Somos
un matrimonio casado hace 20 años, mi mujer tiene 40 años recién
cumplidos y yo los 42, nos casamos muy jóvenes y tenemos 2 hijos, uno
de 20 años y otro de 14 años. Nuestro hijo el mayor estudia en la
universidad derecho y el pequeño esta en plena pubertad
edad gloriosa.
Mi mujer, con sus 40 recién cumplidos, está de
muy buen ver, mejor dicho, está geniálmente guapa y sexy, mide 1,76,
tiene una larga melena que le llega por la cintura de un cabello de
color negro como el azabache, unos ojos azules que tienen su tamaño
justo ni grandes ni pequeños, unos labios carnosos y un cuerpo
escultural.
De sujetador usa una 105 copa B y sus caderas tienen la
medida exacta para agarrarlas y no soltarlas, mejor no os describo el
trasero tan increíble que tiene, porque tendría que dejar de escribir e
ir a follármelo de lo caliente que me pondría.
Le gusta vestirse siempre a la moda y lo más sexy que puede, y la
verdad como puede porque su cuerpo y su mente se lo permiten, ella
disfruta mucho haciéndolo.
Somos una pareja que nos entendemos a la perfección y nos gusta mucho
el juego de la seducción y provocación, y en muchísimas ocasiones hemos
realizado nuestras fantasías sexuales sin ningún tipo de reparo. Desde
hace más de 10 años visitamos clubes de intercambio, no solos los de
nuestra ciudad, sino que cada vez que hemos realizado un viaje siempre
vamos mínimo una noche a un club liberal de la ciudad para conocer a su
gente y gozar del momento.
Con nuestro hijo llevamos una relación de casi hermano, mejor dicho
de
amigos, nosotros aun somos jóvenes y ya tuvimos 20 años y sabemos lo
que gusta hacer a estas edades.
Una noche de Jueves nuestro hijo salió con sus amigos de facultad a
cenar y a una fiesta que tenían, y Ana (mi mujer) me dijo que porque no
salíamos nosotros también, que tenía ganas de salir a golfear como
dice ella, que esa noche necesitaba hombres (lo dijo entre sonrisas y
besos que me daba). Le dije que de acuerdo, que íbamos a salir, que yo
también tenía ganas de hacer alguna locura.
Y
así fue, nos duchamos, nos preparamos, llevamos al pequeño a casa de mi
hermano para que no estuviera solo, y así fue
salimos camino de la
calle y de la noche.
El vestuario de mi mujer era increíble, se había comprado un vestido
blanco ajustado corto, muy corto. Si se agachaba para alguna cosa, se
le veían sus nalgas hermosas. La ropa interior era una sola pieza, un
tanga minúsculo de un color salmón pastel rematado en las tiras del
tanga por unas circonitas que le daban un toque muy sexy.
En el restaurante al que salimos a cenar, yo creo que al menos 5
hombres de alrededor que se levantaban para ir al baño lo que hacían
era pajearse, porque la verdad, estaba imponente. De allí nos fuimos a
un local de moda de la ciudad, con música latina, salsa merengue,
etc... El local estaba lleno a reventar y Ana me dijo : Aquí me lo voy a
pasar muy bien, ya verás...
Ella fue directa a la pista de baile y yo me fuí a la planta superior
para observarla, y la visión era maravillosa, Ana en el centro de la
pista, moviéndose al ritmo de la música consiguió rodearse enseguida de
unos cuantos hombres, al principio los hombres parecían muy
respetuosos, mantenían una distancia, pero ella empezó a acercarse a
dos de ellos, las manos de Ana se movían y rozaban los cuerpos de los
chicos.
Ella les dio pie a que se acercaran más a ella, ya había uno
que estaba tan pegado a ella que le rozaba su paquete en ella y ella al
sentirlo se juntaba más a él. En un instante, un chico la tomaba de la
cintura para acompañarla en la canción, pero lo que hizo al segundo
compás de la música fue detenerla para que otro por delante la
manosease por completo.
