.:: RELATOS DE CORNUDOS ::.

  "El origen y trayectoria de mis cuernos (2)".

 

 

 Hola de nuevo, cornudos y guarras. Aquí estoy otra vez para seguir contando mis vivencias como cornudo. En la anterior parte del relato os narré el origen de mis cuernos, y en esta voy a narraros la trayectoria que han seguido.

 Agradezco los emails que he recibido felicitándome por mi pronta cornamenta, pues, como recordareis, mi novia me puso los cuernos a los pocos minutos de comenzar nuestra relación, supongo que es difícil batir ese record y que soy la envidia de todo aspirante a cornudo, aunque debo deciros que en esto de los cuernos lo importante no es el tiempo que se tarda en conseguirlos, ni tampoco la cantidad, sino la calidad de los mismos.

 Evidentemente, lo ideal es que haya un buen equilibrio entre esos factores, en mi caso hay cantidad y calidad (al menos eso creo), y es el motivo por el que soy tan feliz y estoy tan orgulloso de la puta con la que comparto mi vida.

 Despues de aquella noche en el hotel en que Sonia me puso los cuernos con mi amigo Alberto me quedaban todavía 2 días de vacaciones. Recordad que yo conocí a Sonia durante aquellas vacaciones con mi hermana y amigos en una ciudad de la costa del sol. Yo me hice el tonto, no le dije que los había visto, actué como si no me hubiera enterado de nada, por un lado para que no pensara que me había molestado y por otro lado porque aun era pronto para confesarle que me encantaba ser cornudo.

 Al día siguiente, mientras desayunábamos en el hotel y esperábamos a que Sonia bajara de la habitación, ya que ella se había quedado allí duchándose y hablando por teléfono con los padres, mis amigos y mi hermana me preguntaron que qué tal con Sonia, y les comuniqué que estupendamente, que le había pedido salir y que me había dicho que sí. Alberto durante la conversación se mantenía al margen y miraba para otro lado, en ningún momento me comentó nada de lo sucedido el muy pillo.

 Cuando llegó Sonia me quedé alucinado. La muy zorra llegó a la cafetería del hotel con un pareo rojo transparente y un top que le transparentaba las tetas. Joder, y además la parte de abajo del bikini era tipo tanga y se le transparentaba totálmente!. Menuda furcia presentarse de esa forma en la cafetería.

 Debajo del top no llevaba nada, es decir, no llevaba la parte de arriba del bikini, lo cual me hizo suponer que la muy zorra tenía pensado hacer topless como el día anterior. Ni mucho menos me molestaba, pero considerando que estábamos formalmente saliendo, lo más lógico hubiera sido que me hubiera preguntado si me importaba que hiciera topless. Pues la muy puta no me consultó nada y como os decía, en la parte de abajo llevaba tanga (el día anterior llevaba un bikini normal, no tanga). Joder, parecía que la muy guarra me leía los pensamientos y sabía que me gustaba sentirme humillado y ser cornudo.

 Andamos por el paseo hasta la playa, unos 400 o 500 metros, y eran muchos los tíos que se le quedaban mirando, incluyendo a mis amigos, que disimuladamente le miraban como se le transparentaba el tanga, aunque luego en la playa tendrían tiempo de verlo perfectamente. Al cruzar un paso de peatones escuché como un grupo de tíos que había en un coche silbaron y dijeron cosas que no llegué a entender pero qué mas o menos me imagino.

 No me había colocado yo todavía mi toalla cuando la muy zorra ya estaba con las tetas fuera y enseñándole el tanga a todo el mundo. Ella, en lugar de ponerse a mi lado, se puso junto a mi hermana y Alberto. Al poco rato llegaron un par de amigas de Sonia, las mismas del relato anterior. Ninguna hacía topless, solamente Sonia, aunque en aquella playa la mayoría de las chicas sí hacía, pero en nuestro grupo la única era la puta de mi novia.

