Primera
parte.
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Ha
pasado algún tiempo hasta que me haya decidido empezar a escribir este
relato, ganas tenía muchas, pero mi cuerpo, mis dedos, mi mente, no se
acababan de arrancar, y hoy por fin, comienzo a escribir, con la
ilusión en el horizonte de que algún día estas palabras sean publicadas
y puedan llegar a hacer pasar buenos momentos a algún lector. Es un
relato real, hasta donde me permite la memoria he intentado reflejar
todos los detalles posibles.
Me presento, me llamo Ángel y tengo 30 años, mido 185, soy licenciado en
educación física y bombero de profesión, vivo sólo en un bonito lugar
de la costa andaluza (España), de bella luz, y donde se puede disfrutar
de la playa la mayor parte del año. Soy un chico en apariencia
tranquilo, educado, me considero una persona de buen fondo, un chico
normal, con valores, algo tímido de primeras, lo cuál no quita que
pueda ser espontáneo, divertido, atrevido cuando estoy en un ambiente
adecuado, y trato con personas que me caen bien y me siento cómodo.
Sobre mi físico, soy de constitución atlética, espaldas anchas, de
piernas fuertes por naturaleza, bien moldeadas y musculadas, tipo
futbolista, pecho ancho, espalda de nadador bien formada. Llevo el pelo
normalmente cortito, es ondulado, y de color castaño, mis labios son
carnosos, mis ojos son grandes, con expresión aniñada, de color gris, y
rostro varonil y atractivo dicen, porque todo varón que se precie no
debe valorarse así mismo, se caería en el narcisismo, y en juzgar
también a otros hombres, y como no son de mi gusto prefiero observar a
las mujeres, y de ésas si se cuáles me atraen sin duda... No me
obsesiono con mi imagen, me interesa más la salud y el bienestar y
armonía en mi cuerpo, pero sí que me gusta mi figura e intento
cuidarla, ejercitándome en gimnasio, piscina, playa, montaña... Me
encanta el agua y la naturaleza.
Soy heterosexual y estoy bien dotado, mi polla es gruesa y de buen tamaño,
de adolescente no tenía mucha conciencia de mi cuerpo, de mis
atributos, es quizás ahora cuando tengo esa sensación más presente de
que tengo una buena herramienta, vamos, ya notaba las miradas
envidiosas de compañeros en los vestuarios del equipo de fútbol o al
cambiarme en gimnasia, lo cuál aumentaba mi vanidad con ese tema. No
tengo pareja actualmente, soy una persona la mayor parte del tiempo
optimista e ilusa por ocasiones que intenta ver siempre el lado bueno
de las cosas, pero lo cierto es que no he tenido suerte a nivel de
pareja, demando que la otra persona me resulte familiar, especial,
quizás eso es más complicado que exigir simplemente un físico bonito y
atractivo, porque aunque sí estuve enamorado de verdad hace años, en
los últimos tiempos sólo he conocido chicas que me han atraído
físicamente, pero luego no me han hecho sentir nada bello a nivel de
sentimientos.
El sexo con amor pienso que es algo sensacional, para mí no se termina
ahí, y se pueden experimentar miles de sensaciones sin tener que estar
en pareja, al igual que el amor no se acaba cuando por desgracia no
puede haber sexo, el sexo es maravilloso, el amor también, pero
condicionar y hacer depender demasiado esos dos universos uno del otro
creo que no es justo, pero es sólo mi opinión basada en mis
sentimientos y en mi experiencia vital. Mi mirada a pesar del paso de
los años sigue conservando ese punto de inocencia y de ingenuidad que
creo que siempre voy a tener, a pesar de haber dejado mi inocencia
atrás hace bastante tiempo, y no me refiero sólo al sexo, sino a otros
aspectos de la naturaleza humana que por circunstancias de la vida tuve
que conocer antes de lo que hubiera deseado, pero para la gente que me
va conociendo es toda una sorpresa descubrir que el lado inocente es
sólo la capa superficial de mi apariencia.
Como
dije antes soy un chico optimista, vital, intento mirar adelante y
tener ilusión en el futuro, intento siempre estar haciendo cosas, tener
la mente entretenida, no soporto aburrirme y no me gusta nada la
soledad, pero es mi principal compañera de viaje todo el tiempo, suelo
pensar que en cualquier momento puede aparecer ese rayo de sol que te
da aliento, te ilumina, y te vuelve a alegrar la vida, aunque en otras
ocasiones sólo veo oscuridad, como buen escorpión, el principal enemigo
lo tengo dentro de mí, puedo mover montañas o ahogarme en un vaso de
agua, dependiendo de mi autoestima y con la que esté en esa etapa de mi
vida. Adoro los lugares donde hay mar, lo asocio a las emociones
humanas, siempre he vivido allá donde he estado cerca del océano, y he
vivido en varios lugares, si no tengo el mar cerca, me falta algo, pero
creo que cada lugar del mundo tiene su belleza, como cada persona puede
ser un mundo, sólo hay que estar preparado para verlo.
Me gusta imaginar situaciones, indagar en las cosas, fantasear, y en el
sexo no iba a ser diferente, por encima de aspectos físicos, creo que
lo realmente importante en la vida, y en el sexo, es el interior, lo
que llevamos dentro y podemos expresar, nuestra alma, nuestra pasión,
nuestra naturaleza más oculta. Me apasiona el sexo en sus
profundidades, en sus abismos más perversos y excitantes, y es que para
mí fantasías, morbo y sexo van totalmente unidos. He disfrutado mucho
de la lectura de relatos de MorboCornudos.com desde hace años, leyendo
menos de
lo que me gustaría ya que necesito estar descansado y con tiempo, pero
realmente fue muy interesante y placentero conocer tantas historias,
tanto basadas en hechos reales como fantasías de los autores.
Hace unos tres años me decidí a poner un a anuncio en una página de
contactos, sin mucha convicción de que me llamara nadie, no porque no
confiara en que pudiera gustar a las distintas mujeres que lo vieran,
simplemente porque se que en estas paginas suelen abundar chicos y es
difícil tener la oportunidad de contactar con gente. Pero resulta que
tuve suerte, y al tiempo de tener publicada unas fotos, me escribió al
correo una dirección desconocida, procedente de una chica de mi
provincia, donde me decía que le gustaría hablar alguna vez, sin dar
demasiados detalles, aportándome su messenger. Por cierto, vivo sólo en
un lugar maravilloso de la costa andaluza, pero para cada lugar tiene
su lado especial, es cuestión de sentirlo y poderlo ver, desde mis
aposentos, puedo sentir las mareas del mar con total claridad por las
noches, la respiración del océano, os aseguro que no hay mejor melodía
para conciliar el sueño.
Pero retomemos lo que es ya el inicio del relato. Voy a cambiar algunos
datos para no perjudicar a nadie, digamos que la chica se llama
Natalia, llegó el día en el que coincidí con Natalia por Messenger, os
pondré un extracto del diálogo que se produjo (lo más aproximado que
recuerdo, ya que ha pasado tiempo), (N-Natalia A-ángel).
Hola, Natalia?
N- Sí, que tal?
A- Bien, vaya que sorpresa, no es fácil coincidir contigo eh? Bueno
cuéntame, que me tienes en ascuas, de donde me has agregado?
N- Jeje, pues tu sabrás
en tantos sitios tienes puesta tu dirección?
A- No mujer, sólo en dos páginas por eso dudo, una página es a nivel
nacional, y otra es de mi provincia, que como en tu mensaje me dijiste
que eras de la misma provincia, pienso que será la segunda no?
N- Pues no, te equivocas, es la primera, además
porque piensas que te
escribí yo?
