.:: RELATOS DE CORNUDOS ::.

  "Es solo cuestión de tiempo".

 

 He disfrutado con mi esposa por más de 10 años siendo swingers, desde que estábamos en la universidad, pero en la medida que han pasado los años, he
disfrutado mucho más irme convirtiendo en un feliz cornudo.

 Al principio, obviamente, era casi que una exigencia hacer contactos solo con parejas, de tal forma que "pudiéramos disfrutar los dos". Con el paso del
tiempo, ya tenemos dos niños y somos una familia feliz. Mi esposa con los años creo que va mejorando como los buenos vinos y he podido con mucho morbo observar cómo los amigos de nuestro hijo mayor siempre "meten el ojo" cuando vienen a casa y por algún "descuido" mi esposa está en pequeños y ajustadísimos shorts.

 Ella es bajita, 1,60, piernas gruesas, muy linda, pelo negro largo, ojos almendrados, labios carnosos, rojos, piel blanca, y lo que le quitaron de senos se lo adicionaron en un bello y amplio trasero que yo diría se mantiene caliente en todo momento.

 Como les decía, desde hace algunos años para acá, hemos ido descubriendo que realmente ella tiene todo lo que yo necesito sexualmente, pero no lo contrario.

 Le he organizado frecuentemente gangbangs con amigos que he conseguido, tres o cuatro, preferiblemente vergas negras para ver ese bello contraste y poder disfrutar de cómo usan a mi bella esposa delante de mi y luego ir a rematar los dos la faena, toda oliendo a sexo, a machos, a leche... y comérmela centímetro por centímetro, recorrerla con mi olfato en todos sus pliegues, comerme sus rojos labios muy pero que muy lentamente.

 Una de las cosas que siempre ella había deseado es poder encontrar, dentro de los amigos, alguien con el que además de tener sexo pusiera tener algo íntimo y poder enamorarse para de esa manera hacerme crecer mis cuernos. La verdad es que conocimos a Pedro hace ya algún tiempo y ellos comenzaron a salir juntos, y regresaba mi esposa con todas las historias de lo que él le había hecho y nos desbordábamos de lo fuerte.

 Le compré un collar para que así Pedro pudiera tener mayor control sobre ella, tuviese controlada a su perrita y la usara como quisiera, y luego Pedro me contaba cómo se la gozaba, le tanqueaba los cántaros varias veces en la noche y en algunos casos se la ofreció a un amigo en un bar para que le chupara la verga hasta hacerlo correrse, mientras él filmaba con su teléfono móvil. Luego, subieron el vídeo a una página de internet. Pedro me lo confirmó por email para que, con el mayor morbo y sorpresa, pudiera ver a mi deliciosa esposa chupando verga a un chico en un parqueadero como una verdadera perra en celo. A ese punto, mis cuernos estaban ya de talla respetable, pero siempre he sentido que pueden crecer un poco más...

 El tema de la relación de mi esposa con Pedro se ha ido solidificando hasta un punto que mi esposa me envió un mensaje que me dejó helado y de igual forma sentí una de las erecciones más fuertes y desbordantes que jamás había sentido: ¡su novio le había dicho que quería preñarla!

 Mi esposa, con el nacimiento de nuestro último hijo, se desconectó de tal forma del tema de tener más hijos que, en teoría, se suponía que habíamos cumplido con el mundo con dos habitantes más, así que cuando me dijo esto fue una verdadera obsesión ver a mi mujer preñada por otro macho, pues creo que es el paso máximo al que nosotros, los cornudos de verdad, debemos llegar. Debemos apoyar a nuestras esposas para que sigan follando con sus novios, y yo, como buen cornudo, estoy en la obligación de entenderla y seguirla amando.

 El caso es que, para sorpresa mía, una mañana mi querida esposa me dijo que ya había hablado con su médico y la semana siguiente procedieron a hacerle la operación, que si bien es cierto es ambulatoria y relativamente no tiene mayor compromiso, logró abstraer mis pensamientos hacia el hecho de estar en un nivel alto como cornudo, preparando a mi mujer para que luego de tres meses aproximadamente pudiera quedar fértil para que otro macho, del cual está enamorada, pudiera derramar su virilidad dentro de la flor de mi mujer y preñarla.

 Hemos hablado mucho sobre nuestro amor y la verdad es que sentimos que existe entre ella y yo ahora más que nunca una mayor unión en nuestra relación, y ya ha pasado un mes desde la operación y realmente todo va dentro de lo acordado, de tal forma que en el mes donde ya queda completamente expuesta, lista para quedar embarazada, yo dejaré de tenerla, de comerme su jugoso sexo de tal forma que su hombre pueda tranquilamente cumplir con su misión y definitivamente dejar lista a mi mujer, para 9 meses en los que tendré que cuidarla y consentirla más que nunca, al lado de su cornudo fiel. Es ya solo cuestión de tiempo y espero volver a contarles cómo nos acabó de ir. Email.

 

 

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