Hola
y muy buenas a todos los amigos amantes de los cuernos. Esto es un
relato basado en un hecho real de mi vida matrimonial. Lo único que he
cambiado, han sido los nombres de los protagonistas.
Me llamo Alejandro, Alex para los amigos, tengo 36 años y llevo 9 años
casado con Sonia, mi esposa de 30 años. Vivimos en un pueblo cerca de
Alicante.
Ella es una mujer joven muy guapa, alta con melena larga y cuerpo de
vértigo además de muy buena esposa y madre. Desgraciadamente para ella
los temas relacionados con el sexo han sido siempre un tabú, debido
según creo yo, a una estricta educación conservadora.
Al principio, siendo novios, ella tenia 18 y yo 24 años, pensaba que
seria a consecuencia de su joven edad y el hecho, de que hasta que me
conoció a mi, nunca había follado con otro chico. Yo me preguntaba como
una chica tan buena como ella, seguía aun virgen a los 18 años, y eso
que posibilidades había tenido bastantes.
Yo no me iba a quejar de eso, ya que en aquellos tiempos, era muy
celoso y me gustaba la idea de tener una chica inmaculada.
A ella siempre la habían gustado los chicos de color, incluso en su
época discotequera Funky, llegó a tener algún que otro roce con chicos
de raza negra.
Por miedo a sus padres, nunca llego a formalizar una relación con uno
de estos chicos.
Ahora ya han pasado 12 años, de los cual llevamos 9 años casados.
Al principio teníamos, como cualquier otra pareja joven, sexo a todas
horas.
Yo me daba cuenta, que a ella no le importaba tener sexo, pero que no
disfrutaba mucho practicándolo.
Pasaron los años y su relación con el sexo no cambiaba.
Además de su inapetencia sexual, hay que añadir mi propia limitación de
potencia sexual, por motivo de una insuficiencia cardiaca y su correspondiente medicación.
Hace bastante tiempo, empecé a fantasear con ver a mi mujer con otro
hombre follando. Pensaba que tal vez fuese yo el culpable te su desgana
sexual. El caso es que me excitaba mucho pensar en que otro hombre o
hombres pudieran poseer a mi esposa en mi presencia y hacerla gozar
como yo no era capaz.
Empecé a incluir mis fantasías en nuestros momentos sexuales.
Sabiendo que a ella le habían gustado siempre los chicos de color, cada
vez que teníamos sexo, empezaba a decirle, lo mucho que me gustaría ver
como disfrutaba ella montando una buena polla negra.
Mi mujer hasta entonces, nunca había tenido un orgasmo por penetración,
aunque siempre había gozado de uno o varios orgasmos, gracias a la
agilidad y aguante de mi lengua. A ella le encanta que me coma su coño
y masaje su clítoris con mi lengua hasta que se corre.
Mientras yo la comía el coño, paraba de vez en cuando para decirle lo
bueno que seria, que tuviese una buena polla negra en su boca, mientras
la masajeaba el clítoris con la lengua.
Ella se excitaba mucho y no tardaba en tener un gigantesco orgasmo.
Pero al terminar, todo volvía a la rutina de siempre. Sonia no quería
ni hablar del tema, ya que se sentía incomoda y molesta hablando de
esto. estas loco, como vas a querer ver como me folla otro hombre ,
tu no me quieres, si me pides tal cosa es lo que ella me decía
entre otras cosas. Aunque yo siempre la decía, que por querer verla
follar con otros chicos, mis sentimientos hacia ella no habían
cambiado, que seguía queriéndola igual que siempre y que solo me
gustaría disfrutar viendo a mi esposa gozando a tope del sexo con otros
hombres.
Ella esto no lograba comprender y seguía pensando de que eso debía ser
algo malo e inmoral.
Yo me desesperaba. Por un lado veía como ella se excitaba mientras la
contaba mis fantasías y por otro, cuando se la pasaba el calentón, ya
no quería saber nada del tema. Sabia que a ella si le picaba la
curiosidad por saber lo que se siente follando con otro chico, pero no
había manera.