A-
No entiendo, que quieres decir Natalia.
N- Llámame Naty anda, que Natalia me llama sólo mi madre y me resulta
raro, mira, el que te escribió fue Sergio, mi marido, él vió tus fotos,
y me estuvo insistiendo varios días para que hablara contigo, la verdad
que le ha costado convencerme porque no es que yo tenga mucho interés,
pero como se puso tan pesado...
A-
Vaya.., tu marido, pero que edad tienes? Y entonces tú no has visto las
fotos?
N- Tengo 31 años, y el 33, y sí he visto las fotos
A-
Vale, yo tengo 27, y
que tal te parecieron?
N- Pues me gusto lo que ví, satisfecho? o es que te gusta que te regalen
los oídos?
A-
Jeje, no mujer, es que es la primera vez que hablo con alguien en esta
situación, y encima eres de mi provincia, así que la curiosidad me
ataca por todos lados, por ejemplo donde vives? Yo vivo en XXX
N- Vaya que suerte, yo vivo en YYYY,
Bueno, no está tan lejos,
N- Pero que dices, si esto es lo peor, es un pueblo, aunque vive
bastante gente ya, aquí todo el mundo se conoce, y además estamos lejos
de la playa, de los centros comerciales, de las ciudades, de la
civilización¡uff
Bueno, siempre puedes coger el coche y moverte cuando apetezca no?
N- No te creas, tengo carnet pero Sergio no me deja conducir, dice que
no se fia de mi, jaja, pero de vez en cuando, cuando Sergio libra del
trabajo nos pegamos una escapada para poder respirar un poco, a Sevilla
que es una ciudad que me encanta, o a algún hotel de la costa del sol.
Vaya, sois jóvenes, cuanto tiempo llevaís casados?
N- Pues aunque no lo creas, nos conocemos desde niños, y llevamos
saliendo desde hace muchos años, yo estaba en la Universidad y Sergio
andaba detrás de un trabajo bastante importante, que finalmente pudo
conseguir aquí, en nuestro pueblo, entonces, al tercer año de carrera
deje la facultad y me fui con él a vivir al pueblo y nos casamos.
Vaya, y porque renunciaste a la universidad?
N- Con Sergio no me falta de nada, para mi tiene más sentido ser su
esposa, estar aquí en casa con todo preparado para cuando él llegue de
trabajar , mi lugar está aquí con él en nuestro hogar y lo de la uni ya
pasó.
A-Vaya, no entiendo mucho de parejas, pero supongo que eso no se lleva
mucho hoy en día, que la mujer acepte quedarse en casa dejando de lado
sus metas para ayudar al marido como esposa, debes quererle bastante.
N- Sí la verdad es que nos queremos mucho
A-Y entonces, el te pidió que tú y yo habláramos, está ahora en casa?
N- Sí el está en casa, pero está en sus cosas en otro lado de la casa, yo
me pongo con el ordenador a mi aire y el no sabe que ahora estamos
hablando por ejemplo, jeje, pero tampoco creo que dijera nada.
Nose, es que me resulta extraño, perdona pero todavía no comprendo que él
me escribiera, yo dando por echo que fuiste tú, me descolocaste, él
quiere que hables con otros chicos?
N- Sí, hace tiempo como te dije, le dio por esa fantasía, intentó
convencerme para que mandáramos alguna foto mía a una página liberal,
pero eso sí que no, no soportaría que alguien me reconociera, y también
me estuvo insistiendo en la fantasía de contactar con alguien de la
página, cosa que no me negaba, pero tampoco era algo que me volviera
loca, hasta que un día me dijo que había visto a un chico de nuestra
provincia, que me gustaría, y que quería que habláramos.
A-
Bueno, pues me alegro que a través de que él viera mis fotos, pues
podamos hablar ahora, por cierto, que carrera estudiaste? Es que antes
se me olvidó preguntártelo
N- Estudié Derecho...
A-
Pero a ver, si esa es la carrera que estudie yo, bueno... que comencé,
pero la deje también al segundo año, después me fui a estudiar INEF
umm..tengo
4 años menos que tu, pero.. no habremos coincidido por casualidad
por la facultad?
N- Vaya, quizás hemos coincidido.
A- Quien sabe, yo estuve estudiando hasta el 98, después de los exámenes
de septiembre del final de ese curso es cuando lo deje, y después
estudié INEF fuera, y bueno al acabar la carrera no tenía claro hacia
donde orientar mi profesión, y se cruzó en mi camino la oposición de
bombero, la cuál es mi profesión hoy en día, aunque preparo físicamente
a gente para distintas oposiciones en mis días libres para darle
utilidad a todo lo que estudié en la carrera.
N-Vaya bombero y licenciado en educación física, umm...:), y donde
trabajas? Es por si siento que comienzo a arder una mañana y necesito
que vengas a socorrerme con tu manguera...jeje, o que me mandes una
serie de ejercicios para coger la forma...
A- Ah, pues cuando quieras, tú llámame, desde luego eres directa eh.. pues
trabajo en el Parque de Bomberos de ZZZ
N- Jaja, es broma..no te llamaría para eso, que veguenza, calla, calla,
pues trabajas lejos de mí, que penaaa, esa no es mi zona, pero si tengo
una emergencia, tu vendrías igualmente a socorrerme no, jaja, ya en
serio, pero en que curso estabas los años que estuviste en derecho?
Pues en el 98 empece en primero, porque ese año es cuando empece yo en
la uni, en primero, en el Turno de Mañana
N- Ah, yo también de mañana, pues a pesar de ser mi tercer año, todavía
tenia algunas de primero, yo y otra amiga que eramos inseparables,
llevábamos el mismo ritmo, nos habíamos dedicado más que a estudiar, a
salir de fiesta, a jugar al mus, a visitar la cafetería, y darnos buena
vida tomando cañas y tapitas, vamos que de estudiar poco
así que
seguíamos con casi todas de primero. Jeje, eso quiere decir que pudimos
haber estado en la misma clase casi seguro, uff, te imaginas?
N- JeJe, pues sí que sería casualidad, pero claro, como no te he visto no
puedo recordar si efectivamente estabas en mi clase. Llevas razón, que
mi cara no la has visto, sólo mi cuerpo y otros atributos, jeje y
yo
sin embargo no he visto nada de ti, como eres?
N- Si te refieres a mi físico estoy bien.
Ya pero, no sé, dime una descripción, estatura, como es tu figura,
color de pelo, de piel, de ojos
N- Si claro, y el número del D.N.I. también lo quiere el nene?
A-Bueno, para que veas un gesto de buena voluntad de mi parte, te pondré
la webcam un segundo, pero rapidito eh, que no soy muy expresivo ante
una cámara, lo veo algo frío.
N- Venga, no te preocupes, además me pica ya mucho la curiosidad
Puse la
cam como dije, fijando mi mirada en el objetivo de la cam durante unos
instantes en los que no recibí
¿No dices nada?, tan mala impresión te he causado?
N- Que bobo eres, como te gusta que te adulen eh? Sabes que estás bien, y
jeje
¿Qué es ese jeje?
N- Que te conozco
tú has estado en mi clase.
¿Cómo? Que vergüenza..entonces al final será verdad que coincidimos
N- Que sí..confirmado, jeje, te recuerdo sobre todo de un día que llegaste
tarde a clase, y yo le dije a mi amiga , mira, ese chico se ha tenido
que pelear, tiene los ojos como si hubiera recibido un golpe.
Ah,
me temo que no, no recuerdo ninguna pelea en aquella época, y creeme
que me he golpeado el ojo en alguna otra ocasión y eso se recuerda,
serían las malditas ojeras de madrugar, como odiaba
y odio madrugar,
suerte que en mi trabajo tiene un horario distinto.
