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RELATOS DE CORNUDOS ::. |
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"No me lo podía creer". |
La
historia que os voy a contar es totálmente cierta y ocurrió hace un
año y medio.
Somos un matrimonio en la mitad de los 30 y siempre nos ha encantado el
sexo en general.
Hace algún tiempo empezamos a fantasear con el tema de la sumisión,
humillación y los cuernos. Todo era una fantasía que nos
proporcionaba un morbo terrible, incluso entrábamos a los chats para
calentarnos y acabar follando de miedo.
Todo iba bien y nos divertíamos, y un día conocimos a un hombre de Málaga,
maduro y bien educado. Nuestras fantasías encajaban con las suyas y
nos conocimos por cam. El tío estaba muy bien dotado, mejor que yo.
Nos caímos bien y estuvimos un tiempo viéndonos por cam y calentándonos,
hasta que un día le pregunté a Ana, que así se llama mi mujer, si
querría conocerlo en persona, y me dijo que sí.
La verdad es que me daba un poco de miedo pero tambien mucho morbo, así
que decidimos no pensarlo más y acudir a una cita con él.
Llego el día y Ana se puso muy guapa, medias de encaje, tanga etc, iba muy
morbosa.
Llegamos a Málaga y encontramos a nuestro amigo, era muy guapo y alto. Nos
dijo que lo siguieramos en el coche, y así lo hicimos.
Nos llevó a un bar de la costa y cenamos algo de pescadito y unos vinos.
Al terminar dijo que dejáramos nuestro coche aparcado allí, que
iriamos en el suyo, aceptamos y nos llevó a tomar una copa.
Al llegar salí del coche y por el rabillo del ojo vi como él le daba un
beso a Ana en la boca. Yo me hice el tonto por la vergüenza que me
daba.
Antes de entrar, Ana me dijo: "¿has visto?", y yo le dije que no... Ella
me dijo: "pues me acaba de dar un beso". El caso es que tomamos unas
copas y acordamos ir a su casa.
Ya en el coche, entre bromas, mi mujer, que estaba nerviosa, empezó a
hablar de que qué vergüenza, que si patatín que si patatán... El
asunto es que, sin comerlo ni beberlo, le puso la mano en la polla a
Luis, que así lo llamaremos.
Yo no sabía qué decir ni qué hacer, ella me miraba y se sonreia... estaba
claro que ella había dado el paso y estaba decidida a ponerme unos
hermosos cuernos.
Aparcamos, entramos en el ascensor y allí mismo y sin más, empezaron a
enrollarse. Se morrearon y yo allí mirando como un pasmarote. La
verdad es que me resultaba humillante presenciar aquello, pero lo
mejor estaba por llegar.
Entramos a su piso y sin saber como, a los cinco minutos estaban desnudos
en la cama, mi mujer con ese pollón entre las manos mamándoselo, (la
mama muy bien), y allí estuvo un rato hasta que se dio la vuelta y me
dijo: "lámeme el coño, cariño, prepáramelo".
Yo lamí y lamí hasta que ella se puso sobre Luis, se la clavó entera y
empezó a cabalgarlo. De vez en cuando me decía: "lámeme el culo,
cariño".
Así estuvieron un buen rato, después se pusieron de rodillas los dos en la
cama, se besaron de nuevo y mi mujer con la polla de su amigo en la
mano me dijo: "anda cabrón, dale las gracias a Luis", y me metió la
polla en la boca!
Yo me corrí sin tocarme del morbo que me dio, ella miró para otro lado,
fui a limpiarme y al volver la vi a 4 patas siendo follada por Luis.
Yo tenía un sentimiento de humillación total.
Al cabo de un rato nos marchamos. Durante el camino de vuelta hablamos de
lo bien que lo habiamos pasado.
Tengo que decir que me he hecho un montón de pajas pensando en ese día, y
estoy deseando que mi mujer me sorprenda algún día con algo parecido.
Sé que le encanta que a mí me follen la boca, así que a ver si hay
suerte y un dia de estos y por sorpresa me prepara una noche de
fiesta.
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