Llevaba
meses con esta idea metida en la cabeza, me
excitaba muchísimo imaginarme a mi esposa follando con otro hombre.
Mi
esposa, Toñi, en cuestión de sexo siempre ha sido muy tradicional.
Aunque en la cama cumple, le falta ese toque lascivo y morboso que
tanto me pone.
Si
algún fin de semana vemos alguna peli porno, me encanta acercarle su
mano a su coño e invitarla a que se masturbe mientras le digo al oído
cosas como, Mira como follan ¿te excita? o lo mas fuerte que se
me ocurrió preguntarle fue: ¿la tiene dura y gorda? A lo que ella, no
sin cierta vergüenza me contesta bajito: Si.
Me
encantaría preguntarle en el momento en el que el actor se corre: ¿te
gustaría estar ahí? ¿te gusta su polla?, o cuando hay una escena de
doble penetración preguntarle si le apetecería hacerlo.
Pues bien el fin de
semana me decidí. Había una escena con 2 negros dotadísimos dándole
fuerte a una rubia, mientras yo con una mano masturbaba a mi esposa que
ya estaba por entonces empapada.
Deje
de masturbarla, le acerque su mano para que siguiera ella y me retire
un poco, ella quería seguir aferrando mi polla con sus manos, pero
suavemente se la aparte y le dije:
- Mastúrbate
viendo como follan a esa rubia.
Toñi empezó a acariciarse el clítoris, despacio,
sin dejar de mirar la película, cuando note que estaba realmente
excitada y prestaba toda su atención a las pollas de los negros
entrando y saliendo de aquella rubia, me acerque a su oído y le empece
a susurrar:
- Has
visto las pollas que tienen?
- Si-
contesto ella.
- Las
tienen duras y grandes- seguí yo.
- Si
reiteró ella.
Parecía un poco cortada a los comentarios que yo
le hacía, pero yo cada vez estaba mas caliente:
- Te
gustaría estar ahí?
Toñi
dudó al contestar, pero sin dejar de
masturbarse, dijo:
-Si.
Tan
excitado estaba que, mientras ella seguía acariciándose el clítoris, yo
le introduje dos dedos en la vagina simulando el movimiento de aquellas
pollas negras, a la vez que le decía:
- Mira como te folla
ese negro- y le metía profundo los dedos.
Ella
se volvía loca y yo aproveche para seguir con mi especial
interrogatorio:
- ¿Disfrutarías
mucho con ellos?
- Sí.
- contestó.
- ¿Que
les harías? - proseguí
Toñi
que empezaba con sus gemidos preorgasmicos estaba cada vez mas lanzada:
-
Me metería sus pollas en la boca y empezaría a chuparlas poco a poco
para que tu me vieras.
Yo,
a todo esto, estaba cada vez mas excitado y le empujaba fuerte los
dedos dentro de su coño mientras le repetía:
- Te
está follando el negro,
Ella
sin dejar de gemir ni de ver la peli, repetía
- Que
grande la tiene, como me folla, que dura.
En
el momento de la corrida facial de aquel negro sobre la cara de la
protagonista, le susurre a mi esposa.:
- Mira
que cantidad de leche, es toda para ti.
Ella instintivamente se paso la lengua por sus
labios, como en un intento desesperado de saborear el semen que aquel
negrazo había soltado sobre la cara de la rubia. Yo mientras, le
susurraba a su oido:
- Me
encantaría verte llena de semen de otro hombre, ver tus labios
inundados por su leche y como te resbala por la barbilla.
Ella
a punto de tener un orgasmo de campeonato, gemía diciendo:
- Fóllame negro, quiero tu pollón dentro, quiero
tragarme su leche
A
lo que yo le contestaba:
- Te voy a traer un par de hombres para que te
follen delante de mí . ¿Quieres?
-
Sí - contesto ella- que me follen bien también el culo, los dos a la
vez y me llenen de leche.
Esta fue la última palabra que dijo antes de
correrse. Luego quedó tendida de espaldas y mi corrida le cayo entre
las nalgas.
Te gustó? - Le pregunte.
Mucho.-
Fue su respuesta.
Lo que no se es si se refería a la fantasía que
había tenido con el negro de la peli, o al orgasmo que acababa de
tener.