N- Jaja, pues nose..pero el caso es que ya se quien eres, lalala
Eh,
ahora te toca a ti, venga ponme foto, o dime, te pareces a alguna
famosa?
N- Famosa? Sí, a las muñecas de Famosa, jaja, Umm nose..soy única..anda
mira..
En
ese momento Natalia me puso una foto en Messenger, en la que a pesar de
que en dicha foto se veia de lejos, se observaba a una chica atractiva
en formas, con vaqueros ajustados, en los que se podía apreciar nalgas
carnosas y bien proporcionadas con sus piernas largas y sensuales, pelo
rizado moreno, gesto divertido, alocado, gafas de sol, un sueter rojo
donde se formaban dos montañas voluptuosas debajo de la prenda, por lo
que sus pechos tendrían que ser generosos. En resumen, entre lo que vi
y me imaginaba me excité bastante. En la foto se encontraba
subida a caballo como en una estatua que parecía ser la plaza de algún
pueblo. Vaya, eres muy atractiva, lástima que no pueda verte mejor en
esa foto, así no puedo saber si yo te recuerdo de la facultad, no
estamos en igualdad de condiciones eh, no puedes poner cam? o mandarme
esa foto?
N- Tranquilo, ya me verás..de momento no puedo más..pero si quieres saber
si te gustaré, tranquilo que sí.
No, sino tengo prisa..pero ahora me quedaré con la duda de quien eres,
porque si dices que me viste en clase, seguro que yo también te tuve
que ver, pero por la foto no te asocio, recuerdo a una chica morena, de
labios sensuales, pelo liso, así potente, con buenos muslos y pechugas
vamos jeje, con carita de vicio
alguna vez has llevado el pelo liso?
N- No, ya se quien dices, tú hablas de una amiga mía,, las dos eramos de
las mayores de primero, y sí, es muy sensual, y con lo de la mirada de
vicio
pues aciertas.
Vaya, osea que vaya dos os juntabais, que peligro.. pero esa chica
tenia novio no?
N- Y, que tiene que ver la velocidad con el tocino? Las dos teníamos
novio, pero lo pasábamos muy bien
Pero, juntas o separadas? Como de bien? Anda explicame
N- Uy, tu quieres saber mucho.
Es que verás, esa chica, tu amiga..
N- Se llama Sara.
Pues con Sara tuve una vez una fantasía erótica, la ví en el parque
acuático, junto a su novio imagino, estaban en la zona de piscinas,
eran las tres de la tarde de un día del mes de agosto, y tu amiga
llevaba un bikini de color blanco, más que nada lo recuerdo por el
contraste que le hacía con esos tetones morenos, porque vaya delantera
tiene eh? Aunque por lo que vi en tu foto tu tampoco andas mal
surtida..
N- Ya, ya se que tiene buena delantera, jeje, y en cuanto a mí, no me
puedo quejar... Pues eso, que Sara me puso cardíaco, empezó a
enrollarse con el novio en el agua, y la cabrona, no sé si es que me
había reconocido de clase, o simplemente se dio cuenta de que estaba
pendiente de ella, que mientras dejaba que su novio la besara
lascivamente y le apretara las nalgas, ella me miraba con carita de
vicio, dios que ganas me dieron de follarmela allí mismo en el agua,
lástima que estuviera el novio por medio, que si no..Haberlo intentado,
conozco bien a Sara, y es muy morbosa, pero imagino que sólo querría
provocar, o es que te echó para atrás que tuviera novio? No, para nada,
los retos me motivan más, y ligarme y follarme a una chica que tenga
pareja, umm
me da un morbo..
N- Ah, sí?
Uff, no sabes cuanto, y más sabiendo que el cornudo de tu novio está en
casa también, y está consintiendo esta conversación.
N- Calla, no seas malo..él está en otro ordenador con sus cosas,
descargando música, ya te dije que sabe que chateo.
Y no te da morbo estar hablando conmigo mientras él está tan cerca?
N- Pues.. no sé.. no hablamos de nada malo, además él tampoco se
extrañaría.
Ah no? Es verdad, de momento
pero aún así ¿ estás caliente?
N- Ángel por favor..
Sé
que estás caliente y se que cuando has leído como he escrito que tu
novio es un cornudo te has puesto cachonda.. Se creó un silencio en el
diálogo en el que Natalia no escribió nada.¿Te has tocado?
N- ¿Yo? Que va.., con Sergio aquí al lado, estás loco?
Pues tócate..
N- Jeje, que es una orden?
Sí, algún problema? Tócate sin que el cornudo se de cuenta, seguro que
sabes hacerlo.
N- Pero si estamos los dos en el salón, se va a dar cuenta, y si se da
cuenta, querrá guerra
, admás el sexo virtual no me va mucho
A- Pero estás caliente verdad putita?
Sí, un poco..
Entonces podríamos quedar en la realidad y conocernos.
N- Puede ser, ya veremos. Tendría que hablarlo con Sergio.
¿Él cuando trabaja?
N- Normalmente de lunes a viernes por las mañanas.
Genial, muchos días de diario tengo libre.
Pero tendría que ser estando él.
A- Pero pudiendo quedar los dos sólos, no te gustaría la idea?
N- Sí, me encantaría, pero él tendría que saberlo
y antes tenemos que
hablarlo, no creo que aceptara que quedáramos sólos.
Pero no tiene porque enterarse si somos discretos.
N- Jejej, Sergio me conoce perfectamente, y esas cosas me las notaría
enseguida, me excita la situación, pero nunca le he engañado.
A-Siempre hay una primera vez..
N- Anda tonto..no me tientes más, podemos quedar para un cafelito más
adelante y ya se verá..
A-Claro..entonces, ya te has enfriado? O necesitas que te ponga alguna
fotito para que recuerdes lo que viste?
N- Pues si te apetece ponerlas..
No, yo ya me tengo visto..a mi me es igual
N- Anda tonto..ponlas, que si me apetece un poco de calor ;).
Puse algunas fotos explícitas de mi polla en messenger .
N- Umm, que buena polla..
A-Veo que te calientas rápido, y también que te gustan mucho las pollas
N- Sí, me encantan las pollas,jiji
A-Mira que eres putita, las cosas que escribes, que está tu marido
cerca.. que harías con esa polla?
N- mm, pues acercaría mi boca, y sacaría mi lengua muy humeda y
caliente para lamer la puntita, sólo rozándola al principio..para
después deslizar mi lengua rodeando tu capullo a
lametones, umm
A-Ah, si?, que zorra eres..te gusta que te lo diga? Zorra..
N- umm, sí..esta zorrita cogería y te rodearía el glande con los
labios, succionando unos segundos para después jugar con mi lengua en
tu glande sin sacarla de mi boca, bajaría el tronco, lamiéndolo
mientras lo recorro de arriba abajo a lengüetazos por todos lados,
vuelvo a asecender a tu glande y lo chupo metiéndome parte del tronco
en mi boca, hasta la mitad, y te aprieto el tronco con mis labios
succionando tu polla mientras recorro el tronco hasta el glande,
descendiendo de nuevo metiendo cada vez más trozo de tu polla en mi
boquita.
A-Me estás poniendo malo, jeje, anda sigue..
N- ¿Sigo?, no...ahora te toca a ti, que me harías?