Ella se dejaba, le encantan estas situaciones y
lo que más le gusta es que yo lo vea. Ella me tenía ubicado en la parte
superior y se sonreía con su malicia habitual. Esa situación duró como
un par de canciones, hasta que ocurrió lo que haría que esa noche fuera
especial.
Llegó
un grupo de 6 chicos de unos 19 a 24 años, en el grupo iban 2 chicas
también, de las mismas edades que ellos... la única diferencia de este
grupo al del resto del local era que los conocíamos, eran compañeros de
nuestro hijo en la universidad.
Le hice una señal a Ana, para que se subiera conmigo rápidamente, no
sabía si nuestro hijo iba a estar con ese grupo y no nos hubiera
gustado nada que viera a su madre hacer de puta como a ella le gusta
hacer.
El
grupo subió al mismo piso en el que yo estaba y se quedaron en la pista
las chicas y uno de los muchachos. Al resto de muchachos los saludé
arriba y les pregunté por mi hijo.
Mientras hablaba con ellos, Ana llegó
arriba sudada de tanto bailar. Con el sudor de su cuerpo se le
transparentaban sus pezones, que estaban excitadísimos e incluso se
podía ver la humedad que llevaba el tanga bajo su ropa, estaba
calentísima.
Al
llegar ella les dio unos besos a los muchachos y se agarró del brazo de
uno de ellos, muy cariñosa. Nos dijeron que nuestro hijo no estaba con
ese grupo, me dijeron que se había ido con su chica a un hotel para
pasar la noche, que ni tan siquiera cenaron con el grupo, solo tenían
ganas de follar. Tomamos varias copas con ellos y la confianza fue en
aumento y con el incremento de alcohol en el cuerpo todo fue tomando
otro cariz.
Llegó
el momento crucial. Uno de los chicos, el mayor, me dijo al oído lo que
tenía ganas de oír, la verdad, tenía ganas que me lo dijeran :
- Oye Juan
(yo soy Juan), ¿os venís a una fiesta más privada?. Tenemos de todo,
alcohol, más alcohol y más diversión?...
No
dudé en decirles que sí. Yo me estaba calentando mucho con las amigas
de mi hijo y Ana ya estaba mojadísima, se lo notaba perfectamente, así
que ¿por qué no irnos de fiesta con unos chicos jóvenes?..
Nos fuimos a la casa de uno de ellos que
tiene en la sierra, no había nadie, lugar tranquilo y preparado todo
para la ocasión. Al llegar Ana se fue a ducharse, otro preparaba las
bebidas y yo charlaba con las chicas, todos estábamos en movimiento.
Las
chicas con las que estaba eran unas amigas de mi hijo que ya habían
estado en casa más de una vez y una de ellas me confesó que había
follado con mi hijo en nuestra cama de matrimonio (juventud divino
tesoro).
Mientras hablábamos sentí una mano
acariciar sobre mi pantalón mi paquete, noté como abrían la cremallera
y como sacaban mi polla de el refugio de mis calzoncillos. Yo seguí
hablando con la chica, cuando empecé a notar como succionaban mi polla.
Era la otra amiga que mientras yo estaba charlando se dedicó a ocuparse
de mi polla. Lamía mi capullo por completo, no dejaba rastro sin pasar
su lengua. Su amiga se desnudó mientras y se acercó a mí para que
empezara a besar sus pezones.
En
un momento dado, giré mi cabeza y vi a Ana desnuda rodeada de 3 de los
chicos, ellos desnudos, y ella con sus manos estaba pajeando a dos de
ellos, mientras que con el tercero se besaba.
Nos
juntamos todos en el salón, y allí entre los sofás y la alfombra
ocurrió lo que tenía que ocurrir. Ana ya estaba salidísima, no sabía
qué hacer con tanta polla joven, las chupaba una detrás de otra, estaba
de rodillas y los chicos puestos en pie dejaban que Ana chupara sus
pollas por intervalos de minutos cada una.
