Descubrí
por casualidad esta pagina y la verdad que me encanto, porque por
años tuve muchas preguntas que gracias a los cornudos que la componen
pude aliviar el sentimiento de gusto que me dieron los cuernos.
Llevo casado 18 años, mi mujer Claudia es menor 7 años, actualmente tengo
45 años y ella esta buenísima y nadie cree que tiene 38 años, siempre
se cuido mucho, gym, dietas y naturaleza digo yo. El tema es que
cuando dice su edad la gente piensa que tiene 28 años, su figura es
escultural, su culo es una perita, dura formadísima, que como usa
Jean muy ajustados le marcan un culo de película, las tetas duras y
caben bien en la mano mía que es grande y unos pezones de
adolescente.
El tema es que siempre fue muy recatada y seria, en el trabajo la respetan
por su seriedad y se da su lugar, nosotros follamos lo normal, y muy
bien, podríamos decir perfecto.
Un día un amigo mío y compañero de su trabajo me comenta muy sutilmente si
conocía a un Ingeniero que solía conversar mucho con mi mujer y que
tenia fama de mujeriego, soltero por decisión propia, con una pinta
de actor de cine, con unos 45 años. Debo reconocer que me cayo mal el
comentario y los celos me hicieron arder el cuerpo, pero nunca ella
me dio un motivo para dudar, pero la espina ya estaba clavada en mi.
La invite a salir, a tomar algo y en lo distendido de la noche comencé con
una especie de contar confidencias y a decirle que eso hacia al
matrimonio maduro, que me encantaba saber que tenia una esposa
preciosa y que me lo decían a menudo, seguro que a ti también te lo
harán saber y me gustaría que fueses sincera y contara con mi
complicidad para esos comentarios, no como esos matrimonios que pasan
cosas y no se tienen la suficiente confianza y por ello fracasan.
El comentario no hizo demasiado en ella y siguió con la discreción que la
caracteriza, entonces me la jugué y le conté un rollo mío, que encima
era mentira, porque la verdad que con mi mujer lo pasaba bomba y no
pensaba en serle infiel, eso la descolocó y me devolvió su
confidencia y me contó que un ingeniero la seducía y que a ella en
cierta manera le gustaba que lo hiciera, pero muy segura de que no
pasaría nada, solo era un juego interno de ella.
Tenia dos caminos, enojarme que era lo que por dentro sentía o disimular y
seguir con el plan del amigo confidente y comprensivo, porque tal vez
había mas y no quería perder la oportunidad de saberlo. Le agradecí
su confianza, le manifesté mi amor y que me parecía bonito como
manejaba ella la situación y que se descargara conmigo la calentura
que el provocaba.
Ella se quedo diferente y me abrazo porque nunca pensó que yo podía
comprender algo así sin pensar que era una puta infiel, y le agregue
que se lo iba a demostrar abriéndome a todos los comentarios morbosos
que ella quisiera compartir conmigo, que no dudaba de su amor y que
todo lo que ella hiciera era a favor de su matrimonio, pero quería
saber si ella se animaba a contar conmigo, me dijo si, te lo prometo.
Esa noche follamos como adolescentes, la penetré como nunca, y comencé a
pensar en los sentimientos del ingeniero y en las cosas que le decía
a mi mujer, y eso me calentaba mucho, pero contrariamente me daban
ganas de matarlo a el por atreverse a tocar a mi mujer, toda una
contradicción.
La cosa siguió de acuerdo al plan y ella comenzó a contarme las cosas, lo
que le decía, lo que le proponía, los comentarios sobre su cuerpo, o
el peinado, y a todo yo como un caballero ingles, porque cuando yo me
mosqueara se cortaba la confidencia.
Un día me dice que quería hablar conmigo y era porque el la invito a un
café fuera del trabajo y el que desconocía la complicidad mía y de
ella le propuso que me dijera a mi que tenia que medir una obra para
un cliente y de esa manera se podían ver fuera y conversar mas
tranquilo, le dije si ella quería hacerlo y me dijo si no te molesta
me encantaría.
En ese momento, follamos antes de irse con mucha pasión y se notaba que
estaba con todos sus jugos porque gritaba con furia, nos bañamos
juntos y me pidió que eligiera la ropa para el, yo no lo podía creer,
estaba a punto de conceder a mi mujer a uno que pensaba follársela,
pero nuestra relación a raíz de esto estaba tan bonita que pensé que
si me oponía se enfriaría lo nuestro y me producía dolor de pensarlo.
La puse preciosa, como para mi, la bese con ternura y la vi partir en
su coche a su cita.
Fueron como 4 horas interminables, yo me volvía loco en casa de solo
pensar en lo que había hecho, pero también estaba ansioso por lo que
me contaría, los cuernos me tenían atrapado.
Cuando llegó y la vi entrar su mirada era diferente, dejo su carpeta y me
abrazó con mucho amor y no paraba de decírmelo, cuando se repuso y
sequé sus lagrimas le pedi me contara porque estaba ansioso.
Me contó que directamente la llevo a su casa porque era lo mas seguro de
acuerdo a su condición de casada y le invito un café, se sentaron en
el sofá y el comenzó a apretar a fondo el acelerador, le acaricio el
pelo y la trajo a su lado y ella no se resistió porque a eso fue y el
tipo le gustaba mucho, la beso y comenzó a desnudarla al mismo tiempo
que el lo hacia, ella estaba muy nerviosa y le traspiraban las manos
porque es lo que le pasa cuando lo esta, el la tranquilizo y comenzó
a besarla en el cuello que es su punto débil, y a partir de ahí fue
toda suya.
Dice no recordar cuantos orgasmos tuvo, cuantas veces la penetro y como le
chupaba la polla, pero fue maravilloso y le dijo que era precioso y
temía por su matrimonio porque ella estaba enamorándose de el,
terminaron y ella se vino, yo la abracé, le dije que la amaba y que
era feliz por su felicidad, que el amor era otra cosa y que no se
confundiera.
Como verán soy un cornudo, pero los cuernos me hicieron mas hombre y pude
conservar a mi mujer, que de no entenderla se hubiera ido con otro.
Los animo a comprenderlas a sus mujeres y dejar que prueben pollas
para valorar la vuestra.
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