A-Umm, pues así tan caliente como estoy comenzaría a impulsar mi polla
suavemente hacia arriba, para ir notando el calor y humedad de tu
garganta al recibir mi capullo, y cada vez ir incrementando el ritmo,
cogiéndote la cabeza y empujándote hacia abajo , y cuando notara que te
tragaras entero mi rabo, te mantendría sujeta en esa posición, y
embistiría de forma lenta pero fuerte, impulsando toda mi pelvis para
clavarte mi polla hasta lo más profundo de tu garganta, viendo como
babeas y te dan arcadas, con los ojos cerrados, concentrándote en
respirar y tragar...
N- Que malo eres
me darían arcadas, y me tendrías ahí atragantada con
tu polla..
Sí putita, mientras te digo, Chupa puta, chupa una buena polla, no la
del cornudo de tu marido..
N- Sí cabrón damela, llename la boca de tu polla..
Sí zorra, quieres que te de leche? Te relleno tu boquita de mi leche?
N- Sí, mm, leche calentita, haz que me la trague..
Cabrona..te agarraría fuertemente del cuello y de tu pelo, te la
incrustaría hasta el fondo, y empezaría a clavártela sin piedad sin
retroceder, a toda velocidad y pollazos potentes en tu boca
N- Sí.. dámela nene
dame lechita
Sí.. toma puta¡ tomaaaaa
.. me corrooooooooooo, toma mi lecheee
aaaaaah,
toma toma, puton, toma lechazo uf uf,toma zorra, hasta la última gota
te vas a tragar...
N-Umm, sí, uff, cabrón como me has puesto
Pues yo no veas como me he puesto jeje
perdido
N- Te has corrido? Umm, puedo verlo?
Umm, claro, cuando quieras quedar en la realidad lo compruebas en vivo,
y desde el principio, antes de correrme, que es más interesante jeje
N- Tonto, que sabes que no puedo..pero lo del café puede ser..
A- ¿Te vas? Creí que podrías hablar sin problema
N- Y puedo, pero es tarde y tengo que hacer la cena..
A- Sí, seguro.. eso es que te has puesto caliente y te vas a follar a
tu maridito..
N- mm, sí también, pero eso ya después, jeje, bueno Ángel, un beso y un
placer conocerte, de momento por aquí.
A- Otro beso, y el placer ha sido mío.
Segunda parte.
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A los pocos días pude coincidir con Natalia de nuevo en el Messenger y
ella me comentó que había hablado con su marido y deseaba quedar pronto
para vernos. Mi primera reacción fue de sorpresa si bien llama de
avisado el anterior conversación de que tenía que consultar con su
pareja resultó raro en ese momento la situación, en principio era tomar
un café para conocernos, por lo que intenté no darle mucha importancia
era la primera vez que hacía lgo así. Nos dimos nuestro nuestros
números de teléfono, y quedamos directamente para esa misma tarde, así
lo propuso ella y no se me ocurr ninguna excusa convincente para
aplazar la cita, además de que, yo también el fondo deseaba a quedar
con esa chica que había coincidido en la clase de la Universidad pero
que no había visto aún su cara.
Quedamos en que nos veríamos en el paseo marítimo de una zona turística de
nuestra provincia muy frecuentada, ya que es un lugar anónimo, donde
siempre te encuentras turistas extranjeros paseando por la zona, y no
es tan habitual coincidir con alguien conocido.
Me preparé nervioso para el encuentro, ya que aunque no habíamos hablado
nada sobre quedar para algo más que un café, sin duda el origen de todo
esto se encontraba en las fantasías habladas, y eso no era tan fácil de
olvidar, no era quedar simplemente con dos personas amigas, era quedar
con una chica muy atractiva, casada, acompañada por su marido, y que
posiblemente, según había dejado entender ella, no era la primera vez
que realizaban una experiencia de este tipo.
Estaba anocheciendo cuando me dirigía en coche hacia el lugar donde
habíamos quedado, apenas me separaban unos minutos para llegar y ya
sentía como mi corazón latía con fuerza, iba con unos minutos de
retraso conforme la hora que habíamos quedado, por lo que cuando
aparqué, supuse que ellos estarían allí, la avenida para aparcar era
amplia, pero en la zona que habíamos hablado para aparcar, había pocos
vehículos, por lo que era fácil distinguir si se habían llegado ellos,
ya que su vehículo era fácilmente reconocible con la descripción que me
habían dicho.
Estaba dentro del coche, y por un momento pensé en irme, un nudo se me
hizo en el estómago cuando empecé a pensar como reaccionaría yo al
verlos, no me considero una persona muy tímida, pero para situaciones
distintas como ésta, la verdad es que no tenía toda la confianza que
hubiera deseado en ese momento, pero por otro lado sentía un morbo
especial, esa magia de sentir
y vivir una experiencia diferente e intente relajarme mirando hacia el
mar, ya que lo tenia enfrente, el cuál se mezclaba con la oscuridad de
la noche ya cerrada, pude sentir como entró por mi ventana una na
ligera brisa cálida para acariciarme el rostro, por lo que durante unos
instantes conseguí calmarme, y creo que incluso llegué a sintonizar una
cadena de radio de música clásica.
Cuando me encontraba en ese momentáneo estado de tranquilidad, vi
aproximarse por mi lado izquierdo un vehículo que coincidía con el que
me había indicado Natalia, el cual estacionó unas tres plazas a mi
izquierda a pesar de que había espacio para aparcar justo a mi lado.
Pude echar un vistazo rápido antes de que se detuvieran y en el asiento
del copiloto iba una mujer morena con el pelo rizado, retirando después
la vista y quedándome como paralizado dentro de mi vehículo, empezando
a pensar que decir, cómo actuar, y sobre todo, algo que me tenía un
poco preocupado, desconocía totalmente como era su marido Sergio, ya
que si bien a ella, le había visto de lejos en fotos, y aunque no se
apreciaba la cara, si podía hacerme una idea, sobre Sergio desconocía
totalmente como era, y eso me tenía despistado, porque dependiendo
también de su actitud la situación sería más cómoda o menos, era
difícil explicar la sensación.
Vi cómo salieron de su coche, y ya automáticamente, sin mirarles
directamente, procedí a salir también de mi vehículo, lo primero que
pude ver desde unos metros de distancia, es que ella sin duda era una
mujer muy atractiva, iba vestida de negro de manera muy elegante con un
vestido de color oscuro y una chaqueta negra, llevando tacones tacones,
pero al mismo tiempo resultaba discreta.
Por el otro lado del vehículo, aparece su marido, el cual de primera vista
me dio una buena impresión, no me pareció un hombre serio, sino que más
bien aprecié un chico joven y algo que en ese momento pensé, más bajo
que ella, no sé si por el efecto de los tacones, pero en ese momento
algo me hizo pensar que no debía preocuparme mucho por el, que ella era
la que iría llevando las riendas de la situación, pues era sólo una
intuición.
Nos aproximamos y nos saludamos, estreché la mano con Sergio de forma
amistosa el cual me sonrió y me mostró un rostro amable, y después
saludé a Natalia dándole dos besos, mentiría si dijera que en ese
momento saltaron chispas entre nosotros, pero sí que me gustó que
sonrió divertida, como si se tratara de un juego y no la aprecié nada
nerviosa, por mi parte, los nervios estaban a flor de piel, lo que sí
pude apreciar es que esa chica me atraía, tal como bien las fotos,
teniendo formas muy femeninas, pude observar un generoso escote en lo
poco que pude ver en ese momento con la chaqueta puesta, caderas
anchas, piernas moldeadas, buen culo, una morena andaluza de curvas
generosas, sensual y atractiva, con mirada viva y simpática y labios
carnosos..
El primer intercambio de palabras trato sobre temas banales, recuerdo que
de forma sincera y para rebajar un poco la tensión, les reconocí que
los minutos que les había estado esperando estaba hecho un flan,
incluso que llegué a pensar que todo había sido una broma, lo que
provocó un primer intercambio de risas por parte de los tres.