Me desesperaba pensando en que nunca iba a poder disfrutar viendo a mi
mujer follando y gozando con una hermosa polla negra.
Un día la dije que me gustaría hacerla algunas fotos provocativas para
colgarlas en Internet, y ver que reacción tenían entre la gente que las
veía.
Ya que no podía disfrutar viéndola con otros hombres, por lo menos me
gustaría disfrutar de los comentarios de estos, acerca de mi preciosa
chica.
Ella al principio dudaba, pero al final accedió a mi petición.
Tuve muchos comentarios acerca de las fotos que coloqué en algunas
páginas de Internet. Muchos eran simplemente groseros, pero había
también algunos muy calientes con proposiciones muy morbosas.
Ella no quería saber nada de todos estos comentarios.
De esta forma conocí a mi buen amigo Jesús. Es un chico de 33 años Afro
americano. Fue el, el que hizo los mejores comentarios sobre mi esposa,
y el chico con la polla mas grande que había visto hasta ese momento.
Así que empecé a establecer una buena amistad cibernética con el.
Estuvimos intercambiando nuestras fantasías sexuales y me di cuenta,
que era el chico ideal con quien compartir a Sonia, mi esposa.
Le mostré a mi mujer las fotos de mi nuevo amigo cibernético, y quedó
alucinada al ver esa enorme polla negra.
Te gustaría probarla? la pregunte, ella respondió estas loco, pero
joder, menuda herramienta. No se que decirte. A ti que te parece?.
Yo dije Es un chico educado y sencillo y vive muy cerca de nosotros.
Me muero de ganas de ver como te metes su enorme polla en la boca y
cuando la tenga bien dura te la meta hasta el fondo de tu coño a cuatro
patas .
Ella me miro y dijo quiero hablar con el por teléfono, quiero oír su
voz .
Yo la pregunte, pero hay posibilidad o no ?
Depende de cómo me lo pida el, cuando hablemos por teléfono
Yo me puse muy cachondo al oír sus palabras, ya que había dado un paso
gigante e inesperado hacia mis tan deseados cuernos.
Al día siguiente sonó el teléfono de casa y vi que era un número con
prefijo de Almería, lugar en donde vivía Jesús.
Sonia, es para ti Quien es Es Jesús, nuestro amigo negro
Ella se quedo un momento quieta, muy cortada, pero al final descolgó el
teléfono antes de que dejara de sonar.
Yo me puse muy cachondo con un cosquilleo enorme en el estomago,
sabiendo que mi mujer estaba hablando posiblemente con su futuro
amante.
No aguantaba los nervios y me salí al patio para no molestar en la
conversación.
Ya le había comunicado a Jesús todo lo que tenía que saber sobre mi
esposa para no meter la pata con ella. Le dije que fuera amable y muy
sensible con ella para no espantarla.
Al rato salio mi mujer y me dio el teléfono para que pudiera concretar
con Jesús.
No me lo podía creer, habíamos quedado el próximo fin de semana en
Almería para conocernos.
Estábamos a martes y la semana se me hizo eterna. Al fin llego el
viernes, día en el que viajábamos a Almería.
Por el camino íbamos en silencio total. Ninguno de los dos se atrevía a
decir nada. Cuando quedaban solo unos pocos kilómetros en llegar, yo la
pregunte, si ella estaba segura de querer hacerlo.
De hacer que dijo ella. Solo vamos a conocer a un amigo, verdad .
Me dejo algo confuso, ya que yo iba totalmente preparado y convencido
de que me iba a convertir en cornudo ese fin de semana.
Llegamos al hotel que habíamos reservado y nos refrescamos para después
vestirnos para el gran encuentro.
Antes de que se vistiera Sonia, la dije que se tumbara en la cama, que
tenia una sorpresa para ella. Ella obedeció y se tumbo en la cama con
las piernas abiertas y con los ojos tapados.
Quería que todo saliera perfecto en nuestro primer encuentro y que mi
mujer no se volviera atrás, así que había comprado un estimulador de
clítoris con un mini pene y con control remoto.