Así
que deje pasar un par de semanas en la que no comentamos nada y me
decidí por hacer realidad aquella fantasía.
Sería para el primer fin de semana de Marzo.
Esa misma semana, la había dedicado yo a buscar
al afortunado que se follaría a mi esposa. Después de mucho buscar por
fin encontré lo que buscaba.
Se anunciaban en una conocida sala de fiesta de
la ciudad con los nombres de Black and Dick, 2 afroamericanos que
hacían un espectáculo de streptease bastante subidito de tono.
Cuando
conseguí acercarme a ellos, después de una de sus actuaciones, y entre
en sus cuartos, me presente nos saludamos, y enseguida fui al grano:
- Quería
proponeros lo siguiente :Quiero hacerle un regalo muy especial a mi
esposa y había pensado en vosotros dos.
- Quieres
que nos la tiremos, ¿verdad?.
- Si,
pero ha de ser algo casi casual, ella no sabe nada.
- Has
pensado en alguna manera?
- Quiero
haceros pasar por masajistas, le digo que es un regalo para relajarse y
que le vendrá bien, entonces vosotros actuaís como si fueráis
masajistas de verdad, le empezaís dando un masaje normal de unos 10
minutos y cada vez debéis ponerla mas y mas cachonda, rozándo vuetsras
manos con su culo, muslos, pechos, pero sin prisas, a ver como
reacciona.
- Cobramos
por tiempo, media hora 90 ,1 hora 180 .....
- 2
horas os pago de antemano.
Comprobé
que realmente era lo que buscaba. Me enseñaron sus pollas y eran
realmente grandes y eso que estaban en semi erección, Sin duda eran lo
que buscaba. Negros, guapos, educados, musculosos y con gran dotación.
Y
así quedamos. Aprovechando que la familia iba a pasar el fin de semana
con una tía, el sábado a eso de las 4 de la tarde vendrían mis
masajistas.
El viernes, víspera, fui poco a poco
preparándola. Vimos una película , que ya procure yo que fuera de
maridos consentidos, hicimos el amor y se masturbó viéndola.
El sábado, por la mañana ya le comente lo del
regalo, y le gusto aunque se extraño algo cuando le dije que venían a
casa a dárselo, pero no dijo más.
Alas 4, llamaron a casa. Mi mujer se fue a
preparar y yo abrí la puerta. Los pasé al dormitorio y allí esperaron a
mi esposa. Mi esposa entro en la habitación con una toalla que le
cubría sus pechos hasta las rodillas. Por la mirada que le echaron,
supe que aquella tarde iba a estar llena de emociones. Se saludaron y
ellos la guiaron hasta la cama. Pudimos comprobar que debajo de la
toalla, todavía llevaba puesta la ropa interior.
Los masajistas en un casi perfecto español le
comentaron que iban a hacerle:
- Empezaremos
por las cervicales, seguiremos por la espalda hasta la zona lumbar y
para concluir esta primera parte proseguiremos con glúteos y piernas. A
continuación y como final de esta sesión, trabajaremos muslos y
caderas.
- Vale,
- respondió mi esposa- ¿como me pongo?
La
tumbaron sobre la cama, boca abajo. Le bajaron la toalla hasta la
altura de las caderas. Y con un sensual permítame le desabrocharon el
sujetador.Toñi me miró a los ojos, como para escrutar cual había sido
mi reacción. Yo le sonreí como sin darle importancia. Mi autentica
reacción se estaba produciendo poco a poco debajo de mis pantalones.
Untaron cierta crema sobre la espalda de mi
esposa y con suaves movimientos de las manos empezaron a masajear toda
la espalda de mi mujer. Ella parecía relajada y parecía que le gustaba
aquella sensación.
Terminada la espalda, dijeron:
- Empezaremos
ahora con la zona de los glúteos y piernas, relájese. Si lo prefiere,
su marido puede quedarse.
- Sí,
contestó ella.
- Necesitamos
que se despoja de su ropa interior, es para evitar que se manche.
Ella,
incorporándose, y sujetándose la toalla deslizó sus braguitas hasta los
tobillos dejándolas al lado de la cama.
Deslizaron
la toalla hasta mas de la mitad del culo de mi mujer tapando solo la
unión entre ano y vagina.