Extrañamente, aunque con la persona que había tratado por Messenger era
con Natalia y con la que supuestamente tenían más confianza, al que me
dirigía más de los dos a la hora de hablar era a Sergio, quizás porque
me daba más vergüenza hablar directamente con Natalia después de lo que
habíamos hablado, al igual que era Sergio el que llevaba la voz
cantante de la pareja del que se mostraba más hablador e interesado por
preguntarme cosas.
Decidimos acercar los coches un poco más a la zona donde estaban las
cafeterías, por lo que como ellos no conocían mucho la zona iban
circulando detrás mía , observando como al poco tiempo Sergio paró el
vehículo, haciéndome señas por lo que yo también detuviera mi vehículo.
Me dirigí al vehículo de Sergio coincidiendo que por el lado que me
asomé era la ventana del copiloto donde se encontraba Natalia, la cual
me seguía mirando divertida, y eso me hacía estar aún más nervioso,
avisándome Sergio que iba a sacar dinero al cajero que había al lado.
Se produjo una circunstancia curiosa, mientras Sergio estaba en el
cajero yo permanecí de pie al lado de la ventana donde se encontraba
Natalia, dándose unos segundos donde no intercambiamos palabras pero sí
intensas miradas y no pude evitar desde fuera del vehículo observar su
cuerpo, y un leve cosquilleo comenzó a despertar mi polla.
Sergio no tardó mucho en regresar volvimos a subir a los vehículos y
momentos después estacionamos, volvimos a reunirnos y me dejaron la
iniciativa de que les llevará al local que yo quisiera, y mientras nos
dirigimos andando a una de las cafeterías fue cuando empezamos a hablar
de manera un poco más amigable.
Para romper el hielo comencé preguntándole a Natalia sobre la Universidad,
confirmando por mi parte que no la recordaba de haber estado con ella
en clase, pero sin embargo ella sí me recordaba a mí perfectamente, tal
como me dijo en la charla por Internet.
Elegí un local tranquilo, amplio, que en esa época del año estaba
frecuentado por pocos clientes, que además eran turistas mayores
extranjeros, por lo que existía la suficiente intimidad para hablar de
cualquier tema.
Recuerdo que Sergio se sentó a mi izquierda, quedando N sentada enfrente
mío, pero nuevamente ambos nos evitábamos, más por mi parte, además de
que Sergio continuó llevando la iniciativa en la conversación, en
ningún momento hablamos de nada relativo al motivo por el que hable con
Natalia por Internet, y yo tampoco querían forzar la conversación y
sacar el tema a cualquier oportunidad, primero prefería crear un clima
de confianza, y para eso todavía lo veía lejano en ese momento.
Sergio me pregunto varias cosas sobre mi trabajo, bombero, a los que yo
educadamente fui respondiendo, observando que en un tema que le atraía
bastante a Sergio, el cuál tenía un trabajo en una oficina, que si bien
no le aportaba emociones muy fuertes, sí que estaba bien pagado y
disponían de buena calidad de vida.
Natalia iba incorporándose a las conversaciones discretamente, ya mí me
encantaba poder también dirigirme a ella y comenzar el juego de
miradas, aunque me costaba bastante, pienso que no hay nada más erótico
que una mirada cuando el contexto de la situación no no permite
imaginar por parte de otras personas el significado de ese gesto.
Hablamos un poco de nuestra etapa de la Universidad, de la anécdota que
me contó sobre qué recordaba que llegué un día clase con los ojos como
si me hubieran golpeado, y demás anécdotas que fueron surgiendo, ya que
soy una persona que a pesar de estar un poco nervioso en una situación,
en lugar de quedarme callado, se me suelta la lengua y hablo bastante,
al igual que ellos en todo momento intentaron hacerme sentir cómodo y
contaban detalles personales sobre su vida, una de las cosas que más me
llamó la atención, es que Natalia me hizo ver lo que me contó por
Internet, que realmente forma una pareja sólida con Sergio y que se
quieren, observando entre ambos existía una buena complicidad, como si
se entendieron perfectamente con pequeños gestos.
Me dio la sensación de que les caía bien, y ellos también a mi, de eso se
trataba el primer café, porque recuerdo que Natalia y yo no habíamos
concretado nada, solamente conocernos esa tarde.
Cuando ya llevábamos un rato conversando pensé que por ese día era
suficiente, y tampoco quería aburrirles demasiado, y como llegue a ese
punto que no sabes si la persona que está acompañándote ya tiene ganas
de marcharse o no, es por lo que cuando vi que se empezaron a producir
silencios más espaciados entre las conversaciones es por lo que les
dije que si ya era
tarde, que cuando ellos les apeteciera que me lo dijeran y nos
marchábamos.
En ese momento, observe como Sergio se mantuvo un poco al margen, dejando
el mando ahora de la conversación a su mujer Natalia, ya que si sólo me
hubiera dejado llevar por el gesto que hizo Sergio cuando les dije de
marcharnos, que fue mirar a su mujer para buscar una respuesta, no
habría sabido del todo si en ese momento terminaba el café, estaba un
poco despistado.
Entonces decidí dirigirme hacia Natalia, ya que creo que a través de ella
era como realmente podía averiguar qué impresión había causado, dándose
el siguiente diálogo entre nosotros: (A- Ángel N- Natalia).
-A: entonces, ahora volvéis a vuestro pueblo.
-N: Pues, no sé que vamos a hacer....
Diciendo esto Natalia , de forma algo dubitativa, pero creo que de forma
intencionada, porque miró a su marido de manera pícara, buscando su
complicidad, como ese momento estuviera planeado.
En ese momento intervino Sergio nuevamente en la conversación,
preguntándome en qué zona vivía exactamente, pero lo hizo una manera
muy normal, como cuando un amigo se interesa por conocer tu casa que
todavía no ha visitado.
Fue cuando empecé a tomar conciencia de que se estaba iniciado el camino
hacia la situación desconocida para mí, un terreno extraño por
explorar, en el que cada pisada, cada detalle, era digno de saborear,
teniendo cuidado de no dar ningún paso en falso, pero tampoco quedarme
parado, era el momento de avanzar de forma segura.
Obviamente, ellos no tenían ganas de regresar a su casa, y tampoco de
prescindir de mi compañía, dándose este último diálogo en la cafetería:
-A: pues, la verdad yo tengo la casa hecha un desastre, está muy sucia la
cocina ya que trabajé ayer y todavía no me ha dado tiempo a organizar
la.
Dije esto porque me salió así, tenía enfrente a una atractiva chica y a su
marido, los cuales habían hecho entender que les había caído bien, y
aunque no se había tocado en ningún momento en la conversación nada
referente a un posible encuentro, sí que me habían sugerido que veían
bien tomar algo en mi casa, por lo que la única explicación a lo que
les dije sobre el estado de la casa, es que aparte de que era verdad y
me daba un poco de vergüenza llevar visita en ese estado, creo que
también lo dije porque me asusté al ver que una situación con la que he
fantaseado en varias ocasiones, se estaba desarrollando como si fuese
la misma fantasía, y eso me asustó un poco, por miedo a no controlar la
situación.
Natalia volvió a dirigirse a mi, pero en esta ocasión lo hizo de una
manera directa, muy segura de sí misma, y al mismo tiempo mostrando su
sensualidad, y su lado de hembra caliente, viendo como su piel ardía y
como su mirada estaba encendida, diciéndome con un tono de voz bajo y
meloso lo siguiente: -N: no sabes lo que me ha costado hoy venir aquí.