Parecía una diosa tendida sobre la cama con las piernas abiertas
enseñándome su coñito totalmente depilado.
Empecé a lamérselo durante un buen rato, y pare justo antes de que ella
se pudiera correr. Con el coño bien lubricado por mi saliva y sus
propios jugos, fue muy fácil colocar a mi pequeño ayudante.
Que es eso pregunto ella, Ya lo veras mas adelante, te molesta ?
No, parece como si me hubieses introducido un tampax.
Cuando termine de colocárselo, dije que se vistiera.
Salimos de la habitación para buscar el lugar de encuentro con nuestro
amigo.
Cuando bajábamos por el ascensor había otras dos parejas dentro.
Pensé que era el momento de probar el invento y apreté el botón del
mando que llevaba en el bolsillo de mi pantalón. Por la cara de Sonia y
el uyyy que soltó por la boca, sabia que había funcionado. Se acerco
a mi y me dijo al oído, es fantástico, no lo pares.
Yo la dije, Todavía no ha llegado el momento, tendrás que tener algo
de paciencia.
Pulse de nuevo el botón y su cara volvió a la normalidad.
Cogimos un taxi para que nos llevara al lugar de encuentro.
Cuando llegamos al Pub en el que habíamos quedado, no nos fue difícil
encontrar a Jesús, ya que era el único chico negro de todo el local.
Se alegro mucho al ver que habíamos acudido a nuestra cita y se abrazo
a Sonia dándola dos besos para después saludarme con un buen apretón de
manos.
Nos sentamos y empezamos a charlar mientras nos tomábamos algunos gin
tonic.
Al cabo de un rato, nuestro amigo pidió bailar con Sonia, que acepto encantada, ya que a ella la encanta bailar y yo nunca la doy ese gusto.
Bailaron dos o tres piezas de ritmo rápido antes de que cambiaran a
música lenta. Siguieron en la pista de baile. Ahora ella se había
colgado a su cuello tal y como exigía la música.
Me calenté mucho viendo a mi chica colgada del cuello de otro hombre
mientras este rodeaba su cintura con sus brazos. Jesús bailaba de
vértigo. En ese momento me acorde del botoncito en mi bolsillo y lo
apreté. En seguida vi, como Sonia cambio de ritmo, giro la cabeza hacia
mí y me echo una sonrisa.
A los pocos minutos ella ya estaba totalmente pegada a el.
El me miro, y yo le hice la señal acordada previamente, para que
atacase a mi esposa.
Ya se había amortizado la inversión que había hecho comprando ese estimulador.
Empezó a besar el cuello de Sonia, algo que la vuelve loca y totalmente
cachonda, y puso sus manos sobre su culo.
Se dieron la vuelta y pude ver la cara de ella totalmente en éxtasis.
El empezó a mover sus manos sobre su culo dándole un buen masaje
mientras que ella empezó a acercar su boca hacia la suya.
El no tardo mucho en responder, y en solo un momento sus lenguas
empezaron a enredarse.
Note como se me abultaba el pantalón. Tenía una erección de campeonato
y estaba a punto e estallar.
Tanto tiempo soñando con ello y al final parecía que lo había
conseguido.
Me moría de ganas de regresar al hotel los tres juntos, para que
finalmente mi esposa pudiera colocarme mis tan deseados cuernos.
Pulse de nuevo el botón para que ella soltara a Jesús y volvieran a la
mesa, pero eso ya no funcionaba.
Pague las consumiciones y me lévate para caminar hacia la parejita.
Les propuse abandonar el local para ir al hotel. Ella me miro y me
dijo, al hotel? para que ?, no creerás que me voy a dejar follar por
este negro, verdad ?
Jesús y yo nos miramos con cara de atontados, sin saber que pasaba.
Ja Ja Ja, es broma, vamos corriendo antes que me lo piense
Uffff, fue lo único que dijimos los dos al mismo tiempo y salimos
corriendo ante las miradas de todo el local a coger un taxi.
