Les
escribo más que nada porque quiero tener a alguien a quien poderle
contar mi historia real, verdadera que estoy viviendo en este momento.
Yo soy delgado, 1.70 m. Peso 67 kg. De 36 años y cabellos entrecano. Mi
mujer es morochita con el cabello cortado a lo varón tiene 30 años,
1.65 de estatura y lo más lindo que tiene son sus caderas que es
angostita, rematado con un hermoso culo, chiquito y bien parado.
Tenemos 2 hijas, la más grande tiene 3 años y la otra uno y medio.
Lo que nos llevo a
esta situación fue el que yo no tuviera trabajo debido a que en la
provincia en la que vivimos hay una pobreza increíble (vivimos en la
provincia de Corrientes en Argentina), estábamos pasando muchas
necesidades. Claudia mi mujer estaba embarazada de 5 meses de nuestra
primera nena, ella me dijo que saldría a buscar trabajo porque no
aguantaba más esta situación(no teníamos ni pan duro para comer),
cuando le pregunté a dónde iba a ir me dijo que en el diario hay un
pedido para secretaria de una firma de abogados. A las 3.30 de la tarde
se fue al centro al estudio de los abogados yo me quedé preocupado
porque sabía que a una mujer embarazada era muy difícil que la tomaran.
Llegó pasado las 5 de
la tarde con una cara, lo primero que le pregunté era si se sentía bien
qué era lo que le pasaba Claudia me contestó que nada que estaba
cansada. Le pregunté si quería tomar unos mates mientras me contaba
cómo le fue con la entrevista. ("mate" es un preparado de hojas molidas
de una planta que se llama Yerba Mate, es muy común en la Argentina y
Uruguay), estando ya mateando me dijo:
Sabes lo que me dijo
el abogado que me entrevistó, que él lo que quería era a una chica para
calmarle los nervios y sus necesidades, me quedé sorprendida y después
remató diciendo me entendés, lo que quiero es una mina que se abra de
piernas cuando se lo pida, sin chistar ni lloriqueos. Vas a ganar muy
bien. Si aceptas el trabajo te quiero mañana a las 8 para empezar a
trabajar.
Yo estaba sorprendido
aunque me lo esperaba porque en este país es muy común que pasen estas
cosas. Empezamos a conversar este tema como es mi carácter tranquilo y
en un momento dado mi mujer se enojó y gritando me dijo -lo que pasa es
que vos no tenés carácter para nada, no servís para nada o no te has
dado cuenta que desde que nos casamos el que lleva los pantalones en
esta casa soy yo. Aunque me duela admitirlo es cierto mi mujer tiene un
carácter fuerte y me domina enseguida aparte que la amo tanto, la
necesito tanto que callé y no se habló más del tema. Cuando nos
estábamos acostando le pregunté si mañana iba a salir a buscar trabajo
-no sé mañana te aviso.
A la mañana siguiente
me desperté tarde, cuando estaba preparando unos mates vi en la mesa
una nota que decía -anda a lo de don Joaquín y pedile que te fíe para
la comida. Vuelvo al mediodía, Me fui a trabajar. Con mucha bronca y
desilusión limpié la casa y preparé la comida. A las doce sentí un auto
que paró en la puerta y después entró Claudia me saludo y se sentó en
la mesa a comer yo no aguanté más y le pregunté como le fue en el
"TRABAJO" -bien al parecer le gusta mi pancita porque se la pasó
acariciándomela. Y qué más pregunté yo. -también me tocó las tetas y me
preguntó si ya tenían leche. Yo no aguanté más y le dije, sos una puta
de mierda.
Ella lanzándome un
bollo de pan por la cara dijo. -sí soy una puta pero por tu culpa, yo
no quiero seguir pasando más necesidad y si no te gusta me voy a la
mierda de esta casa y se fue a la pieza, después de unos minutos me
paré y me dirigí al cuarto y cuando vi que estaba haciendo las maletas
se me vino el mundo abajo. Reconozco que soy muy maricón porque lo
primero que hice fue abrazarla y llorando le pedí perdón.
Claudia que también
estaba llorando me dijo -éste es mi trabajo te guste o no y no quiero
que discutamos más sobre el tema si querés que me quede. -Esté bien lo
que tú digas. Fue lo único que pude decir.
Para las cuatro de la
tarde estábamos los dos en la vereda esperando a su jefe que la pasara
a buscar, cuando llegó me dio un beso de despedida y se fue.