No tuvo que decir más, en ese momento comprendí, que a pesar de que
durante todo el tiempo e ella había estado más al margen de toda la
conversación, realmente le había interesado, por lo que les dije que
por mi estaba encantado de que vinieran a casa, pero que me perdonaran
por el desorden ya que no preveía visita, a lo que de manera informal y
divertida me dijeron que no pasaba nada, que lo entendían, diciendo
Sergio que si hacía falta fregar, que para eso estaba su mujer para
poner todo en orden, la cuál no pareció molestarse por ese comentario,
simplemente se rio y asintió que así lo haría.
Salimos de la cafetería y nuevamente nos subimos cada uno en nuestros
vehículos para dirigirnos a mi piso, en el trayecto mientras conducía
ya no tenía la sensación de nerviosismo inicial, sentía que había
iniciado una nueva aventura, y y lo que más me gustaba es que no sabía
lo que iba a pasar, pero fuera como fuera, estaba siendo la experiencia
emocionante y excitante.
Quiero
compartir con los lectores una pequeña reflexión que tuve durante el
trayecto hacia mi piso en vehículo, cuando alguna vez había fantaseado
con una situación de conocer a una pareja, nunca había visto al hombre,
al marido, como un amigo, más bien o como un tipo serio, poco amigable,
ajeno a entablar demasiado contacto conmigo, lo cuál para el momento de
conocernos, sería tenso, dependería de que existiera química entre su
mujer y yo, pero luego para el momento de acostarnos me daría más
morbo, follarme a su mujer en sus narices, de un tipo que no me cae
bien, y ponerle unos buenos cuernos, humillándole, haciéndole cornudo
que es lo que le gusta en su vida íntima, y disfrutar de su mujer sin
ningún cargo de conciencia, una situación de tres desconocidos donde
todo vale y la fantasía de disfrutar de follarme a una buena zorra
delante de su marido es lo único que cuenta, sin sensaciones de
amistad, empatía entre los personajes, de buen rollo, sólo sexo,
atracción, morbo y perversión en estado puro.
Pero curiosamente, con Sergio y Natalia no sentía eso de forma tan clara,
como Sergio fue tan amigable y ameno en el café, lo veía como un buen
tipo que conoces un día, un hombre divertido, de trato afable, que se
nota que quiere a su mujer y busca experiencias nuevas para la pareja,
y sobre todo pensando en ella, por lo qué como he dicho, la situación
me parecía emocionante y morbosa, pero ese detalle era lo que hacía que
aún tuviera el sentido del morbo algo apagado, así que las sensaciones
me confundían, sólo sabía que en el piso, una vez los tres, en un nuevo
escenario, es donde de verdad empezaría a descrubir hasta donde
llegaría mi "supuesto "respeto hacia Sergio, y mis deseos de estar con
su mujer.
Tercera parte.
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Llegué primero a la comunidad, y antes de meter el coche en el garaje, les
dije a Sergio y Natalia, que me esperaran, que enseguida salía y
entraba con ellos por el portal.
Natalia seguía sonriente, bromista, al lado de su marido, sin hablar
mucho, pero con esa actitud entre desenfadada y nerviosa que me tenia
un poco descolocado. Recuerdo que Natalia al pasar por la zona
comunitaria y ver la piscina, hizo un comentario como, oh, tiene
piscina, que bien, celebrando su hallazgo como si se tratase de una
niña chica que esperaba el comienzo del verano para ir a la piscina, lo
cierto es que me transmitía una dosis de dulzura esa mujer.
Cuando entramos al piso, a Natalia se le iban los ojos a todos los
detalles, y ella y su marido me preguntaban acerca de cosas del piso,
ya que era de nueva construcción por entonces, Sergio continuaba con su
actitud amistosa, y como si supiera que papel interpretar, discreto,
tranquilo, sin embargo Natalia era puro nervio, iba de una habitación a
otra descubriendo cosas, y preguntándome inquieta sobre cualquier
detalle, lo que permitía que empezara a fluir un poco más entre
nosotros la comunicación, las miradas, las risas.
Recuerdo en la cocina, donde no me había dado tiempo a lavar los platos,
que Natalia se horrorizó medio en broma ante esa situación, y se
ofreció a lavar los platos, negándome yo, diciéndole que era mi
invitada, pero Sergio, su marido, con toda tranquilidad me dijo que la
dejara lavar, que a ella le gustaba.
Así que como la vi tan feliz, cogiendo el mandil para no mancharse y
poniéndose los guantes no me pude negar. En ese momento Sergio dijo que
tenía que ir al baño, quedándome a solas con su mujer en la cocina.
Tenía a Natalia de espaldas a mi, fregando tan feliz, por lo que una
perversa idea apareció en mi mente, con la excusa de poder observar lo
bien que fregaba, me aproxime por la espalda, y le dije que si podía
acompañarla un poco a la hora de frotar para que ella viera si lo hacia
bien, ella con su risita nerviosa me dijo que bueno. Así que me
aproximé por la espalda, pasando mis manos por los lados rodeándola,
acariciando primero sus manos, a través del guante, subiendo
posteriormente hacia sus brazos disimuladamente, y dejándome llevar por
la calentura, pegué bien mi paquete en su culo, estando ya mi polla muy
dura, pudiendo sentirla Natalia, que dio un respingo, y se movio hacia
delante haciéndose la sorprendida, como intentando zafarse, diciéndome
oyeee,
pero como ya no tenia mas espacio y estaba pegada a la repisa del
fregadero, aproveche y volvi a pegarme, restregando mi paquete en su
trasero y metiendo las manos por debajo del mandil de cocina, por
encima de su blusa, palpe sus pechos, apretujándolos contra mi, con la
palma y haciendo movimientos circulares, notando como Natalia seguía
haciéndose la remolona, diciendo, que haces
, no seas malo..y mi
marido.., y justo en ese momento escuché abrirse la puerta del baño del
pasillo, por lo que me despegué rápidamente de ella como si nada
hubiera pasado, entrando de nuevo en la cocina Sergio, el cuál, no creo
que fuera tonto, sin duda se percató de que algo había pasado, su mujer
estaba con las mejillas sonrosadas, se notaba más caliente, y yo tenia
una erección que se notaba en el pantalón.
Recuerdo al lector como es Natalia físicamente, en aquella época tendría
32 años, morena de pelo rizado, un cuerpo muy apetecible, con curvas
generosas, caderas anchas, culo de buen tamaño, redondito, respingón,
con unas piernas modeladas por el patinaje, y muy bien proporcionadas
con su trasero, y por lo que había podido palpar tenía unas tetas de
muy buen tamaño, bien puestas y blanditas y turgentes al tacto.
Después de que Natalia terminara de lavar los platos, prepare algo rápido
de picar, unos embutidos ibéricos, queso curado, canapés, patatas
fritas..estando sentados mis invitados en el sofá del salón, y yo
expectante y nervioso, les preguntaba si querían tomar otra cosa, si
faltaba algo, que querían de beber, sorprendiéndome que ninguno de los
dos quería apenas comer nada, ni tampoco les apetecía nada de beber,
cosa que la verdad me sorprendió bastante, ya que si no querían comer,
que querían..jaja.
Yo al menos si comí un poquito, y bueno, continuamos con las anécdotas del
trabajo, Sergio me preguntaba si había tenido que socorrer alguna chica
alguna vez trabajando de socorrista, y yo la verdad, tenía más
anécdotas graciosas que contar sobre ese trabajo, que anécdotas
sexuales, o picantes, y al notar que Sergio lo que pretendía era llevar
la conversación a un terreno más caliente, pues me solté un poquito, y
conté alguna aventura con alguna chica que había conocido de noche,
sintiendo como cuando entraba un poquito en contar detalles sexuales,
Natalia se soficaba un poquito, y su risa era más perversa que la
risita inocente de cuando descubrió la piscina. Sergio tomó un poco la
iniciativa, y le dijo a Natalia que tenia que cambiarse, yo no entendí
bien, entonces Natalia obediente sacó un tanga de su bolso, y le dijo a
su marido que la acompañara a cambiarse al baño.