Nos sentamos los tres en la parte trasera, haciéndolo ella en el medio.
Durante el corto trayecto, las manos de Jesús no paraban de sobar las
piernas de Sonia. El Taxista sonreía cada vez que miraba en el
retrovisor, pudiéndose imaginar la película. Era el mismo, que nos
había llevado al local de encuentro.
Cuando llegamos al hotel pagué al taxista que me guiño un ojo
diciéndome,
Que disfrutes mucho viendo follar a tu mujer. Gracias disfrutare
mucho viéndola gozar con mi nuevo amigo negro. Y cerré la puerta del
coche.
Sin perder más tiempo entramos al hotel y subimos a la habitación.
Una vez dentro parecía que se había enfriado un poco mi mujer y decidí
echar mano a mi pequeño ayudante. Nada mas apretar el botón, Sonia
volvió a poner la misma cara de viciosa que hacia unos momentos antes
en el Pub.
Esta vez se me acerco a mí y empezó a besarme apasionadamente. Jesús se
acerco por detrás y empezó a toquetear a mi esposa. Ella se giro hacia
el y de nuevo empezaron a enredarse sus lenguas.
El empezó a desvestir lentamente a mi mujer por la parte de arriba
mientras yo me encargaba de la parte de abajo. En un momento estaba
totalmente desnuda delante de nosotros. Jesús empezó a besar sus
pezones duros mientras se desabrochaba el pantalón. Ella le ayudo a
quitarse la camisa y después hecho mano a sus pantalones bajándoselos
poco a poco.
El chico se quedo solo con unos shorts de color rojo delante de ella.
La giro para que Sonia y yo nos pudiéramos ver cara a cara y pego su
cuerpo contra el suyo empezando a mordisquear y besar su bonito y fino
cuello, mientras una mano masajeaba sus pechos y la otra acariciaba su
rajita para empezar lentamente con la exploración de su coño depilado,
introduciendo poco a poco uno de sus dedos.
Ahí estaba mi querida esposa, sobada delante de mis ojos por las
fuertes manos de nuestro nuevo amigo negro. Nunca antes había estado
tan excitado.
Los shorts marcaban un enorme bulto que dejaban imaginar lo que se
ocultaba debajo. Sonia me miro como esperando una afirmación mía.
La guiñe un ojo y dije, Disfrútalo tanto como lo voy a hacer yo .
Ella se giro y se sentó en la cama delante de el. Empezó a tocar y
acariciar ese bulto que cada vez se iba haciendo más grande.
Metió la mano en los shorts y saco la polla totalmente erecta. Era una
polla negra enorme muy gruesa. Ella puso cara de alucine, me miro y se
rió.
Mientras yo me quitaba la ropa, mi mujer empezó a acariciar y a besar
sus huevos negros depilados. El empezó a gemir lentamente al sentir la
lengua de mi esposa rodeando su glande. Poco a poco iba introduciéndose
la polla en su preciosa boca, mientras la agarraba con las dos manos.
Jesús la agarro de la cabeza y empezó a follarla, literalmente, en su
boca.
Así estuvieron algunos minutos largos, sin que su polla entrara más de
la mitad en la boca de mi chica.
Nunca había visto a mi mujer tan caliente, parecía estar disfrutando
realmente comiéndose ese suculento manjar.
Yo ya me estaba pajeando como un loco mientras disfrutaba viendo tal
panorama. Era como estar e uno de mis numerosos sueños que había tenido
durante mucho tiempo, en los cual compartía a mi mujer con otros
chicos.
Los gemidos de Jesús eran cada vez más fuertes y sabia, por
experiencia, que no tardaría mucho en tener su primera corrida. Como a
Sonia no le gusta para nada que se corran en su boca, a mi solo me lo
ha permitido en pocas ocasiones, le dije que quería ver como se corría
sobre sus pechos. Aunque era mentira, a mi me hubiese gustado poder ver
esa polla negra descargando una buena porción de semen en la boca de mi
mujer.