Cuando llegó a la
noche me saludó con otro beso y le pregunté cómo le fue, -mira te voy a
decir lo que tanto querés escuchar, se la pasó toda la tarde tocándome
el culo y las tetas hasta me chupó una para ver si le podía sacar
leche, cuando dijo eso se largó a reír, risa que me contagió.
Luego dijo que estaba
cansada que se daría un baño y se acostaría (a los dos meses me
enteraría que su jefe le rompió el culo el primer día, encima dos veces
una a la mañana y otra a la tarde además estuvo mucho tiempo de
rodillas chapándole la pija, por eso el cansancio).
Antes de que cumpliera
una semana de trabajo estaba mi mujer leyendo unos papeles en la cama y
yo acostado a su lado viendo la tele me dijo -Toma fírmame estos
papeles que mañana los tengo que presentar sin falta. Qué es le
pregunté -Es mi contrato de trabajo, no es obligación que lo firmes
pero si le haces va a ser mejor para todos.
No podía creer lo que
leía, mi mujer me miraba de reojo para ver mi reacción. No recuerdo muy
bien lo que decía todo el documento pero lo más destacado era que
Claudia tenía un estricto horario de entrada pero no de salida.
Que cuando el estudio
lo considerara oportuno tendría que hacer horas extras inclusive
feriados y fin de semana. Y otros puntos que sinceramente no me acuerdo
pero que decía claramente que podían disponer de mi mujer cuando ellos
quisieran. En realidad era un papel sin valor alguno, pero que mi mujer
redactó para tener tranquilidad y para mostrarle a su jefe que yo
estaba de acuerdo.
-No te preocupes mi
amor Alberto no es lo que pensábamos es tierno, cariñoso y además me
trata con mucho respeto delante de otras personas y quiere que vos
estés de acuerdo con esta relación.
Al otro día, al
mediodía cuando estábamos comiendo Claudia me entregó unos papeles
diciendo. -Toma léelo aquí están mis deberes y obligaciones de trabajo
y también los tuyos.
Reglas indispensable
de una secretaria
-Estar siempre
disponible a cualquier hora del día y de la semana.
-Usar siempre
minifaldas y blusas fáciles de sacar.
-Queda totalmente
prohibido usar ropa interior (sólo podrá usar tanga en los días de
menstruación).
-Deberá tener todo el
cuerpo completamente depilado (brazos, piernas, axilas y pubis).
-El marido se
encargará de la depilación asegurándose que su mujer vaya debidamente
presentable al trabajo.
-La secretaria deberá
tener un corte de pelo al estilo varón.
-La secretaria deberá
estar atenta a los requerimientos de su patrón.
-La secretaria deberá
ofrecer cualquier parte de su cuerpo cuando vea o presienta que su
patrón necesita relajarse.
En realidad es mucho
más largo pero puedo asegurarte que es asqueroso.
Cuando estaba por
protestar Claudia me dijo -Estas son las reglas del juego si la
respetamos vas a ver qué pronto vamos a estar mucho mejor. Tiempo
después cuando ya no había secretos entre nosotros me enteré que fue
ella también la que redactó sus propias reglas sólo para ver mi
reacción, pero le salió el tiro por la culata porque sin pensarlo se lo
mostró a Alberto (su jefe) para que vea mi firma dando consentimiento a
las reglas.
-Ya que has escrito
tus propias reglas y tu marido las aprobó te vas valer de ellas como tu
nuevo estilo de vida.
Con apenas una semana
de trabajo de mi mujer yo estaba aquella noche depilando completamente
a Claudia.
Al siguiente fin de
semana era viernes, como eso de las 1.30 de la madrugada yo la estaba
esperando porque era muy tarde, llega mi esposa completamente desnuda
sólo los zapatos tenía puestos, -Alberto quiere hablar contigo esta
afuera esperándote. Cuando iba por el pasillo porque vivimos al fondo
de un terreno me di cuenta que mi mujer estaba detrás mío.
-Qué tal vos sos
Osvaldo el marido de Claudia.
-Sí, mucho gusto vos
sos Alberto.
-Sí, el patrón de tu
mujer, mira qué hermosa, así me gusta tenerla.
Claudia que estaba al
lado de nosotros rió y se abrazo a la cintura de Alberto.
-Bueno te quería ver
para avisarte que mañana sábado al mediodía prepares un asado para los
tres aquí en tu casa, OK.