Animado por ese giro en la situación, yo también me ofrecí para ver como
se cambiaba, pero ahí Natalia si se puso seria, y me dijo que no, que
eso era una cosa privada, y sólo podía estar su marido. La verdad que
no sabía que pensar, tenía en mi casa a un matrimonio que acababa de
conocer, (aunque ella hubiera estado en mi clase en la universidad,
pero no la recordaba), y ambos estaban dentro de mi baño, cambiándose
ella para ponerse un tanga. Cuando salieron del baño Natalia llevaba
cara de niña traviesa, y Sergio se sentó de nuevo en el sofá,
quedándose ella de pie, pidiéndome si tenía música, la verdad que no
soy de tener archivos guardados de música, y cuando me apetece escuchar
algo lo busco en internet, pero Natalia me comentó que mejor pusiera la
tele, que en los cuarenta siempre hay música latina, que le apetecía
escuchar esa música.
Una vez puesto el canal, y con la música de ambiente de fondo, Natalia me
pidió bailar un poquito, que le encantaba bailar, yo le dije que no se
me daba demasiado bien, que me enseñara, a lo que ella se reía
diciéndome que me dejara llevar, y poquito a poco fuimos pegando
nuestros cuerpos, balanceándonos al son de la música, mientras su
marido nos observaba. Al agarrarla por la cintura y bajar un poco por
mis manos pude tocar sus nalgas suavemente, notando su dureza,
preguntándome Natalia si me gustaban, recibiendo piropos por mi parte
de que por supuesto que
estaban muy duritas, que me encantaba su tacto, y al ver que ella no
ponía impedimento, continue palpando sus nalgas, apretando un poco más
, y clavando mi mirada en la suya al mismo tiempo, ambos con la
sonrisita en la boca, pero cada vez más excitados, acelerando la
respiración, fui recorriendo con mis manos todas sus nalgas, desde su
cintura, pasando por sus muslos, lentamente, mientras Natalia me
manoseaba la polla , todavía dentro del pantalón, apretándome, y
pasando la palma de su mano por encima, suspirando en señal de que le
gustaba mucho lo que tocaba.
Cada vez deseaba tocar y sentir más, y aunque el pantalón que llevaba
Natalia era uno de lycra, totalmente pegado a su piel, donde se podían
distinguir sus formas perfectamente, ansiaba tocar su piel. Por un
momento me había olvidado de Sergio, que seguía contemplando desde el
sofá, pero seguía siendo consciente de su presencia, y de que aunque él
sin duda estaba consintiendo esta situación, y la había propiciado, por
dentro yo seguía sintiendo esa sensación de estar entrando en un
terreno prohibido, de estar profanando la pertenencia sagrada de otro
hombre, nada menos que su mujer, y quería estar seguro de que en todo
momento no daba un paso equivocado que estropeara el momento, por eso
con mi mirada, entre tocamientos, y miradas con Natalia, de vez en
cuando la vista se me iba hacia Sergio buscando en su mirada, la
expresión de que todo iba bien y podía continuar. Metí mis manos
jugueteando por debajo del pantalón de Natalia, desde su cintura,
bajando por su culo, pudiendo sentir el tacto suave y calentito de sus
nalgas, su dureza, clavando mis dedos en ellas, amasándolas,
apretándolas, al tiempo que Natalia y yo nos fundíamos en un beso
tímido al principio, rozando nuestros labios, pero que iba ganando en
intensidad, enlazando nuestras lenguas en un beso apasionado y
caliente.
Terminé de quitarle a Natalia los pantalones, y yo me quité los míos y mi
ropa interior, y la apoyé en la mesa, de frente a mi, quedando sus
piernas abiertas abiertas, estaba muy caliente, y volví a mirar a
Sergio, el cuál mantenía un rostro tranquilo, cómplice con su mujer,
intercambiándose ambos miradas de vez en cuando, donde sólo ellos
sabían que significaban.
Tenía
ganas de follarme a esa zorrita, por lo que apunté mi rabo, que estaba
muy duro, apuntando al techo, grueso con las venas marcadas, directo
hacia el coño de esa buena zorra, como dijo su marido, fóllate a la
zorra, fueron sus palabras que terminaron de sacarme de dudas, y de
hacerme espabilar, tenia la situación de cara, la zorrita estaba
deseando ser follada, y el cornudo feliz por ello, por lo que dirigí mi
polla hacia el coño de Natalia apartando el tanga, rozando mi capullo
con los labios de su coño, al tiempo que la miraba, la cual con voz
ronca y quejosa jadeaba, y me decía que se la metiera, que no la
hiciera sufrir, por lo que me recree durante un rato recorriendo con mi
glande toda la entrada de su raja, impregnando la punta de mi rabo de
sus jugos, notando como cada vez se abría mas ese chochito tragón,
avisándome de que estaba listo para ser penetrado.
Con decisión y un rápido movimiento de cadera, agarrando a Natalia de la
cintura hacia mi, clave mi polla en su coño, umm, que sensación más
rica, ese coño era puro placer para mi polla, cálido, apretando con sus
paredes vaginales muy lubricadas mi polla. Miraba a Natalia alos ojos,
mientras tenia mi polla clavada hasta el fondo de sus entrañas, viendo
como los cerraba y se estremecía, retorciendo el gesto, soltando por su
boquita un Ay¡, dejando mi polla allí metida, recreándome en la escena,
sacándola lentamente hasta que abrió los ojos de nuevo, momento en que
se la volví a clavar más fuerte y más rápido, volviendo a gemir de
placer. Realicé varios metes sacas intensos, profundos, embistiendo a
Natalia con mucha fuerza, para dejarle bien claro que si buscaba jugar,
y tenía ganas de rabo, no se había equivocado aquí estaba yo para darle
buenas sesiones de polla, que dudo que el cornudito de su marido
pudiera igualar.
Fui subiendo el ritmo de la follada, embistiendo de forma más rápida y
constante, notando como el chochito de mi amante se estaba inundando de
jugos, a cada pollazo que le daba se escuchaba el chapoteo entre ríos
de fluido, ambos ardíamos de placer uniendo nuestros cuerpos.
Como la posición era algo incómoda, Natalia propuso de irnos al
dormitorio, cosa que acepté sin dudar claro, levantándose en ese
momento Sergio para acompañarnos, ocurriendo en ese momento algo que me
encantó, Natalia ordenó a su marido que él se quedara en el salón, que
quién él no podía venir, reaccionando él como un niño chico cuando le
quitan un capricho en el último momento, y esperando que ella tuviera
piedad, se quedó mirándola, dejando ver su lado de cornudo sumiso,
esperando expectante un cambio de decisión, diciéndole finalmente ella,
que sólo podría mirar desde la puerta de la habitación.
Nos dirigimos al dormitorio dejando encendida la luz del pasillo, y
apagada la del cuarto, ya que se veía, al estar la puerta abierta y su
marido allí, como espectador invitado, tengo que decir que en este
punto su presencia cada vez me intimidaba más, sus cuernos habían
crecido, y mi figura de corneador había tomado más presencia y
protagonismo, llegando a darme igual que estuviera al lado, es más,
hubiera disfrutado más si se hubiera quedado en el salón escuchando los
gritos de la puta de su mujer mientras la reventaba a pollazos.