- No
tiene porque preocuparse. Somos profesionales.
Ella
me miro nuevamente, pues la situación era nueva para ella. Estaba casi
totalmente desnuda delante de dos desconocidos que estaban recorriendo
su cuerpo con sus manos.
Al ver el culo de mi esposa y aquellas otras
manos frotando las nalgas de mi esposa, mi polla se endureció de forma
definitiva lo que tuvo que notar mi esposa pues me miraba
constantemente, con esa mirada que pone en los momentos previos a hacer
el amor conmigo.
Aquel movimiento de las nalgas, y de las caderas,
que una y otra vez le levantaban suavemente empezó a hacer algún efecto
en mi mujer, pues veía yo que su cara tomaba un color mas sonrosado. La
verdad es que aquel movimiento era excitante. Uno le acariciaba
suavemente las nalgas mientras que el otro la cogía por detrás
levantando muy suavemente sus caderas imitando las penetraciones del
hombre.
Mi esposa que hasta entonces mantenía las
piernas juntas las separó levemente, lo que provocó que la toalla
resbalara y dejara su culo entero a la vista de aquellos dos. En un
rápido movimiento asió la toalla y se la colocó, a la altura de la
cintura lo que hizo que uno de los masajistas se la bajara a la vez que
le comentaba:
- ¿Se
siente molesta?
- No,
es que se había caído la toalla.
- Estamos
terminando con esta zona y es casi mejor quitarla toda para no perder
tiempo. Permítame.
Le
quitó con delicadeza la toalla. Pero
mientras se la quitaba los dedos de aquel negro fueron deslizándose
rozando la raja del culo a lo que, instintivamente mi mujer reaccionó
separando levemente las piernas.
Uno de aquellos dos negrazos, se colocó de pie en
el costado de la cama, hacia el que en ese momento estaba mirando mi
esposa. Apenas 50 cms separaban la mano de mi mujer de la polla de
aquel tipo que empezaba a tener unas dimensiones considerables, lo que
no paso desapercibido para mi esposa que de vez en cuando se la miraba
no sin cierto rubor.
El otro negro seguía masajeando a mi esposa desde
los tobillos hasta la nalgas. Fue entonces cuando todo empezó.
El negro que no daba el masaje no pudo contener
la excitación por mas tiempo y su pollo empezó a latir con virulencia
por debajo de su pantalón. Mi mujer que lo noto , lo miraba cada vez
mas , sonrojada y mirando hacia mí.
El del masaje separó con gran suavidad las
piernas de mi señora, dejando ya perfectamente visible su peludo coño y
sus labios.
Mi mujer no protestó, se limitó a mirarme. Tenía
el coño húmedo se veía perfectamente. Sus manos fueron deslizándose muy
despacio por el lado de la cama, hasta estar apenas 10 cms. De la polla
del negro que estaba en el lateral de la cama.
Yo pensaba para mi: otra sacudida de aquella
polla prisionera debajo del pantalón y alcanzaría los dedos de mi
esposa.
Y efectivamente así sucedió. La polla de Black
empezó a latir con movimientos rítmicos y cada vez que se estiraba
tocaba los dedos de mi esposa que retiraba la mano silenciosamente para
volver a colocarla en la misma situación.
La situación era de esta manera:
Mi mujer tendida sobre la cama boca abajo,
completamente desnuda, con la cabeza ladeada hacia el lado en el que se
encontraba Black quedándole la cara a unos 50 cms de la polla de aquel
negro y la mano a unos 10. Las piernas ligeramente separadas, lo que
permitía distinguirle el vello de su coño y la separación de los
labios.
Black, en el lado de la cama hacia el que miraba
mi esposa con un empalme tremendo, intentando que aquella polla tocase
la mano de mi esposa.
Dick, detrás de ella masajeandole desde los
tobillos a las nalgas y cada vez que se acercaba a su culo estirando el
dedo gordo de su mano hasta rozarle levemente su coño y ano indicándome
con su mirada que mi esposa estaba húmeda.
Black decidió ya pasar a la acción. Se inclino
desde el lateral de la cama hacia la espalda de mi mujer con la excusa
de darle masaje en el dorso, pero la verdad era que lo que quería era
que su rabazo quedara depositado en la mano de mi mujer. Y lo
consiguió. Mi esposa al principio intento retirar la mano, me miró
sonrojada con una ligera sonrisa, como pidiendo permiso. Yo le sonreí.
