Aunque
no es nuestro palo principal siempre hemos tenido curiosidad por los
juegos de rol amo-esclava. (Podéis ver nuestras fotos
aquí). Esto, y que siempre contestemos
a todas las parejas de MorboCornudos que nos lo proponen hizo que nos
planteáramos aceptar la oferta de una pareja de Madrid en la que los
chicos intercambiaban las perras durante dos horas para hacer con ellas
lo que quisieran.
Una vez mi macho cornudo y el futuro amo llegaron a un acuerdo de cesión,
intercambio y utilización de perras, mi nuevo amo empezó con sus
mandatos. De momento no han sido muy complicados, aunque el primer día
estaba muy nerviosa por mi inexperiencia en este tema.
Su primer mandato fue que le mandara una foto de mi culo con algún objeto
dentro y otra donde se me viera el culo totalmente dilatado. No le
gustaron. La primera porque usé un plug anal y él prefería que
utilizara cualquier objeto de uso cotidiano que tuviera en mi casa
(fruta, un cepillo, etc). De la segunda se quejó porque mi ano no
estaba lo suficientemente dilatado y abierto. Teniendo en cuenta lo
difícil que es la autofotografía del culo y la cantidad de tomas falsas
que salieron, para cuando conseguí una foto en la que se me viera el
ano, éste se había vuelto a cerrar.
A la mañana siguiente, estando yo en el trabajo, me pidió que me hiciera
una foto meando y que se la mandara. Ésta sí le gustó.
Quedamos esa misma tarde en casa. Tenía que recibirle de rodillas,
ofreciéndole mi culo. Así que cuando llamó al portero automático, dejé
la puerta de casa entreabierta y adopté la postura solicitada.
Me tuvo así un rato mientras se quitaba los pantalones. Luego empezó a
azotarme y a meterme los dedos por el ano. No sé si se masturbaría
mientras lo hacía o si realmente le excitaba la situación, porque no
tardó mucho en ponerse delante de mi, polla en ristre, exigiéndome que
se la chupara, mientras él jugaba con mis pezones.
Cuando se cansó de esa situación, me llevó al dormitorio, me sentó en la
cama, colocó unas pinzas en mis pezones, utilizó unas esposas de cuero
en las muñecas y otras con cadena en los tobillos. Cubrió mi cara con
una máscara de látex y me puso un antifaz. Mi desorientación era total
y aunque tenía movilidad en los brazos y manos, la cadena que unía mis
tobillos me impedía abrir las piernas y hacía que mis movimientos
fueran torpes.
A pesar de mi torpeza, me pidió que me pusiera a cuatro patas al borde de
la cama. Con algo de esfuerzo lo conseguí. En esta postura empezó a
jugar con mi culo, azotándolo y metiéndome un plug hinchable con
vibración. No me dolía, pero la sensación de cuerpo extraño dentro y de
estar expulsando algo era muy grande. No sé si no me vacié
completamente del agua del enema, pero tenía la sensación de estar
echándola toda en ese momento (más tarde, ya sin la máscara observé que
no había suciedad en la secreción que había salido de mi culo). Se lo
hice saber, y me gané una torta, no fue la única de la tarde.
Cansado de empujar se sentó delante de mi, con las piernas abiertas, hizo
que pusiera mis brazos detrás de la espalda y los inmovilizó uniendo
las dos esposas con una argolla. Tengo prohibido tocar su polla con mis
manos. Sin ver y sin poder palpar, tuve que buscar su polla con la boca
y empezar a chupársela. Luego cambió de postura y alterné entre los
huevos y su ano. Para esto último liberó mis muñecas y sí pude tocar,
ya que abriéndole un poco las nalgas podía profundizar algo más con mi
lengua en su ano.
No es amo de estar mucho tiempo con la misma actividad (afortunadamente
para mi), así que me dio la vuelta y me tumbó en la cama boca arriba
(esto ya sin la máscara, sólo el antifaz). Puso su culo encima de mi
cara y continué con la lamida de huevos y ano, hasta que decidió que ya
era suficiente y que quería follar mi boca. Empezó pidiendo que sólo le
lamiera para posteriormente ir introduciéndola hasta mi glotis. Notaba
como ésta se abría para dejar paso a su polla, lo que en alguna ocasión
me provocaba alguna arcada. Pero la peor sensación es la de no poder
respirar. En esa postura no se puede tragar saliva, ni entra aire por
la boca, por lo que si tienes un poco de sinusitis (como es mi caso) y
dificultades para respirar correctamente por la nariz, la sensación de
ahogo es inquietante y en algunos momentos angustiosa. Si en algún
momento dejaba de chupar, me castigaba estirando o apretando las pinzas
que seguía teniendo puestas en los pezones.
Cuando lo creyó oportuno, volvió a colocarme a cuatro patas. Empezó a
introducirme en el culo un objeto que no identifiqué. Noté como ese
objeto iba dilatando mi ano. Me dijo que era un espéculo de los
utilizados en ginecología y que su intención era dilatarme el culo.
No sé hasta que punto lo forzó, la sensación era incómoda, aunque no
dolorosa (quizás lo empiece a utilizar cuando esté sola en casa para
dilatar mi vagina que es lo que tengo más estrecho y una puta como yo
no puede permitirse tener ningún orificio estrecho y con poca
flexibilidad). Sin sacármelo, volvió a colocarse delante de mi para que
le lamiera los huevos y la polla. No sé si tomará algo o no, pero es
increíble el estado de erección que tiene constantemente...
Transcurridos unos minutos se retiró, me quitó el espéculo y empezó a
follarme, alternando entre culo y coño. Teniendo su polla en mi coño
volvió a introducir el plug en mi ano, activó la vibración, lo hinchó y
continuó con un fuerte mete saca en mi coño. Si no hubiera sido porque
tenía que pedirle permiso para correrme en ese momento me hubiera
dejado llevar y estoy segura de que hubiera tenido un gran orgasmo.
Para
terminar, me colocó con la cabeza colgando de la cama y volvió a
follarme la boca donde se corrió tan fuerte que debido a la postura su
semen se me salía por la nariz. Concluida su tarea, se duchó y se
marchó.
Me quedé destrozada y sola en casa, pero una gran satisfacción por haber
sido utilizada y sintiéndome totalmente perra y zorra. No me iba a
enterar de lo que había hecho mi chico hasta que llegara a casa esa
noche, pero tenía la certeza de que yo había sido más puta que la otra
chica.
Email.
|