Yo mientras, seguía con las dos
chicas, hasta que una de ellas se fue con Ana y empezó a chuparles las
pollas a todos
Yo también hice lo mismo e hicimos un circulo entre los
7 hombres que estábamos ahí y las 3 chicas en el interior daban vueltas
mamando pollas como locas, uno de los chicos no pudo mas y se corrió,
le tocó en la boca de una de las chicas y las otras dos fueron como
locas a ayudarla con tal preciado liquido.
Las
tres le limpiaron la polla a la perfección, no le dejaron rastro, Ana
se volvía loca, hasta lamía el semen que había caído en el suelo. Así
lamiendo el semen, estando de rodillas en el suelo, uno de los chicos
se le acercó, le colocó una venda y dijo :
-
Vamos a jugar a la gallinita ciega
pero en versión puta
Ana
se levantó y dijo que no veía nada, fue entonces cuando ví el plan
todos los chicos se querían follar a mi mujer, mientras a mí me dejaban
con las dos chicas
el plan no era tan malo
así que me fui con las dos
muchachas a una de las habitaciones mientras Ana se quedaba con todo el
resto de chicos.
Ana
lo primero que encontró en la oscuridad fueron dos pollas y no dudó en
ponérselas en la boca para no perderlas. Agarrada de esas pollas se
tumbó en el suelo y uno de ellos se sentó encima de su rostro y empezó
a mamarle con fuerza una polla que me dijo era descomunal, dura, gorda,
notaba sus venas hinchadas por el deseo, tenía un capullo enorme con
una piel muy suave que ella lamía y lamía sin cesar, mientras el otro
chico se dedicaba a penetrarla sin descanso, era un mete saca sin fin,
dura como una porra, cada vez la embestía más y más.
Ahí me dijo que
llegó al primer orgasmo suyo, agarraba con fuerza las caderas del
muchacho para que no parara de follarla, cuando notó que la levantaron,
que la tomaron en brazos, y puesta en pie empezaron a follarla, era el
mismo que la penetraba anteriormente, pero que además ahora notaba una
lengua en su ano.
Mientras la estaban follando, uno de ellos se dedicó a
preparar su ano para follárselo, sintió como el chico iba caminando y
la llevaron a un rincón de la casa, la colocaron sobre una especie de
mesa o camilla y allí sintió como la penetraba otra polla mas dura si
cabe que la anterior, le apretaban los pechos con fuerza y tiraban de
su cabello para hacerla disfrutar como una auténtica golfa.
Notaba 6
manos sobre su cuerpo, manos que no paraban de manosearla, notó como le
pasaban los dedos sobre su ano y este empezaba a dilatarse dando a
entender que esperaba que la penetraran por su culo.
Así fue, un dedo
empezó a penetrarla al mismo tiempo que una polla se metía en su boca
en una embestida salvaje, notó que casi le llegan al fondo de su
garganta, ella seguía disfrutando del momento, sabía que tenía 3 pollas
para ella sola y que no quería desaprovecharlo, en su culo ya tenía dos
dedos metidos y jugaban dentro de ella, mientras en su coño una polla
no cesaba en su incansable mete-saca, su cuerpo vibraba del placer que
sentía.
La volvieron a levantar y uno de los chicos se colocó bajo
ella, ella encima sentada cabalgando sobre una polla como una amazona,
sintió como la colocaban levantándole las caderas, de forma que sin
dejar de ser penetrada en su coño, mostraba su ano para que la
penetraran
Así
fue, sintió como llenaban su culo de un líquido fresco, cree que era
una especie de crema o nata (luego nos dijeron que era miel) y que notó
el calor de un capullo duro, notaba como la sangre bombeaba en ese
capullo que estaba empezando a penetrar su culo.
Agarró
con fuerza al muchacho de abajo, mientras le tiraban de su cabello para
levantarle la cabeza y meterle una polla en la boca, no podía mas y se
volvió a correr.
De
repente sintió como algo durísimo la penetró en su culo, ella no dudó
en relajar sus músculos y dejar que la follaran sin compasión, se había
dejado llevar por completo y estaba dispuesta a recibir cualquier tipo
de aberración que fueran capaces de hacerles aquellos muchachos, para
ella fueron momentos eternos, dice que el tiempo no corría para ella,
que era tan inmenso el placer que sentía que no quería que terminara
nunca esa situación.