Ella creyo ver en mi sonrisa cierta complicidad con lo que no retiro su
mano sino que con los nudillos y muy despacio empezo a acariciar
aquella polla.
Mientras, Dick viendo lo que mi esposa estaba
empezando a hacer con los nudillos sobre la polla de su compañero,
separó un poco mas las piernas de mi esposa y ni corto ni perezoso
recorrió con su dedo índice la vagina de mi mujer, oyéndose un suspiro
proviniente de la boca de mi mujer, que mirándome, empezaba a dejarse
hacer.
Dick me mostró el dedo que acababa de pasar por
la entrepierna de Toñi. Estaba totalmente empapado.
Toñi, me miraba y me miraba .
Black me indico que me acercara a su lado. Una
vez que estaba su lado, le dijo a mi mujer.
- Tu marido te va a
ofrecer algo que te va a gustar. Quítame los pantalones. Me dijo.
Yo, sin dejar de mirar a mi esposa, que seguía
sintiendo el dedo de Dick acariciándole su vulva, le baje el pantalón a
Black y emergió un pollon tremendo. Negro y Duro delante de la cara de
mi esposa que lo miró con cara de asombro.
- Agárrame
la polla. Me ordeno Black
No
se si era susto, asombro por el tamaño y grosor de aquel pene, pero
en la cara de mi mujer note una cierta expresión mezcla.
Yo antes cumplir lo ordenado por Blake, me puse
al lado de mi esposa y le susurre al oido.
- ¿Has
visto que polla tan grande y dura tiene?
- Si.
Contestó en voz baja después de unos segundos y no sin cierta
timidez.
Dick, me
hacía gestos de que el coño de mi esposa estaba realmente húmedo. Cada
vez que en cada ida y venida que Dick hacia desde los tobillos a las
nalgas, el dedo gordo le estaba acariciando la raja de su coño y el
ano provocando en mi mujer un movimiento de separación de piernas,
Yo, que seguía al lado de Toñi, continuaba
diciéndole cosas al oido:
- ¿Te
gustaría ver como folla a una mujer?
Ella,
que empezaba a excitarse, intentaba apartar la mirada de aquella verga
negra que tenía a escasos centímetros de su cara, y buscaba mis labios.
Yo La besé metiéndole la lengua un par de veces pero a la vez le
retiraba dulcemente la cara para que siguiera contemplando aquella
polla.
- Cada
vez la tiene mas grande, - le dije.
- Si.
Contestó.
Ella
empezó a buscarme la polla bajo el pantalón y me la empezó a acariciar.
La tenía bastante dura pero ni mucho menos llegaba a las dimensiones de
la de Blake.
- ¿Te
gustaría agarrársela?
Ella
no contesto, me miraba y seguía buscando mis labios.
- ¿Quieres
movérsela despacio para que sientas toda su dureza?
Tampoco
ahora contestó.
-
Te gustaría masturbarlo?
Al
fin Toñi dijo: - ¿ Quieres que lo masturbe?
- Si..-
Contesté.
Toñi
se sentó en la cama al lado de Blake que también hizo lo mismo. Estaba
asustada pero a la vez excitada.
Blake me dijo:
- Acércale
la mano a mi polla.
Yo
tome la mano de mi mujer, y se la acerque a la polla de Blake. Toñi la
agarró. ¡Dios mío, era la primera vez que mi esposa tenia entre sus
manos una polla que no fuera la mía! Ni que decir tiene que la mano de
Toñi no abarcaba la polla entera.
- Hazme
una paja, Le dijo Blake a mi esposa.
Toñi
mirándome, empezo a mover la polla de Blake de arriba debajo de manera
rítmica, comprobando que en cada bajada la piel del prepucio dejaba ver
un capullo grande y rosa.
Blake
cada vez suspiraba mas su polla, gracias a la paja que mi mujer le
estaba haciendo, estaba a tope. El le pasaba los dedos por el brazo a
mi mujer que seguía moviendo la mano suavemente arriba y abajo.
