Viernes,
la última noche de mi puta en Portugal. Tiene que parecer que es un día
normal, para no levantar sospechas. Me levanto como cada día, y llamo a
los abuelos para que hoy se queden con las niñas, que yo tengo cosas que
hacer fuera.
Hago el desayuno, preparo todo y la zorra llama para ver cómo está la
familia. La conversación como cada mañana es larga con ellas y escasa
conmigo. Solamente un:
Te voy a convertir en un ciervo con muchassssssss puntas en tu
cornamenta, maricón. Que lo de ayer me lo pienso desquitar esta tarde si
puedo y si no esta noche. Besos cornudín.
Lo cierto es que esta noche no se imagina lo que le espera.
He quedado pronto para reunirme con mis amigos, la pareja con la que nos
encontramos en el parque.
Hora de comer. Se me hace eterno
llevo a las niñas con sus abuelos y yo
me voy al encuentro de mis amigos.
Los recojo y nos montamos los 3 en mi choche dirección
Portugal. La
sorpresa será tremenda. Le voy a dar la mejor noche de su puta vida.
A
media tarde me llama y suerte que estábamos en una gasolinera repostando
y así no se daría cuenta que estaba de viaje.
Hola, amor. He quedado con los recién casados y esta noche iremos de
fiesta.
¿Donde irás?, supongo que a la discoteca de ayer. Quiero que vayas allí
esta noche y montes el espectáculo. Bébete unos gintonics y saca lo más
zorra que llevas dentro.
Bien, cariño, bien. Así lo haré. Además quiero que estos vean la disco,
les va a encantar y hay unos lavabos fabulosos para hacer juegos entre
los tres.
Estate atento a eso de media noche que te llamaré desde los aseos de la
disco. Hasta entonces
afila tus cuernos esposo mío.
Perfecto cariño, así lo haré, descuida, te estaré esperando.
Mientras el viaje. Nos reímos mucho pensando en la cara que pondrá Eli
cuando nos vea allí. Es fácil encontrar la disco, y la esperaremos y si
por fin decide no ir pues la esperaremos en el hotel.
Llegamos al destino, eran las 10,30. Vámonos a cenar algo y ponernos a
tono. Esa noche no dormiremos, no tenemos habitación para tantos, por
tanto tendremos que ingeniárnosla para estar de fiesta toda la noche.
Después de la cena nos fuimos hacia la disco, la encontramos a la
primera. Eran como las 11,30, la hora perfecta. La discoteca era enorme,
tenía incluso una zona de terraza burguer que se estaba de miedo y allí
nos fuimos a esperar a la gran puta.
El teléfono no sonaba, ella sin aparecer. Nervios. Mis amigos empezaron a
sobarse y meterse mano, besarse morbosamente. Yo me estaba poniendo a
cien, pero estaba esperando mi momento.
La una de la noche y el teléfono sin sonar. ¿a qué no viene y mi gozo en
un pozo, después de tantos kilómetros?.
Me empiezo a mover y me voy a la pista que ya había bastante gente. Y de
repente, veo una melena rizada, tirando a pelirroja y me corazón se pone
a mil. Es ella. ¡qué hija puta!. Está agarrada a un maromo de la cintura
y se dirige a los servicios.
Rápido me salgo fuera y llamo a mis amigos para que oigan la llamada que
me hará en breve, ya que dijo que en los aseos me llamaría. Pero
iba
solo y si ese es el recién casado. ¿Dónde estaba la recién casada?.
Antes de que hubiese llegado ella al aseo oigo el teléfono. Me pongo
nervioso, el corazón me palpitaba a 100 por hora.
Hola cornudo.
Hola, pero
¿Quién eres tú?.
Soy Marta, ¿no te acuerdas de mi?.
(No entiendo nada, me habré equivocado y esa no era mi esposa. Estaba
confundido entre que no entendía lo que pasaba y que no localizaba a mis
amigos para que escucharan la conversación).
Claro que me acuerdo, ¿cómo estás? Y ¿mi esposa?.
Ahora te explico. Resulta que se han ido al baño de señoras de una
discoteca, mi esposo y tu esposa y va a hacerle una soberana mamada.
Hemos quedado que quiero que venga con parte de la corrida en la boca
para que me bese cuando vuelva y así poder saber si es cierto que han
hecho lo que decían que iban a hacer.
¡¡Dios!!. Marta me estás poniendo muy excitado, cabrona. Así que tú
también eres un poco cornudita, jeje. Me gusta tu estilo. Pero dime dónde
estás, que no oigo mucho ruido de fondo.
Es que me he salido fuera a una terraza para poder hablar por teléfono
contigo porque dentro sería imposible.
(Joder, pero si tiene que estar aquí al lado, solo tengo que buscar a una
chica hablando por el móvil y mientras la encuentro tengo que hacer como
en las pelis, aguantar la llamada para poder localizarla).
Dime, Marta, ¿hace mucho que se han ido al baño de señoras?.
No, no hace mucho y como la disco está a tope, creo que tardarán más en
atravesar la pista que en hacer la mamada, pues mi hombre iba muy
caliente después de la cena. Si me permites
tu mujer es un verdadero
putón verbenero.
(Bingo la encontré).
Oye Marta, te imagino alta, con el pelo liso, largo y moreno. ¿he
acertado en algo?
Y eso lo has
sabido por mi voz, o¿ por qué ya te había comentado Elisa como era?
No, es mi imaginación, no suelo fallar. Es más te voy a decir como te
imagino vestida. Llevas un vestido ceñido, hasta la altura del muslo, el
teléfono en una mano y un paquete de tabaco en la otra y
ahora te acabas
de mirar la mano, jejeje.
¡¡¡Dios mío!!!, estás aquí. Donde dime donde estás.
Detrás de ti. Cuelga.
Me arrimo a ella y la saludo con dos besos en la mejilla. Ella está
boquiabierta con cara de alucinada. No se creía lo que estaba viendo. A
mí me entró la risa y la abracé y ya parece que ella se soltó un poco y
se puso a reír también.
Le conté lo que había hecho y que mis amigos habían venido pero no los
encontraba y que la sorpresa que le vamos a dar a Eli sería genial.
Al cabo de un rato veo a mis amigos de lejos y vienen hacia mí. Los
nervios se acentúan al sentir el momento del reencuentro cercano, ya
estaba todo en su sitio y no podría haber fallos.
Cuando está casi llegando me miran se sonríen y se apartan un poquito,
detrás de ellos venía la ZORRA de mi esposa agarrada de la cintura del
macho que le acababa de meter la polla en la boca y sonriendo sin
sorprenderse de verme allí. ¿no habrá sido tal sorpresa?, ¿por qué no
alucina con mi presencia?.
Se me acerca y me besa en la boca sin decir ni una palabra. ¡Joder!, me
encuentro, su lengua en mi garganta y llena de semen de ese hombre. Me
está dando su corrida delante de todo el mundo y yo tragando todo lo que
me daba. Nos fundimos en un beso de novios, largo, profundo, saboreando
cada milímetro de su lengua de su boca. ¡qué rico!.
Yo oía de fondo las risas de mis amigos nuevos y de los antiguos.
Complicidad, alegría, todo fue mejor de lo que me esperaba.
Cuando ya nos dejamos de besar, empezamos a partirnos de risa por lo
sucedido, por la sorpresa que le había dado a mi mujer y lo contenta que
ella se sentía en ese momento. Estaba yo, una pareja nueva y otra de
amigos. Ella estaba radiante, nunca se pensó que su última noche hubiese
sido así de espectacular y eso solo era el principio de la noche.
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