 Decidieron darse un baño todos, excepto mi hermana y yo. Cuando se marcharon, mi hermana me estuvo preguntando sobre si reálmente me gustaba tanto Sonia como para pretender mantener una relación seria con ella, a lo que contesté que sí, que esa era mi intención. Ella, sin querer decírmelo claro para no desilusionarme, me dio a entender que era un poco cabeza loca, que no sabía si Sonia era la chica ideal para una relación estable, pero que evidentemente la decisión era mía y que hiciera lo que creyera conveniente.

 Mientras hablábamos, pude observar como en el agua Sonia no se separaba de Alberto. Estaba claro que le gustaba, y mucho. La verdad es que Alberto está mejor que yo físicamente, aunque tampoco es para tanto. En varias ocasiones ella lo cogía desde atrás y le refregaba las tetas. Mi hermana también se daba cuenta y me miraba de reojo como diciendo, ¿pero no te das cuenta de lo puta que es?.

 Aquella tarde estuvieron prácticamente todo el rato tonteanto, aunque en verdad era Sonia la que lo perseguía, porque él intentaba ignorarla pero le resultaba difícil. Al atardecer abandonamos la playa y nos dirigimos de nuevo al hotel, excepto Sonia, que antes pasó por su casa a coger algo de ropa, aunque llegó enseguida, porque justo al poco tiempo despues de yo salir de la ducha y cuando se disponía a entrar Alberto, apareció ella en la habitación.

 Entonces, yo decidí decir que iba un momento a la habitación de mis otros amigos, con el morbo de dejarlos allí solos a los dos y la intención de que pudiera volver a pasar algo entre ellos. Alberto me miró con cara de extrañado como diciendo ¿pero éste está loco o qué?, ¿me dejá aquí solo con su novia con lo puta que es?. La verdad es que de imaginarme la situación me estaba poniendo muy cachondo y me marché de la habitación empalmado.

 Para darles la posibilidad de tomárselo con calma, llamé a Sonia desde el móvil y le dije que en vez de ir a la habitación de mis amigos, había decidido ir a una tienda de informática que quedaba a unos 30 minutos andando (ida y vuelta), aunque lo que hice realmente fue meterme en un sexshop para hacerme una buena paja en las cabinas mientras imaginaba lo que podía estar ocurriendo en la habitación.

 Tras terminar, regresé hacia el hotel a paso tranquilo, y cuando llegué me los encontré en la cama tumbados viendo la tele, los dos en la misma cama. Alberto llevaba puesto sólo unos slips, y Sonia un minúsculo tanga. Menudo putón, menudo putón de novia tenía, estaba claro que no me tenía respeto alguno y que le importaba una mierda lo que yo pudiese pensar, y a mí eso me encantaba. Mi amigo me miraba con cara de apuro como diciendo, tío, yo no tengo la culpa de que te hayas echado a esta puta por novia.

 Los saludé y entré en el cuarto de baño a echar una meada. Diossssss.... lo que ví dentro del water hizo que me diera un vuelco el corazón y que la polla se me pusiera dura como el acero... Allí, dentro del water, ¡había un condón usado!. Supongo que tirarían de la cadena pero, como sabeis, a veces los condones se atascan y no se van a la primera, a no ser que la puta de Sonia lo hubiera dejado con la intención de que yo lo encontrara... La cuestión es que me senté en la taza del water, me hice una buena paja, tiré de la cadena e hice desaparecer el condón.

 Justo cuando salía del cuarto de baño, llamaron a la puerta de la habitación. Abrí yo. Era mi hermana y Ramón, uno de mis amigos. Sus rostros reflejaban la sorpresa de encontrarse a Sonia con las tetas al aire y con un tanga minúsculo tumbada en la cama junto a Alberto. Hay que admitir que era una situación extraña, sobre todo para culturas como la nuestra, me refiero a que en otro países como Alemania o Estados Unidos quizás es más normal este comportamiento tan liberal por parte de las chicas, pero en España no es normal que tu novia esté como si tal cosa tumbada en la cama con las tetas al aire y en tanga junto a un amigo, aunque no estén haciendo nada entre ellos, pero vamos que no es lo habitual, al menos en mi círculo de amistades nunca lo había visto.