Ella miraba esa polla y de vez en cuando me
miraba a mi. Yo le comentaba:
- Mira
como se la has puesto.
Un
par de veces, Blake intento acercar la cabeza de Toñi a su polla para
que se la comiera pero parecía que mi mujer, de momento no quería.
Entonces
Dick se sentó al lado de mi mujer y empezó a acariciarle los muslos con
la yema de sus dedos.
Unos segundos mas tarde, consiguió separar las
piernas de mi mujer, colocando una de ella sobre su rodilla, a la vez
que le iba acariciando la cara interna de los muslos pero sin llegar a
su vagina.
Blake
le pidió a Toñi que se la meneara un poco mas rápido, lo que mi mujer
hizo provocando en aquel negro una respiración mas profunda y rápida.
Dick
empezó, con su dedo corazón a jugar con la rajita de mi esposa, cosa
que debió gustarla toda vez que mi mujer separó algo mas las piernas
cerrando los ojos brevemente.
Dick, separó sus labios vaginales dejando al
descubierto un coño húmedo a mas no poder. Toñi me miró y observó como
me deshacía de mi pantalón y empezaba a masturbarme viéndola pajear a
aquel tipo y viendo como el otro comenzaba a masturbarla. Ante tal
situación la reacción de Toñi no se hizo esperar: Empezo a lanzar leves
suspiros que nos indicaban que mi mujer estaba gozando lo que
aprovechó Blake para, suavemente, inclinar la cabeza de mi esposa hasta
su polla, no encontrando en este tercer intento resistencia.
Mientras, Dick, con una de sus manos jugueteba
con el clítoris de Toñi y con la otra le introducía primero un dedo y
luego dos haciendo que mi mujer lanzara sus primeros gemidos de placer.
Toñi ayudada por la poderosa mano de Blake, bajó
lentamente su cabeza hacia aquella polla negra, y entre algún que otro
gemido, provocado por las entradas y salidas de los dedos de Dick en su
coño, apoyó sus labios en aquél grande y rosáceo capullo.
Toñi me miraba constantemente, como preguntándome
si podía comer esa enorme tranca, a la vez que de vez en cuando cerraba
sus ojos por efecto de las caricias de Dick.
Sin dejar de mirarme, mi esposa entreabrió sus
labios ocultando en su boca, parte de la polla de Blake. Mi mujer le
estaba haciendo una mamada a aquel negro. Cada vez mas atrevida, Toñi
mientras chupaba acariciaba los huevos de Blake con suavidad, a lo que
Blake respondio tumbándose hacia atrás diciendo entre jadeos:
- Chupa
puta, te voy a meter todo el rabo, ....
Toñi
ya empezaba a coger el mismo ritmo que cuando me la chupa a mi, la
estaba devorando con los cinco sentidos. Se la metía hasta donde le
cabía, se la sacaba, me miraba , le pasaba la lengua a lo largo de la
polla, jugaba con el capullo.
Dick, por su parte, se había arrodillado delante
de mi esposa y tumbándola de espaldas en la cama empezó a pasar su
lengua por el coño de mi mujer que estaba realmente caliente a juzgar
por sus gemidos y por la humedad que se apreciaba en su coño.
La nueva posición de mi esposa, hizo variar la de
Blake, que como quería seguir teniendo su polla en la boca de mi mujer,
se coloco de rodillas en la cama con las piernas separadas siendo ahora
él quién metía y sacaba su polla de la boca de Toñi ofreciéndola de
vez en cuando sus testículos para que se los metiera en la boca, lo que
mi esposa hacía constantemente.
Yo al lado de mi mujer le decía al oído:
- Te
gusta?
- Mucho.
Respondía. Aunque muchas veces no podía responder pues enseguida
tenía la polla o los huevos de Blake otra vez en la boca.
Dick,
se levanto y se colocó al lado de mi esposa. Le dijo:
- Chúpamela
un poco a mi que te vamos a follar.
Mi
mujer se giró y se encontró con otro pollon a su altura. Lo agarró y
mirándome entreabrió sus labios para que aquel otro enorme rabo
perdiera su cabeza dentro de la boca de mi mujer.