No tardo mucho en sacar corriendo su polla de su boca para echar 5 o 6
chorros de leche caliente sobre los pechos de Sonia.
Has disfrutado viendo como me corría sobre tu esposa? me pregunto el,
mientras ella me echo una mirada de complicidad.
He disfrutado mucho y mas que disfrutare cuando vea como tu enorme
herramienta empieza a perforar centímetro por centímetro el precioso
coño de mi chica.
El contesto, eso esta hecho amigo, pero antes voy a refrescarme un
poco. Mantén a tu mujer calentita para mi y se fue al baño.
Ella quiso levantarse para seguirle y poder limpiarse la corrida, pero
yo no la deje.
La empuje hacia atrás dejándola tendida sobre la cama y ella
imaginándose mis intenciones, se abrió de piernas.
Me tumbe sobre ella y empecé a comérmela a besos. Mientras me pringaba
con el semen derramado sobre sus pechos, me daba cuenta del especial
sabor a polla, que tenia su boca. Me encantaba ese sabor, y me pasaban
las imágenes de la reciente mamada por la cabeza. Aunque pensaba que
había llegado al máximo de excitación posible, me di cuenta que aun me
seguía calentado más y más.
Empecé a deslizarme lentamente hacia abajo, recorriendo con mi boca
cada centímetro de su cuerpo, percatando el delicioso olor del líquido
derramado anteriormente por nuestro nuevo amigo.
Al llegar a la altura de su coño, pare y empecé a besar suavemente su
rajita.
Me fui abriendo paso con mi lengua húmeda, hasta que tenía vía libre a
su clítoris. En cuanto empecé a masajearlo, aumento considerablemente
el ritmo con el que movía sus caderas.
Jesús llevaba un buen rato observándonos cuando dijo, veo que tu mujer
esta disfrutando de lo lindo con tu lengua, vamos a hacer que explote
de placer. Nos propuso que cambiáramos de postura haciendo un 69,
colocándose ella encima de mí.
Así lo hicimos, y ella empezó a meterse mi polla en la boca poniendo el
culo en popa, mientras yo seguía masajeando su clítoris con mi lengua.
De repente note como algo oscuro se acercaba hacia el culo de mi mujer.
Era la enorme herramienta de Jesús. Se había colocado detrás de ella y
empezó a restregar su polla por su culo. Antes de que yo pudiera
reaccionar, ya tenía esa enorme polla negra rozando mis narices y
empezando a penetrar el coño de mi esposa. Joder, ni en mis mas
calientes sueños me hubiese podido imaginar semejante situación. Estaba
en primera línea, observando como mi mujer era follada por primera vez
en su vida por otro hombre, y me convertía en un orgulloso marido
carnudo.
Ella, al sentir como ese miembro invadía su coño, empezó a gemir
suavemente.
Podía ver perfectamente, como iba entrando centímetro por centímetro, y
como al mismo tiempo iba aumentando los gemidos de Sonia.
Tuvo que moverla unas cuantas veces lentamente hacia dentro y hacia
fuera,
antes de poder tocar fondo. Fue entonces, cuando mi esposa soltó un
grito, para después seguir gimiendo al mismo ritmo que Jesús se la
follaba.
Era increíble estar ahí, debajo de tu esposa y viendo en primera línea,
como un negro con polla gigante se la esta follando.
La tenia agarrada por su cintura, y el ritmo con el que su polla
entraba y salía de su coño, era cada vez más rápido al igual que sus
gemidos.
Según iba aumentando el ritmo con el que se la follaba, a mi se me
hacia mas difícil seguir lamiendo su clítoris, aunque seguía ahí sin
cesar en mi labor, mientras sus depilados huevos negros me golpeaban
con cada vez mas fuerza.
Mi mujer ya había parado de comerme la polla, ya que su boca estaba
demasiado ocupada con tanto gemido. Por el ritmo en el que me estaba
pajeando, note que estaba a punto de tener su primer orgasmo.
Efectivamente, no tardo en explotar de forma espectacular. Salto hacia
delante dejándose caer de lado a la cama, donde no paraba de moverse
con movimientos espasmitos acompañados de gemidos ensordecedores.