En el dormitorio, Natalia y yo terminamos de desnudarnos completamente, ya
que a ella le faltaba quitarse la blusa y el sujetador, cosa que
hicimos de forma acelerada, como dos adolescentes inexpertos, que
desean devorarse cuanto antes, y no tienen paciencia, quitándome yo
también la camiseta interior, devorando a mi amante por todos lados,
ella tumbada boca arriba, comiéndonos la boca, jugando con nuestras
lenguas, pasando por su cuello, el cuál lamí, chupé, al igual que sus
preciosos y sensuales pechos, vaya par de tetas tenía y tiene la amiga,
no veía el momento de empezar a devorar ese manjar, (si sí, cornudo tu
mira, que yo disfruto por ti, jeje pensaba para mi) Chupé, besé, lamía
con devoción esas teas, chupando y mordiendo esos
pezones tan ricos, gruesos, de color oscuro, manoseando una teta
pasando el pezón entre mis dedos, pellizcándolo con dos dedos, al
tiempo que me comía la otra teta, intentando metérmela entera en la
boca, otras veces juntaba los dos melones, y con los pulgares
ensalivados los hundía, frotándolos por encima, lamiendo con mi lengua
ambos pezones, viendo como Natalia no dejaba de jadear, y pedia que la
follara, no demorándome más, con la polla a reventar, de nuevo la follé
en la postura del misionero, parecíamos dos animales en celo, follando
como posesos,
intercambiando embestidas lentas y profundas, con momentos de follada
continuada y salvaje, y en una de las pausas, Natalia miró a su marido
y le dijo: Es un buen macho dominante eh, a lo que él asintió desde
la puerta, pudiendo apreciarse su mirada cómplice con su mujer en mitad
de la oscuridad. Puse a Natalia a cuatro patas, mirando hacia la
puerta, donde estaba su marido, y la follé así, sin contemplaciones,
dándole duras embestidas que le llegaban hasta el fondo de su coño,
rebotando violentamente mi pubis con sus nalgas en cada embestida,
siendo muy placentero ya que tiene unas nalgas muy carnosas y
respingonas, ( es algo que me encanta, follarme a una mujer que al
embestirla sienta en mi pubis esa redondez de su culo), sujetándola con
fuerza de las caderas con mis manos para que no se fuera hacia delante.
Por un momento pensé que su marido se haría una paja, o se tocaria, porque
se le apreciaba un bulto en el pantalón desde que empezamos en el
salón, pero no, hay se quedó, tranquilo, como un observador invisible,
como si no quisiera molestar, interferir en el momento, como si
quisiera que nosotros nos despreocupáramos y no fueramos conscientes de
su presencia. Natalia estaba muy excitada en la posición del perrito,
recibiendo mis pollazos a cuatro patas, mirando a su marido, para ella,
sin duda no resultaba indiferente la presencia del cornudo, y saber que
él veía como disfrutaba con otro macho sin ningún pudor, en sus
narices, y más en esa postura, recibiendo mis embestidas, haciéndola
temblar, pudiendo mostrarle a su marido sus gestos de placer, su boca
abierta, jadeando, gimiendo, como cerraba sus ojos cada vez que notaba
que ni nabo se incrustaba por completo de forma brusca en su chocho,
disfrutando como una golfa desvergonzada delante de su marido.
El morbo de la postura y de la situación me pudo, y estando cabalgando a
mi yegua en esa posición, comencé arremeter contra ella a más
velocidad, trotando al galope, dándole pollazos a Natalia que le harían
caerse de la cama, al tiempo que le daba azotes en sus orondas nalgas,
a lo que ella jadeaba diciendo: siiii, siiii cabrooooon,
follaaaaameeeee, follaaameeeee maaaaaas, me corrooooooo, me
corrooooooooooo cabrooooon... sintiendo como su chocho depredador
apretaba mi rabo y mi polla se bañaba de sus flujos, momento en el que
tras darle los últimos pollazos como si me fuera la vida en ello, deje
mi polla clavada, corriéndome al mismo tiempo mientras ella exprimía mi
polla, llenándola de una tremenda lecheda que mis cojones estaban
guardando desde hace rato, al tiempo que le decía: toma putaaaaaaa,
toma mi lecheeee zorraaaaaaa.
No habíamos hablado mucho desde que empezamos a jugar en el salón, había
sido sexo salvaje y silencioso, menos al final, cuando nos corrimos,
terminados jadeando, y sudados, sobre todo yo, todavía con mi polla
dentro de su coño, echado sobre ella, con mi pecho sobre su espalda,
sintiendo nuestras pulsaciones, nuestras respiraciones, en un momento
único para los dos, no deseando que terminara, hata que fuimos poco a
poco separándonos, recuerdo mi polla brillante en la oscuridad, bañada
de fluidos de mi Natalia, y los mios propios. Natalia se fue
incorporando, y lo primero que le dijo a su marido, como si no hubiera
pasado nada, es que le fuera buscando la ropa, que se había dejado por
toda la casa, y cuando éste le trajo todo, todavía desnuda se fue hacia
él, antes de vestirse, y le besó, en los labios, en un beso cómplice,
que señalaba que ambos habían cumplido con lo que querían, con su
fantasía, ella la de sacar su lado de hembra caliente, de puta que
disfruta en brazos de otro hombre delante de su marido, y él sin duda
en haber observado todo aquello, que aunque estoy seguro no era la
primera vez, por la complicidad que habían mostrado, sin duda no le
había resultado indiferente esta experiencia.
Todavía estaba flotando por la situación vivida, y recuerdo que sin ni
siquiera vestirme, ni ponerme la ropa interior, tras asearme un poco en
el baño, acompañé a Natalia y a Sergio hasta la puerta, ya habían
pasado algunas horas, eran altas horas de la madrugada y debían
regresar a casa, estreché la mano de Sergio, y Natalia y yo nos dimos
un pico en los labios, que para lo que habíamos hecho antes era nada,
jaja. Recuerdo que Sergio estaba un poco frío en la despedida, y
Natalia, para nada, estaba muy dulce y cariñosa antes de salir del
piso, y de nuevo recuperaba esa expresión de niña traviesa, y antes de
cerrar la puerta,
Al cerrar la puerta, y volver a estar solo en el piso, hubiera sido un
buen momento para fumarme un cigarrito de los normales, o de los de la
felicidad, pero no fumo, jeje, así que tuve que hacer las reflexiones
de lo vivido acompañado del sonido de la marea del mar, realmente había
sido una vivencia mágica, cuando quedé la tarde anterior con ellos para
tomar un café, y me encontré tan cortado en la situación, no podía
imaginar que terminaría así la historia.
Fue una experiencia que me ayudó a conocerme a mi mismo, aparte de conocer
a dos buenas personas, me aportó el poder sacar mis lados ocultos y
perversos que a través de las fantasías intuía tener, y que en una
situación real ha aflorado, el lado dominante, salvaje, meterse en el
papel de un chico que cornea a una mujer delante de su marido, sin
tener ensayado el papel, dejándome llevar. Era la primera vez que vivía
una fantasía de este tipo, pero sin duda, no sería la última, me había
encantado el morbo de la situación, el no saber que ocurrirá en cada
instante, en dejarme llevar, el poder tomar posesión del cuerpo una
caliente mujer unida sentimentalmente a otro ser, el poder ser cómplice
de una fantasía secreta de una pareja, de algo que no pueden compartir
con los demás, pero que tanto desean y disfrutan vivir en la intimidad.
No fue la última vez que vi a Natalia y a su marido, más adelante se
dieron otras situaciones muy morbosas que contaré con el tiempo. Email.
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