Toñi sin dejar de mirarme se lo saco y lo
recorrió con su lengua desde la base hasta la punta. La tenía allí
chupando a pocos centimetros de mí cuando de repente la situación
cambió. Mi esposa mamaba con ansiedad aquella polla, la ansiedad que le
provocaba sentir los dedos de Blake entrando en su coño que a estas
alturas estaba totalmente empapado.
Toñi, sin dejar de masturbar aquella verga se la
saco de la boca y me la ofreció.
- ¿Qué
quieres que haga? le pregunte.
- Me
gustaría ver como se la chupas a otro hombre.- Me contestó.
Mi
esposa sujetándome del cuello y muy suavemente me inclinó la cabeza y
abriendo la boca me la metí entera.
La
sensación que tuve es difícil de explicar. Era la primera vez que
tenia una polla en la boca y la verdad que no me desagradó.
Toñi
me ayudaba a chupársela levantándome y bajándome la cabeza, llevaba mi
mano hasta la parte de la polla que quedaba, por sus extraordinarias
dimensiones, fuera de mi boca y me movía la mano arriba y abajo de la
verga masturbando a Dick a la vez que se la mamaba.
Así estuvo mi esposa un buen rato hasta que note
que sus suspiros se hacían mas intensos. Por el rabillo del ojo pude
observar que Blake sujetaba por las caderas a mi esposa y la colocaba
tumbándola en la cama a lo ancho, de manera que sus piernas quedasen
fuera de la cama.
Dick
le decía:
-
Vas a disfrutar de esta polla, preciosa ¿quieres que te folle verdad?
- Métemela
ya , que dura y grande. Contestaba Toñi.
Yo
que no quería perderme la penetración, solté la polla de Blake y me
acerqué a mi esposa. Ella, muy excitada, me decía:
-
Me la va a meter toda para que tu lo veas, me va a follar con ese
pollon. ¿ Quieres que me follen?, me van a hacer disfrutar como nunca y
me llenaran de leche.
Dick
se humedeció algo el rabo, y lo acercó a la vagina de Toñi, que por
entonces estaba chorreante. Extendió su mano izquierda agarrando con
suavidad y dulzura la polla de Blake a la que empezó a masturbar.
- Me
encantan. Que grandes. Que gordas. comentaba mi mujer. Mi mujer no
pudo decir nada mas pues empezó a gemir al notar la polla de Dick
frotarse contar su clitoris.
Dick
colocó su rabo a la entrada del coño de Toñi y empujo suavemente
entrando en él.
Mi
esposa dio un respingo acompañado de un profundo jadeo. Yo veía como el
coño de Toñi empezaba adaptarse a aquel grosor. El negro entraba muy
despacito y en cada metida mi mujer suspiraba y ponía los ojos en
blanco girando de gusto su cabeza a los lados y sin soltar la polla de
Blake que movía frenéticamente.
Mi mujer pedía, suplicaba que se la metiera
entera y empujaba su pelvis hacia delante, hasta que lo consiguió.
Toñi
había colocado sus piernas alrededor de las caderas de Dick y su
movimiento pélvico hacia delante hizo que el pollon del negro le
entrara hasta el fondo. Mi esposa lanzo un grito, no de dolor sino de
gozo cuando aquella verga le lleno su coño. Se retorcía, gemía,
suspiraba , -Dame fuerte gritaba, ponía los ojos en blanco giraba su
cabeza constantemente hasta localizar la polla de Blake y cuando la vió
abrió su boca pidiendo que se la metiera.
Blabke hundió su verga en la boca de Toñi
mientras con dulzura y lentitud Dick metía y sacaba su enorme tranca
del humedecido y dilatado coño de mi esposa.
Estuvieron un buen rato follando por boca y coño
a mi esposa, que no paraba de gemir y retorcerse de gusto ante mis
asombrados ojos, mientras yo le susurraba lo mucho que me gustaba verla
bien follada por aquellos dos negros.
Mi esposa me miraba, me daba la mano que sentía
yo temblar antes los espasmos que aquella polla le estaba produciendo.
Mi
esposa se corrió entre grandes gemidos mirándome y agarrándome la mano
con fuerza. El negro seguía con su particular mete y saca. De repente
la sacó, toda empapada y dándose un respiro dejo su lugar a Balke que
separando las piernas de mi esposa se la volvio a meter, lanzando Toñi
un nuevo suspiro.