Por primera vez en su vida había tenido un orgasmo provocado por una
polla.
Pasaron unos minutos antes de que ella volviera a la normalidad. Jesús
se dejo caer a su lado y empezó a besar y lamer sus pezones duros.
Yo mientras tanto, me coloque entre sus piernas y empecé a besar y
lamer su coño húmedo y dilatado con sabor a polla. Cuando empecé a
masajear su clítoris con mi lengua, ella comenzó a gemir nuevamente
mientras agarraba de nuevo la polla de Jesús, que seguía lamiendo sus
pezones.
Ya has descansado lo suficiente le dijo Sonia a Jesús. Quiero tener
tu polla dentro de mi.
Se puso de lado arrimándose a ella, que ya tenia la pierna levantada
dejando vía libre, y empezó a restregar su polla por su rajita bien
humedecida por mi saliva. Coloco el glande delante de su ano y empezó a
hacer presión. Ella bajo la pierna rápidamente antes de que el pudiera
introducirse dentro de su ano. Que haces? dijo ella No querrás
reventarme el culo, verdad ? el contesto, Deja que pruebe ese
precioso culo, aunque solo se con la puntita Ni hablar, es demasiado
grande para un agujero tan pequeño y sensible.
El se resigno, levanto la pierna de Sonia y coloco su polla delante de
su coño. En cuanto empezó a presionar un poco, esa enorme herramienta
entro entera y sin ningún problema dentro de ella.
Yo me puse al lado de ella y la bese apasionadamente mientras
acariciaba sus preciosos pechos. Mordisqueaba su cuello mientras ella
gemía de placer, hasta que me pidió, si la podía lamer el clítoris
mientras Jesús la estaba follando.
En seguida me deslice hacia abajo y me coloque para seguir con mi
trabajo.
Comencé besando y lamiendo su ombligo y poco a poco fui acercando mi
lengua a la zona de combate.
Esta vez me era más fácil llegar con mi lengua a su clítoris. Ahí
estaba mi lengua trabajando en equipo con una enorme polla negra, para
que mi esposa gozara como nunca. No pude evitar que mi lengua se
encontrara repetidamente con esa polla. Esa situación me puso aun mas
caliente, y creo que a Jesús también, ya que empezó a sacarla del coño
para ponérmela delante de las narices. A la tercera vez que me lo hizo,
me lance y me metí su polla en la boca. Pensé que iba a decirme
cualquier burrada, pero nada de eso, siguió gimiendo mientras me
dedicaba a saborear ese sabroso trozo de carne dura, caliente y
pringada de diferentes fluidos corporales. Nunca hubiese imaginado, ser
capaz de comerme la polla de otro hombre.
Mi mujer al notar que algo
faltaba dentro de ella, se incorporo un poco para ver lo que pasaba.
Dios mío, que haces? fueron sus palabras. Yo pare de lamer la polla de
Jesús y dije, cariño, la tenia tan cerca que ha podido con migo la
curiosidad, pero tranquila, en seguida te la devuelvo.
Ella dijo, Ya hablaremos de esto mas tarde, cornudo .
Sonia se dejo caer para atrás y enseguida volví a colocar la polla de
mi amigo en el coño de mi chica. Estuvimos como diez minutos en esa
postura, hasta que mi mujer empezó de nuevo con sus espasmos mientras
tenia su segundo orgasmo de la tarde y gritaba de placer. Sus gritos
eran música para mis oídos. A Jesús también le llego la hora y empezó a
lanzar varios chorros de semen que pringaron toda la rajita y llegaron
hasta los pechos de mi mujer.
Se dejo caer al lado de ella y empezaron
a comerse a besos. Yo dije,Jo tío, porque la has sacado, por que no te
has corrido dentro? El contesto, es que no sabia si vosotros queríais
que lo hiciera, pero no te preocupes, que la próxima descarga va para
dentro del todo.