 Aquella noche el plan era el mismo que todas las noches anteriores. Salir a cenar y luego a la discoteca. Sonia durante la cena recibió diversas llamadas y dijo que iba a pasarse por casa de una amiga que celebraba su cumpleaños y que luego nos buscaría en la discoteca. A mí no me resultaba muy convincente, porque cuando sonaba el móvil se levantaba y se iba a hablar a otro sitio, lo que me hacía pensar que ocultaba algo. ¿Era mentira lo del cumpleaños y realmente iba a quedar con algún exnovio o amigo?.

 Apareció en la discoteca a las 4 de la madrugada y más borracha que una cuba, acompañada por un chico, que estaba igual de borracho que ella. Me lo presentó y me dijo que esperara un momento que iban a la barra a por una copa. Los ví alejarse hacia la barra observando como aquel chico la agarraba de la cintura. Menos mal que mi hermana y mis amigos no estaban cerca, sino seguro que me hubieran dicho claramente que yo era un gilipollas.

 Al volver me dijo que iban un momento al coche, que iban a meterse una raya para que se les pasara un poco la borrachera. ¿Os acompaño?, le dije. No, me contestó... Y allí me quedé yo, con cara de tonto mientras esperaba a que la puta de mi novia se metiera una raya con un tío en un coche. En esos momentos me sentí confundido, no sabía si quedarme allí, irme al servicio a hacerme una paja o seguirlos para ver lo que hacían. Opté por esta última opción y los seguí, guardando una prudente distancia para no ser descubierto.

 Ví como se metían en un coche, y tras varios minutos salieron, se quedaron un momento terminándose la copa hablando de pie junto al coche y luego en lugar de volver a la discoteca tomaron un camino que unía el aparcamiento de la discoteca con la playa. Fuí tras ellos, procurando no ser visto. Me crucé con varias parejas, lo que significaba que debía tratarse de una zona de la playa que las parejas utilizaban como picadero.

 Efectivamente, había una muralla y una arboleda que hacía que aquel lugar fuera ideal para que las parejas echaran un polvo con cierta intimidad. No me sentía del todo cómodo, por miedo a que, al verme allí solo, alguien me tomara por un mirón y recibir algún puñetazo de un novio violento, pero me arriesgué, porque al fin y al cabo mi novia estaba allí, aunque fuera a follar con otro...

 Por unos momentos los perdí de vista y casi decido dar la vuelta cuando, de repente, me pareció verlos sentados en la arena y apoyados en un trozo de muralla derrumbada. Por suerte, estaban en un sitio donde no había ninguna otra pareja cerca, lo cual me tranquilizó y me senté en un sitio donde podía verlos perfectamente sin ser descubierto, donde unos oportunos matorrales me ayudaban a permanecer aun más oculto.

 Me saqué la polla del pantalón en cuanto empezaron a besarse. Se estaban morreando, y no era el típico morreo de enamorados precisamente, se morreaban como dos animales en celo. Él no perdía el tiempo y con ambas manos le subió la minifalda agarrándole el culo por dentro mientras le metía la lengua hasta la garganta. Ni en mis fantasías mas morbosas hubiera imaginado que llegaría a tener una novia tan puta, que en las primeras 24 horas que llevábamos saliendo juntos me pondría los cuernos con dos chicos diferentes... Aquello era sumamente excitante y morboso, es algo que no se puede contar con palabras, hay que vivirlo para sentirlo.

 Se pusieron de pie, Sonia le metió la mano por dentro del paquete mientras seguían besándose, y él le metió una en el coño, mientras con la otra seguía magreándole el culo. Y lo bueno era que como estaban de pie los podía ver perfectamente. No había nadie cerca a mi alrededor, por lo cual estaba tranquilo y disfrutaba de la escena, masturbándome lentamente.

 Acto seguido él se bajó complétamente los pantalones y los calzoncillos, dejando su polla libre y a disposición de Sonia, que la agarró con firmeza y empezó a masturbarla. Dejaron de besarse y él empezó a meter y sacar sus dedos con fuerza en el coño de mi novia mientras ella seguía haciéndole una buena paja. Luego se sentaron uno frente a otro, y mientras ella con una mano lo pajeaba y con la otra le acariciaba los huevos, él le pajeaba su coño cada vez con más rapidez y violencia. Con la mano que le quedó libre le sacó las tetas y se las estrujaba.