Acababa de correrse Toñi, pero parecía que aquel
pollon entraba sin ninguna dificultad.. Blake estaba super excitado a
juzgar por lo empujones que estaba dando, a lo que mi mujer no decía
nada. Parecía que le gustaba la fiereza con la que Blake se la metía.
Ahora era Dick quien con su polla buscaba la boca
de mi mujer, consiguiéndosela meter para que Toñi iniciara unas
profundas succiones que me estaban volviendo loco.
Ella me miraba constantemente, y en sus ojos pude
notar un gozo que jamas había visto antes.
Blake, dijo:
- Siéntate
encima.
Blake
se tumbó en la cama boca arriba con su enorme cipote mirando al techo.
Mi esposa acerco su boca nuevamente a la polla de Dick que se había
situado de pie sobre la cama para seguir comiéndosela al tiempo que a
horcajadas se sentaba sobre el capullo de Blake.
Poco
a poco mi esposa descendía por la polla de Blake hasta que de repente
la tuvo toda dentro, no sin dar un nuevo gemido de placer. Todo ello
sin dejar de chupársela a Dick cuya cara mostraba que la corrida estaba
cerca.
Toñi
subía y bajaba por la polla del negro. Al principio lentamente y luego
con un ritmo mas frenético. Volvía a tener convulsiones de placer cada
vez que aquella verga entraba hasta el fondo.
Blake la agarraba por las cadera y la subia y
bajaba, le agarraba sus pequeñas tetas pellizcándole los pezones y Toñi
a la vez que se la mamaba a Dick se volvía loca diciendo:
- Me
vuelvo a correr, que gusto, dame fuerte.
Blake
paró en su movimiento y atrajo, con la polla negra todavía dentro a mi
mujer hacia él, ofreciéndole a Dick el estrecho y precioso culo de Toñi.
Toñi
comprendió todo cuando noto que los dedos de Dick jugueteaban en su
ano empapándolo con un aceite acuoso que permitió en breves segundos
que uno de los dedos de Dick se introdujeran en su ano haciéndo dar un
respingo y un pequeño gritito de dolor a mi esposa.
Ella
al principio no parecia estar muy dispuesta a que aquella enorme tranca
le desvirgara su estrecho ano, pero blake la tranquilizó metiéndole y
sacándole toda la polla del coño y diciéndole.
- Tranquila
que te va gustar, relajáte y siente la fuerza de nuestras pollas:
Toñi volvió a recuperar el movimiento de
penetración, esta vez para adelante y detrás, parecía que no quería que
esa verga saliese definitivamente de su cuerpo. Se agarraba a los
pectorales de Blake, otras veces buscaba mi mano, y asi cogidos de la
mano se metia mas y mas aquella polla.
- Me
voy a correr otra vez, como me follan, que pollas tienen quiero su
leche....
Cosas así me decia. Su 2º o 3º Orgasmo parecía
estar próximo.
Dick que había ya conseguido a base de lubricante
introducir el dedo completo en el ano de Toñi, lo intentó con un
segundo dedo, pero aquel estrecho culo parecía no admitirlo. Por fin
después de mas lubricante el segundo dedo inicio su entrada acompañado
de susurros de placer y dolor de Toñi.
Sacó los dedos, y colocó la punta de su polla
sobre el ano de mi mujer. Toñi estaba medio excitada medio nerviosa.
Dick intento tranquilizarla:
- Te
lo haré despacio y serás tú la que me pidas mas.
Dick
empujo y su capullo se abrió paso en el ano de mi mujer. Toñi dejó de
moverse sobre la polla de Blake, parecía que no quería, que le estaban
haciendo daño pero aquello duró solo unos breves segundos.
Toñi con su mano izquierda intentó separar un par
de veces a Dick de su culo, pero dick insistía y su polla cada vez
penetraba mas en el culo de mi mujer. Aunque Toñi no quería que la
follasen su culo no dejaba de moverse sobre la polla de Blake.
Dick
que estaba realmente excitado, sujetó los brazos de mi esposa, quedando
así ella inmovilizada, si bien seguía cabalgando sobre Blake entre
gemidos.