Otra mas? dije yo, es que vas a seguir follando, ya te has corrido
dos veces?. El se rió y contesto, Si tu mujercita aguanta, tengo
polla para rato. Ella dijo, Siiiiiii, claro que aguanto, y claro que
quiero mas, vete a refrescarte y a lavarte la polla para que te la
pueda poner a tope de nuevo.
Creo que ya he dicho, que a mi mujer no le gusta el sabor del semen y
tampoco le gusta hacer una mamada si ya se la has metido en el coño.
Es así, o lo tomas, o lo dejas, pero os aseguro que es una verdadera
experta mamando y merece la pena tener que lavarse la polla de vez en
cuando.
Jesús se levanto y se fue al baño. Yo me tumbe al lado de Sonia y
estuve acariciando su rajita llena de leche mientras la besaba
apasionadamente.
Jesús volvió del baño y se coloco de tal forma, que nos dejo su polla
delante de nuestras caras. Dejamos de besarnos y empezamos los dos
juntos a lamer y besar esa polla grande y algo flácida.
Estuvimos un buen rato saboreándola por turnos, hasta dejarla de nuevo
lista para el ataque.
Esta vez el se coloco en el colchón invitando a Sonia a que se sentara
encima. Ella se fue colocando encima de el, sujetando con una mano su
polla para colocarla delante de su entrada. Se la fue introduciendo
lentamente y sin ningún problema, ya que seguía bien lubricado por su
semen.
Cuando la tenia entera dentro, se detuvo un momento mientras se mordía
el labio inferior y cerraba los ojos. El tenia sus manos en su cintura
y fue subiéndolas hacia llegar a sus pechos que empezó a masajear.
Ella subía y bajaba con un ritmo lento disfrutando el relleno en su
coño y las caricias de sus pechos. Jesús tiro de ella, quedando sus
cuerpos totalmente pegados el uno al otro y empezó a subir el ritmo de
su penetración notablemente.
Yo estaba colocado detrás de ellos y gozaba de un plano excelente.
Era
fantástico ver a mi esposa sentada, con su culito perfecto y redondito,
sobre esa enorme polla que entraba y salía de su coño, sabiendo que
estaba disfrutando, como nunca antes lo había hecho conmigo.
Estuve un rato disfrutando de ese maravilloso espectáculo, y con un
cosquilleo en la tripa, mientras me pajeaba.
Empece a besar y acariciar el cuerpo de mi mujer mientras seguía
montada sobre Jesús. Fui pasando lentamente mi lengua por su espalda
hasta que llegue a su rajita del culo. Jesús puso sus manos sobre sus
nalgas y las separo suavemente dejando vía libre a su pequeño ano.
Aproveche esto para deslizar mi lengua por su rajita hasta llegar a ese
rico orificio y empezar a lamerlo suavemente introduciendo dentro, la
punta de mi lengua saboreando ese rico sabor ligeramente amargo.
Fui deslizando mi lengua hacia mas abajo hasta encontrarme con la polla
de Jesús que entraba y salía ahora con un ritmo reducido y me
facilitaba así,
poder lamerla en su totalidad. Saco su polla para que pudiera ver mejor
el dilatado coño de mi esposa y para que me la pudiera meter entera en
mi boca. Mientras la saboreaba dentro de mi boca, alucinaba con el
boquete que había provocado ese enorme taladro. Me estuve un rato
turnando, lamiendo una vez su polla y otra introduciendo mi lengua en
el coño, hasta que mi mujer me dijo, que la follara por el culo
mientras cabalgaba sobre la polla de Jesus. Hacerme un sándwich como
siempre has soñado me dijo ella, el dijo o sea que a el si le dejas
meterla en el culo? , si, porque su polla es cuatro veces mas pequeña
que la tuya, no te enfades.
Jesús volvió a introducir su polla en el coño y yo me coloque por
detrás, guiando mi pollita hacia el orificio que quedaba libre.
Le pedí a Jesús que parara un momento para poder introducirla
lentamente en su culo.
Increíble, estaba realizando, casi, todas mis fantasías sexuales en una
sola tarde.