-Sí con mucho gusto.
-Vamos putita, ah tu
mujer se va conmigo, a las 11.30 ó 12 del mediodía estamos por aquí.
Después que se fueron
pensé, y si pasaba alguien por la calle y veía a mi mujer desnuda. Y
también me di cuenta que estaba muy excitado porque Claudia iba a pasar
su primera noche fuera de casa durmiendo en la cama de otro hombre y yo
solo. Confieso que me hice una paja imaginándome lo que ellos estaban
haciendo.
Al mediodía estaba el
asado listo cuando ellos llegaron. Mi casa tiene medianeras de casi 2
m. de alto y el pasillo esta flanqueado por dos paredones que pertenece
a la casa de los vecinos. Claudia apareció otra vez desnuda, venía con
una enorme sonrisa, me abrazó y me dio un hermoso y apasionado beso.
(Le sentí un sabor raro pero no dije nada) -Anoche lo pasé bárbaro, me
dijo.
Alberto venía con un
sacón largo que seguramente tenía puesto mi esposa antes de llegar a
casa. Estirándome la mano me saludó.
-Hola, Osvaldo y ya
esté listo el asado se ve espectacular.
-Sí ya esta listo
cuando ustedes quieran.
Mi mujer se acerca y
me dice -Mira mi amor me estoy ensuciando toda y poniendo una pierna en
una silla pude ver que tenía un tapón en su vagina, se paso la mano por
la entrepierna y hablando bajo me dijo, poniendo cara de mala, probá es
el semen se Alberto, y quiero que me limpies con tu lengua, demostrale
que estás orgulloso de tu mujer.
Me hizo acostar boca
arriba en el piso, puso un pie en cada costado de mi cabeza y empezó a
bajar hasta quedar con su concha a escasos centímetros de mi boca. Miré
para arriba y lo único que vi fue su panza.
-Mi amor sosteneme que
en esta postura me canso mucho. Con mis dos manos la sostenía de sus
nalgas. Ella antes de sacar el tapón me dijo. -Abrí bien la boca que
caiga todo adentro. Fue una gran cantidad de semen y jugos de mi mujer
lo que tuve que tragar. Alberto que se sentó frente a ella le dijo. -Mové
los músculos de tu vagina para que caiga todo. Estuvimos como 15 min.
En esa posición yo tirado en el medio del patio con Claudia sentada
sobre mí.
-Bueno listo, terminen
que tengo hambre.
-Mi amor terminaste,
le dije que sí. Se levantó y fue hasta Alberto quien le metió dos dedos
dentro de la concha, al sacarlos los miró detenidamente.
-Buen trabajo Osvaldo.
Luego de eso nos
sentamos a comer, la charla fue amena y divertida porque hizo
comentarios sobre algunos casos judiciales que tenía, ya en los postres
mientras estaba yo en la cocina, mi mujer se acercó y me dijo:
-Mi amor quiero que me
entregues a Alberto así con tu permiso él pueda usarme cuando lo desee.
-Y cómo es eso, aparte
él ya hace lo que quiere contigo.
-Sí, pero a él le
gusta hablar de frente, y aclarar las cosas.
-¿Qué tengo que hacer?
-Mientras me visto te
explico.
Se puso un camisón de
dormir color blanco, ropa interior y se sacó los zapatos negros que
llevaba. Cuando llegamos frente de Alberto, Claudia me apretó la mano
al ver que yo no reaccionaba, entonces dije:
-Alberto, aquí... aquí
te entrego a mi mujer incondicionalmente para que hagas con ella y de
ella, lo que desees.
Él mirando a mi esposa
le dijo. -Y vos, ¿estás de acuerdo? -Sí, totalmente.
Mirándome me ordenó.
-Sácale el vestido. Claudia quedó en ropa interior.
-Ahora el sostén y la
tanga. Mi mujer volvió a quedar como dios la trajo al mundo.
-Acérquense, pero
primero pellízcale los pezones se los apreté muy fuerte ella se quejó
pero los pezones le quedaron duros y parados, tomando a Claudia con la
mano izquierda por la cintura y la derecha tomé su brazo, nos acercamos
y volví a decir, -con mi aprobación se la entrego, y estamos a su
servicios. Él tomando la mano de Claudia comentó:
-Así me gusta
debidamente presentada, la hizo arrodillarse entre sus piernas y
estirándole fuerte del pezón izquierdo dijo: -Ahora sí sos
completamente mía, al igual que tu esposo espero obediencia y total
dedicación hacia mí. Mi mujer sólo movió la cabeza en señal de
aprobación. Él se levantó de la silla y con una enorme sonrisa me dio
la mano mientras me abrazaba y palmeaba mi espalda.