Dick empujo suavemente su verga contra el culo de
Toñi y aquella poderosa polla empezo a deslizarse dentro del culo de mi
Mujer. Cuando entro casi la mitad de aquella polla mi mujer aunque
estuviera sintiendo dolor no dejaba de moverse sobre Blake escapándole
suspiros mezcla de gozo y dolor.
Poco a poco Dick consiguió a base de suaves
empujones penetrar analmente a mi esposa. Ya la tenía toda dentro del
ano virgen de Toñi. Tras los primeros momentos de dolor Toñi pareció
relajarse.
Aquellos negros empezaron a penetrarla
simultaneamente con movimientos acompasados. Blake se la sacaba del
coño Dick se la metia en el culo.
Mi Mujer estaba a punto de correrse, decía:
- Como
me follan, Fuerte fuerte dadme fuerte.
Eran
constantes gritos de placer. Me miraba y me deciá:
- Mira
como me dan por culo y me follan a la vez. Que machos que pollones
tienen. Como me gusta.
Entonces
vino su orgasmo. Espectacular, lleno de gritos y exclamaciones.
- Te
vamos a llenar de leche. le dijeron.
Colocaron
de rodilla a mi esposa en el suelo, con sus polla apuntando a su boca.
Y ayudándose de sus manos descargaron, primero Blake y luego Dick su
leche sobre la cara de Toñi.
¡Que
cantidad de leche! La cara de mi esposa quedó bañada con el semen
Los
chorros de semen le resbalaban por sus mejilla, barbilla labios sacando
Toñi su lengua para saborear todo el semen que había quedado en sus
labios, a la vez que me miraba.
¡Dios,
que cara de vicio tenía! Dick que parecía que aún guardaba mas leche
cogió a mi mujer nuevamente y recostándola sobre la cama le separo ls
piernas, que toñi abrió inmediatamente colocndolas alrededor del culo
de Dick., que con un fuerte empujón volvió a metérsela profundamente
obligando a mi mujer a tirar la cabeza para tras al tiempo que lanzaba
un profundo suspiro.
Blake
mientras recogía con su polla medio erecta los chorros de leche que
habían quedado en la cara de mi esposa, obligándola a abrir los labios
para metérsela en su boca haciendo con ello que mi mujer saboreara toda
la leche.
Dick, después de 10 profundas embestidas en el
coño de mi mujer, sacó su verga derramando la leche que aún le quedaba
sobre la vulva y ombligo de mi mujer ante los gemidos y espamos que
estaba teniendo Toñi. Dick me dijo que le chupara todo el coño y le
limpiara los restos de semen, yo me acerqué a mi esposa me arrodillé y
pude comprobar que rojo y humedo tenía mi esposa su coñito y como el
semen de Dick se había extendido por los labios vaginales y el vello
púbico.
Siguiendo las instrucciones de Dick pase mi
lengua por los labios de la vagina de mi mujer recogiendo con mi lengua
todo el semen que encontraba.
El paso de mi lengua parecía gustarle a Toñi,
pues parecía que la aliviaba, después de las embestidas de aquellos
negrazos.
Con mi boca llena de semen, busque los labios de
mi mujer que con los ojos entreabiertos y extenuada por los orgasmos
que había tenido me metió la lengua absorviendo con ella una nueva
cantidad de leche.
Quedamos tumbados en la cama. Toñi me miraba y en
su expresión notaba la felicidad que aquellos dos negrazos le habían
proporcionado con sus pollas. No dijimos nada. Tampoco volveríamos a
hablar mas de aquella tarde. Mi esposa había conocido otras
posibilidades en el sexo y seguramente no iban a ser las últimas.
No hablamos mas de aquella maravillosa tarde.
Alguna vez cuando hacíamos el amor le susurraba cosas sobre aquellos
dos negros que se la habían follado y notaba como se excitaba con aquel
recuerdo, pues su coño se le humedecía mas de lo que ya estaba, y
alcanzaba rápidamente el orgasmo.
Lo que si conseguí desde aquella tarde era
penetrarla por el culo, Ahora todas las noche que hacíamos el amor
siempre la sodomizaba un rato, y eso que los días siguientes a esa
tarde tuvo muy sensible el ano, no en vano se lo habían roto con
aquellas pollas, lo que facilitaba en gran medida ahora mis
penetraciones y disminuía en ella la sensación de dolor.
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