Estaba tan caliente, que pensaba que me iba a correr en un momento,
sobre todo porque notaba una enorme presión en mi polla que no solo
podía ser por la estrechez del agujero que estaba penetrando. Rápido me
di cuenta que esa presión que notaba, se iba desplazando continuamente
y que era la polla de Jesús. Notaba perfectamente como su polla
recorría el interior de Sonia y nos costo algo de tiempo hasta que
estuvimos perfectamente sincronizados. Cuando el metía, yo sacaba y
viceversa.
No se el tiempo que estuvimos en esta postura, pero fue un rato largo
pareciendo unos juegos olímpicos de gemidos.
Mi mujer fue la primera en alcanzar el clímax, y lo hizo como ya
anteriormente, explotando a lo grande. Seguidamente fue Jesús, que esta
vez si, lanzo los chorros de semen en el interior de mi mujer pudiendo
notar yo, el bombeo en cada uno de ellos.
Al sentir como la leche caliente de mi amigo inundaba el coño de mi
chica, no pude contenerme más, y tuve una descomunal corrida dentro de
su culo.
Como estaba encima, fui el primero en retirarme. Cuando saque mi polla,
no se pudo evitar, que parte de mi gran corrida saliera de su culo y
cayera sobre la polla y los huevos de Jesús. Sonia se bajo de encima de
el, pringándole mas aun, esta vez con su propia leche. Me parecía
increíble que pudiera tener una tan abundante corrida, siendo la
tercera ese día.
Sonia se tumbo boca arriba y con las piernas bien abiertas, para que
pudiera ver sin dificultad, la cantidad de semen que salía de sus dos
agujeros.
Al verla ahí tumbada, con el coño totalmente dilatado y lleno de semen
de otro, se me volvió a poner dura. Me lance sobre ella y metí mi polla
en su calentito y pringoso coño. Me abrace a ella comiéndomela a besos
mientras follábamos. Estaba tan dilatada que no notaba ningún roce,
pero por el calentón que yo tenia, no tarde ni dos minutos en volver a
correr me dentro de ella.
Jesús estaba tumbado a un lado viéndonos, pero sin fuerzas para un
nuevo ataque.
Le di las gracias por haber follado con mi chica y haberla hecho gozar
como nunca antes.
El dijo gracias a vosotros por este maravilloso encuentro, ha sido un
placer follar con tu esposa. Espero que repitamos pronto.
Por mi parte encantado, siempre y cuando ella también quiera dije yo.
Ella contesto, gracias Alex por ser tan pesado y convencerme
finalmente en hacerte cornudo, y gracias a ti Jesús por hacerme gozar
del sexo como nunca antes lo había hecho. Me encantaría repetirlo.
Nos levantamos los tres y nos fuimos juntos a la ducha.
Allí estuvimos un buen rato divirtiéndonos y metiéndonos mano .
Esta fue la primera vez de muchas mas que siguieron.
Mi mujer se había dado cuenta, de que no había nada malo en disfrutar
del sexo, aunque sea con otro hombre.
Mis sentimientos por mi mujer siguen siendo los mismos o talvez hayan
crecido con esta experiencia.
Esta práctica sirvió positivamente, para dar un giro gigantesco a
nuestro matrimonio y a nuestra relación sexual.
Jesús se traslado por motivos de trabajo a Alicante y fue nuestro
invitado durante casi un año en uno de nuestros pisos de alquiler.
Se convirtió en fiel amante de mi esposa, teniendo encuentros con
nosotros varias veces por semana. Incluso tuvieron encuentros a solas,
siendo mi mujer tan amable, de narrarme siempre con todo detalle lo
acontecido.
Muy a nuestro pesar, llego el día en el que Jesús decidió volver a su
país.
De esto hace ya un año y medio, y hasta la fecha no hemos encontrado un
sustituto digno. Tenemos la esperanza de que nuestro amigo y amante
Jesús, vuelva algún día a España.
Esperamos que os haya gustado a todos nuestra experiencia y que nos
escriban mucha gente.
|