-Quiero que sepas que
te respeto y te admiro mucho más que los cabrones éstos(refiriéndose a
los políticos y jueces con los que él tiene mucha relación).
-Párate mi amor, vamos
a brindar por este nuevo y definitivo acuerdo salud.
-Osvaldo, por qué
brindamos.
-Por los tres y porque
seamos felices, salud.
-¿Claudia?
-Porque espero hacerte
feliz, y porque estoy muy orgullosa de mi marido, salud.
Dándole un chirlo en
la nalga a Claudia, le ordenó que fuera a preparar el dormitorio, luego
comentó:
-Estoy muy cansado, y
tengo mucho trabajo para este fin de semana. Me voy a recostar un rato.
Y se fue para el dormitorio.
Yo levanté la mesa y
limpié la cocina, cuando estaba por sentarme a descansar escucho el
televisor que teníamos en la pieza, al asomarme por la puerta veo a
Alberto acostado desnudo y leyendo el diario. Al verme me hizo una seña
de silencio y me indico que trajera una silla. Me senté a su lado y
dijo:
-No es hermosa.
Mi mujer estaba
atravesada en la cama con su cabeza apoyada en la entrepiernas de él y
con su miembro flácido dentro de su boca, estaba completamente dormida.
-De a poco se está
acostumbrando a dormir con su chupete.
Mientras tomábamos un
whisky Alberto empezó a preguntar.
-¿Cómo te sentís?
¿cómo se llevan ustedes?
-La verdad me siento
raro no sé, con un poco de vergüenza y nuestra relación tengo que
admitir es muy buena, cuando hacemos el amor lo hacemos con mucha
pasión cosa que antes no ocurría.
-Y qué opinas sobre
las obligaciones que vas a tener de ahora en más.
-Jamás pensé que
tendría que probar el semen de otra persona ni tampoco hacerlo delante
de otro hombre.
-No te preocupes, ya
te vas a acostumbrar y no sólo a eso sino también a verme cómo disfruto
con tu mujer. Claudia me dijo que a vos te gusta que te dominen que sos
muy sumiso por eso voy a repetir lo mismo que le dije a ella. Quiero
que vos te encargues de su higiene, como lo hiciste hace rato. Ella va
a venir todo los días con su concha y culo llenos de mi semen para
compartirlo contigo. También quiero que controles que no se bañe cuando
llegue, sino que lo haga un rato antes de salir para su trabajo,
entendiste. Mi intención es que ustedes se acostumbren al olor del que
ahora es su dueño, que cuando se acuesten para dormir lo hagan con el
perfume a sexo y el olor a semen que trae tu mujer. En cuanto a las
relaciones entre ustedes te doy permiso para que tengan dos veces a la
semana, por supuesto el fin de semana no cuenta. ¿OK?
-Sí Alberto.
-Ah, otra cosa no me
gusta que me llames así, decíme Mi señor o Amo dentro y fuera de esta
casa, está claro.
-Sí mi señor.
-¿Qué nombre te gusta
para tu mujer ¿Puta, perra o esclava?
-Perrita, dije yo.
-Esta bien de ahora en
más, en todo momento y lugar se va a llamar perrita.
-Bueno brindemos por
la perrita y por vos cornudo. ¿Te molesta que te diga cornudo?
-No, si estamos entre
nosotros.
Después de eso
hablamos por mucho tiempo sobre lo que tenía que aceptar y
acostumbrarme. Una de esas cosas era que perrita iba a pasar mucho
tiempo fuera de casa.
Como a las cinco de la
tarde mientras yo leía el diario "Mi señor" entró al baño desnudo y
perrita detrás con un cepillo de dientes nuevo, se lo entregó y después
mientras mi señor se limpiaba los dientes ella se arrodilló detrás de
él con sus manos le separó los cachetes y empezó a lamerle el culo. Yo
me excité y empecé a tocarme la pija, ella me vio y me brindó una
hermosa sonrisa para después seguir con su trabajo.