Ella
seguía cabalgando mientras la embestían por detrás y a la vez tenía esa
polla tremenda en su boca, sintió que el chico que estaba en su boca se
estaba aproximando a su final, le agarró con fuerza su culo y se lo
acercó más si cabía hacia ella, le succionaba con más fuerza, hasta que
sintió como explotaba en su boca.
Le llenó
la boca en un sola explosión de su líquido caliente y sabroso para
ella, no dejaba de succionarle toda su leche mientras se tragaba toda
su corrida, fue una explosión de semen que casi atraganta a mi mujer.
Ella no dejo de mamar aquella polla que le acababa de regalar su más
preciado líquido, hasta que sintió que ya no quedaba ni una sola gota
en su interior ni en su garganta, pero no soltó aquella polla.
Mientras,
los otros dos seguían penetrándola con un ritmo cardíaco a que ella se
estaba volviendo loca de placer, mientras tragaba semen de nuestro
amigo y los otros dos la seguían penetrando ella había tenido ya su
tercer orgasmo.
Mientras
la seguían follando y dándole por culo, uno de los chicos abrió una
botella de cava, le dieron de beber y ella tragó todo el cava que le
dejaban caer por su rostro. La máscara no se la había quitado en ningún
momento.
Se levantaron todos en lo que ella pensó que era un momento de
descanso, la colocaron en el sofá, dos le separaban las piernas
mientras que un tercero le abría el coño lo máximo que podía. De
repente notó el roce del vidrio de la botella y sintió como la
penetraban con ella, pero eso no fue todo
empezaron a mover la botella
como si fueran valentino Rossi después de ganar una carrera, sentía el
cava salir a chorro dentro de ella, salía a presión y el frescor del
cava junto con el calor de su cuerpo era indescriptible.
Se puso a
gritar de placer y la calló rápidamente una polla que le penetró la
boca y empezó a follársela. Una vez que se vació la botella, volvieron
a penetrarla y esta vez fueron los 5 que quedaban uno detrás de otro,
se corrieron todos en su coño, sus tetas, su boca, su pelo
por todo
tenía semen, mezclado con cava, saliva de alguno de ellos que le
escupió mientras se la follaban...
Estaba feliz, se sentía la puta más
afortunada del mundo, se la acababan de follar 5 chicos no mayores de
24 años, todos fuertes, robustos, con pollas durísimas y cargadas de
semen
. Se volvió a correr de sentirse así
Los
chicos la invitaron a ir a la ducha y dijo que sí. Ellos la acompañaron, ella pasó la
primera, ya no tenía la máscara, y se duchaba delante de ellos sin la
cortina puesta
Estaban los 5 frente a ella, y uno le dijo que si les
hacía el último favor
Ella dijo que sí, que sin dudarlo...
Le pidieron que
se arrodillara y así lo hizo, y así, de rodillas, los 5 juntos orinaron
sobre ella. Se volvía loca, la mearon entera, mientras ella se
masturbaba, veía como la orina caía por encima de sus pechos y se
excitaba mucho más aun.
Terminó exhausta de aquella noche, tumbada en
la bañera, bañada en orina y llena de semen en todo el cuerpo. Pensó
ella, ¿qué más puede pedir una cuarentona como yo?. Pues que se repita
otro día.
A las 5 de la mañana salimos de esa casa en dirección a
la nuestra. Durante el trayecto me dijo que me quería mucho y que si yo
también
Le dije que sí, que la amaba con locura. Me dijo :
-
Juan, soy
puta, no lo puedo remediar, me gustan las pollas, las aberraciones, las
orgías y que me follen desconocidos. Pero los mejores momentos de sexo
que he tenido en mi vida siempre son contigo a mi lado.
Paré el coche,
la besé y nos pusimos a follar.
Mi mujer es una puta y disfruto con ella de su vicio.
No hay nada
mejor en el mundo que eso. Os iré contando más cosas de mi mujer,
locuras que hemos hecho juntos y aventurillas varias.
Un saludo.
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