de amante durante un tiempo. Así
quedamos y fueron pasando los días. Se daban piquitos y de vez en
cuando se morreaban. Alex encontró una casa de alquiler, junto a un
compañero y se fue a vivir cerca de nuestra casa. Elena le decía que no
le apetecía ir a su casa, pues el compañero de Alex era conocido
nuestro.
Pero a los días, me llamó Elena para decirme que le había llamado Alex
y le había invitado a comer en su casa, que su compañero estaría todo
el día fuera trabajando. Le dije que me parecía bien, que tuviera
cuidado y ella me respondió que casi veía impensable el no acostarse
con él, pues era lo que le apetecía.
Llegó a casa de Alex, se pusieron a hablar y comer
y tomando el café
fue Elena la que le dijo que terminara pronto, pues así se podrían
echar la siesta. Este, con una risa en la boca, le dijo que bien, pero
para dormir.
Al
ir a la habitación, Elena inconscientemente se quitó los zapatos y el
pantalón. Con la camisa y en tanga, se tumbó en la cama
llegó Alex y
se desvistió también. Al tumbarse empezaron a besarse y tocarse. Se
quitaron poco a poco toda la ropa que tenían puesta, y Alex de golpe le
abrió bien las piernas y empezó a chuparle el coñito
Elena se retorcía
y gemía, mientras cerraba los ojos. Al rato empezó a subir, hasta
quedarse encima de ella
le metió la polla y empezó a metérsela muy
rápido
esta vez Elena llegó a decirle que se la metiera más y que le
llenará de lefa. Después de correrse, ella se marchó al cuarto de baño
desnuda.
Se
quedaron durmiendo un rato, y cuando sonó la alarma del móvil (Elena se
tenía que ir a trabajar), empezaron a tocarse de nuevo
pero he ahí que
de repente alguien golpeó la puerta y dijo en voz alta que era el
compañero del piso y que había regresado antes. Se vistieron corriendo
y Alex se adelantó casi sin pensárselo para ir hasta la cocina, donde
estaba el compañero fumando un cigarro y tomando un café. Mientras le
decía que había regresado antes de tiempo, Alex le informó que estaba
Elena en casa
este puso una cara de alucinado, como sin poder
creérselo, y vio como ella salía de la habitación, y simplemente
saludaba a los presentes.
Después de despedirse del compañero de piso, se fueron corriendo a
nuestra casa, para contarme lo sucedido. Les deje tranquilos, puesto
que la situación aún se podía controlar. No había que hacer nada
a
ojos del compañero de piso de Alex, y a la vez amigo mío, quedaría la
cosa como tenía que quedar, Alex como un cabrón, Elena como una puta, y
yo como un cornudo. No me diría nunca nada, así que aún será lo que
piense.
Por la noche, y fue lo que más me excitó, Elena me tendría que ayudar
a hacerme una paja mientras me contaba con todo detalle la follada del
mediodía. En esta ocasión me dejó todavía más excitado, puesto que
llegó a la conclusión, mientras yo estuviera de acuerdo, que en esta
ocasión Alex sería su amante, y por lo tanto todo lo referente a sexo
sólo le apetecía con él
incluso en esa ocasión, mientras me hacía la
paja, no me dejo tocarla, puesto que decía que sólo le podía tocar
Alex, que era para él.
Y
aquí empiezan una serie de días donde quedan en casa de Alex y se
dedican a follar como conejos
lo hacen de todas las posturas y formas.
En alguna ocasión les pilla el compañero de piso, pero ya no reaccionan
y lo dejan como si fueran unos amantes
reconozco que me encanta hablar
con el amigo común, y ver algunas expresiones que pone cuando hablo de
mi mujer, como haciéndome el tonto y poder descubrir expresiones en su
cara como pensando que soy un verdadero cornudo, je, je.
Así están durante tres o cuatro meses
ella experimentando su cualidad
de buena mamadora, donde en una ocasión él se llega a correr en su boca
(y saber que a ella le ha encantado), aparte de haberse corrido en su
cara, en sus tetas, en su culito o encima de su chochín
que han
follado en el coche, en el lugar de trabajo de Alex (cuando estaba
solo), y que se llegan a morrear delante de mí como si no existiera. En
una ocasión les invité al cine, y Elena se sentó en medio de nosotros
ellos se agarraban de las manos, y cuando ella me pidió un trago de
coca-cola, le dije que tenía que coger antes saliva
y ni corta ni
perezosa, se morreó con Alex. Me encantaba ir a tomar unas cervezas, y
ver como eran ellos los que estaban agarrados por la cintura, como si
fueran una autentica pareja.
Un
fin de semana se fueron a un hotel, donde estuvieron follando como
locos. Me lo contaban con todo detalle. Disfruté de lo lindo durante
esa temporada.
Así hasta que Alex encontró una nueva
amiga, y fue dejando a Elena de lado
se cansaron y dejaron de follar.
Pasó a la historia.
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