Cuando mi señor salió
del baño, caminó hacia mí y dijo:
-Vaya, te excitó ver
el trabajo de mi perrita. Mi mujer se abrazó a su cintura y con la mano
derecha le empezó a hacer una paja muy lenta.
Perrita al ver que no
sacaba los ojos de la pija de nuestro amo dijo:
-Mide 20 casi 21 de
largo y la cabeza que es lo más ancho cinco y medio (es bastante
cabezona y colorada)
-Vamos a enseñarle
cómo entra en tu culo mientras él se masturba.
-Ponte en cuatro con
el culo apuntando a tu marido y apoya la cabeza en el piso, Osvaldo
pásale la lengua por el culo y déjale mucha saliva.
Cuando termine me
volví a sentar, ya con mi pija en la mano. Él puso sus piernas a cada
lado dándome la espalda.
-Observa cómo entra.
Agarrándose la pija
con una mano y agachándose apoyó la cabezota en la entrada, hizo
presión y la cabeza entró al mismo tiempo que perrita daba un fuerte
quejido, se quedó un minuto así y después empezó un sube y baja tan
potente que en tres movidas sus grandes huevos chocaban en la concha a
su vez ésta se abría por completo dejando ver su agujero. Con un fuerte
chirlo en una nalga dijo:
-Vamos quiero escuchar
lo que te enseñé.
Cuando él bajaba
perrita decía "abro" y cuando subía "aprieto".
Por casi 10 min.
Escuché:
-Abro, aprieto, abro,
aprieto ¿le estoy dando placer amo?
-Sí, seguí que lo
estoy disfrutando. Y... te gusta lo que ves.
-Es increíble, fue lo
único que dije.
-Ahora viene lo mejor,
a ver puta abrí bien el culo que tu marido lo vea.
De repente se paró
sacando la verga del culo que hizo un ruido al salir y un grito de mi
esposa.
-Mira qué hermoso
agujero que tiene.
Fue fantástico porque
se le veía las paredes de su tripa y en realidad no sé qué diámetro
habrá tenido pero se le veía muy grande, luego se la volvió a meter
pero esta vez sin la ayuda de su mano y de un sólo empujón que le
volvió a sacar un grito a perrita. Por otro buen rato lo único que se
escuchaba era:
-Abro, Aprieto, ¿le
estoy dando placer amo? Abro, Aprieto, mi cuerpo le pertenece amo,
abro, aprieto, me gusta ser usada por usted mi señor, abro, aprieto,
abro, aprieto, mi bebé se esta hinchando, ¿desea depositar su semen en
alguna otra parte de mi cuerpo?
Al principio creí que
se trataba de nuestro hijo que se estaba gestando en su panza. Pero
luego comprendí que perrita le llamaba bebe a la pija de nuestro amo.
Este en un momento
dado saco la pija del culo y con un fuerte quejido derramó una buena
cantidad de leche espesa en la raya del culo de perrita, agarrándose la
pija desparramó la leche por todo el culo y la concha, mirándome
ordeno:
-Ya sabes lo que tenés
que hacer.
Sin pensarlo me
arrodillé y con mi lengua limpié y tragué todo el semen.
-Su perrita esta
limpia señor, dije cuando terminé.
Él chasqueo los dedos
y perrita se acercó de rodillas y empezó a limpiar con su boca a su
bebe. Perrita mirando a los ojos de su amo le dijo.
-Ha quedado satisfecho
mi señor. Al ver y escuchar eso, tuve un gran orgasmo tirando mi leche
al piso. Ellos empezaron a aplaudir y riéndose decían: -Bravo, bravo.
Mi mujer se acercó a
mí en cuatro patas, dándome un profundo beso con gusto a semen y saliva
dijo agradécele por lo que te mostró.
-Muchas gracias amo,
por lo que me acaba de mostrar.
-Puff, y esto no es
nada, te queda mucho por ver todavía. Ahora anda, tráeme la ropa y
vísteme que me tengo que ir a trabajar.
Cuando se estaban
yendo perrita me dijo que no la esperara que vendría recién el lunes al
medio día que tuviera la comida preparada.
-Este es el primer día
de una nueva vida, dijo nuestro amo. Los miraba marcharse, él
impecablemente vestido con su traje y mi mujer completamente desnuda
tomada de su mano y tocándose su pancita, mientras pensaba: sí nuestras
vidas han cambiado para siempre, sobre todo los besos de Claudia, que a
partir de ahora serán con sabor a semen.