 En un momento determinado, él la agarró de la cabeza dándole a entender que quería que se metiera su polla en la boca, cosa que Sonia hizo sin poner ninguna objección. Era alucinante verla con el culazo en pompa y mamando la polla de aquel tío, que la agarraba de la cabeza y le marcaba el ritmo que debía seguir. Sobra decir que yo, a esas alturas, tenía ya la polla que me reventaba y cada vez me pajeaba con mayor rapidez.

 Entonces, me pareció escuchar que Sonia le decía algo así como "venga tío, fóllame ya, fóllame ya, joder, que no aguanto más", o algo parecido, y no me equivoco, porque entonces él se levantó, se colocó detrás de Sonia, que estaba a 4 patas, y se la clavó con violencia. Empezó a follársela igual que los perros se follan a las perras, con un movimiento de mete y saca perfecto, sin compasión, y había un detalle muy importante que no pasó desapercibido para mí... ¡se la estaba follando sin preservativo!.

 Minutos despues, la puta de Sonia se tumbó en la arena bocarriba, él se puso encima y le taladró el coño a base de bestiales embestidas. Lástima que con esa postura yo no podía verlo tan bien, ya que el cuerpo del chico me tapaba el de Sonia, aunque podía apreciar el frenético movimiento de los cojones y parte de la polla entrando en su coño.

 Mi intención era intentar correrme a la misma vez que él, para poder disfrutar con la máxima calentura de toda la escena, sin embargo, no pude evitarlo y de mi polla salió un gran torrente de leche mientras seguía con la vista clavada en ellos, que seguían como locos dándole que te pego. Joder, vaya aguante que tiene este tío, pensé. 

 Justo despues de haberme corrido, escuché unos ruidos que me alertaron. Se trataba de gente que se acercaba. ¡Mierda!. No quería irme sin presenciar el final de la follada, pero estaba claro que era un riesgo que me pillaran allí escondido mirando. Al final decidí asumir ese riesgo y me quedé, a pesar de que escuchaba acercarse gente cada vez mas cerca. No podía perderme como aquel tío se corría encima de la guarra de mi novia.

 ¿Encima de mi novia?. Pues va a ser que no, porque el muy cabrón siguió follándosela hasta el último momento sin sacarla de su coño... No me lo podía creer... hasta que ví que no hacía ningún amago de sacar la polla y que dejó caer su cuerpo sobre el de Sonia, sin sacar la polla del coño en ningún momento. El hijo de puta le echó la leche dentro, dentro del coño de la guarra de mi novia, cosa que ella consintió sin oponer resistencia.

 Una sensación de morbo, nerviosismo y confusión invadió mi cuerpo. Mis sueños se habían hecho realidad, estaba saliendo con la tía más puta que pudiera imaginar y estaba feliz, muy feliz, pero tenía miedo a que, por cualquier motivo Sonia me dejara y nuestra relación se fuera al traste... Yo quería ser cornudo por el resto de mi vida, que ella aceptara mi condición de cornudo y fuera tan feliz como yo. Era mi chica ideal, y el hecho de que me abandonara supondría la mayor desgracia de mi vida.

 Pero, por suerte, no ha sido así, y como os dije en la primera parte de mi relato, llevamos 6 años juntos y estamos incluso casados. Nuestra relación es un camino de rosas, un camino de rosas que yo recorro orgulloso con estos dos enormes cuernos que Sonia me da el placer de poder lucir.

 En la próxima entrega seguiré narrando la trayectoria de mis cuernos y contaré los hechos que ocurrieron durante mi último día de vacaciones allí y el inicio de nuestra relación a distancia, pues yo vivía en Madrid y solo nos veíamos cuando mis estudios me lo permitían e iba a verla, o ella venía a Madrid. Y simplemente añadir, queridos amigos de MorboCornudos.com, que no hay nada mejor en esta vida que ser cornudo, os lo puedo asegurar, y creo que todo el mundo debería probarlo. No os arrepentiréis. Palabra de cornudo.

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