La
historia que relataré me sucedió hace 4 meses con una pareja que
contactaron conmigo a través de un relato. Los nombres son ficticios
pero los hechos verídicos.
Contacté con un marido que buscaba un hombre para acostarse con su mujer.
Tenían esa fantasía y querían ver hasta donde la llevaban a cabo.
Después de intercambiar varios emails y fotografías concretamos el día
y las condiciones.
Eran una pareja de cuarenta y pocos años, de Barcelona y físicamente
bastante normales. Los llamaré Juan y Ana. Ella era morena, algo
rellenita y no muy alta.
Debía presentarse en mi habitación de hotel vestida como una prostituta
para satisfacer mis antojos sexuales. El único hombre con el que había
estado era su marido y nunca lo habían hecho por detrás, yo debía
desvirgarle el culo delante de él. Quería sentirse como un juguete
sexual, como una autentica puta. Quería abrirse de piernas para un
extraño y que su marido viese lo perra que se podía volver su esposa
con una polla metida en el culo. Si alguno no se sentía cómodo podíamos
parar en cualquier momento, de todas formas quien tendría la última
palabra era ella. La única condición es que no podía follarle el coño,
pues para ellos era privado.
Llegaron puntuales, Ana iba vestida como una puta barata: top muy
ajustado, minifalda muy corta y botas por encima de las rodillas.
Estábamos algo nerviosos, por lo que decidimos tomar una copa primero para
romper el hielo. En lugar de una tomamos 3 y Ana parecía cada vez mas
desinhibida, empezamos con las bromas picantes y algún que otro roce
inocente. Finalmente decidimos pasar a la acción, Juan y yo tomamos
asiento y Ana se quedo de pie, enfrente de nosotros.
- Bien, veamos que tipo de zorrita eres. A ver ese culo- No hizo falta
decirle mas, con movimientos muy lentos fue volteándose para que
pudiésemos ver bien todo su cuerpo.
- Levántate la falda para que podamos verte mejor.- Poco a poco se subió
la mini, dejando ver una fina línea de vello. No se había puesto ropa
interior y eso no me lo esperaba, por la cara de su marido, él tampoco.
- Menuda guarrilla esta hecha tu mujercita, eh!.- Sin decirle nada, con
una tímida sonrisa y mirada pícara, Ana fue separando las piernas poco
a poco, facilitándonos la visión.
- Vaya, vaya...Te gusta enseñar el coño, eh, putita?
- ...Si...
- Acércate, vamos a ver esta preciosidad de cerca...-
Sin bajarse la falda se acercó sonriendo hasta ponérmelo a un palmo de la
cara. Creo que el alcohol dejaba sentir sus efectos. Puse una mano en
la parte interior de su muslo y fuí subiendo muy despacio bajo la
atenta mirada de Juan. Al llegar al coño me demoré un poco, disfrutando
del momento que se avecinaba.
- Uy, la putita ya lo tiene húmedo...te gusta?
- ...Sí...
- Te gusta que te toquen el coño?
- ...Sí...- dijo mientras empezaba a frotarle el clítoris suavemente.
- Has oído Juan? A tu mujer le gusta que le toquen el coño...- le dije
mientras seguía masturbándola.
Juan miraba a su mujer como si fuese la primera vez que la veía, de arriba
abajo con los ojos muy abiertos y tocándose el paquete por encima del
pantalón, mientras,
- Hay que ver como te dejas meter mano por un tio que acabas de conocer,
como una cualquiera y delante mío. Si encima te abres de piernas para
que pueda sobarte bien... Eres una guarra ...
- ...Sí, soy un poco guarrilla...
- Un poco? Seguro que ya lo tienes mojado. Detrás de esa apariencia de
mojigata eres una puta de campeonato.
Yo seguía metiéndole mano a Ana por debajo de la falda, notaba como cada
vez tenia el chocho más mojado. Le excitaba sentir la mano de un
desconocido manoseándola, saber que, esa noche, su marido la vería
aguantando las embestidas de un desconocido, gimiendo como una perra en
celo mientras un chulo le da por el culo: saber que le ha dado su culo
a un desconocido que la trata como una perra cuando a él siempre se lo
ha negado.
Cuando tuvo el coñito bien mojado le metí un dedo sin miramientos,
arrancándole un gemido. Seguí metiéndole y sacando el dedo cada vez mas
ràpido, tenia el conejo tan mojado que se oia un suave chof chof cada
vez más fuerte. Cogiéndose las tetas y pasándose la lengua por los
labios, Ana se giró hacia su marido, levantó una pierna y la apoyó en
el sillón, eso me permitió meterle dos dedos y mostrar una buena vista
a Juan. Estuvimos así un par de minutos, metiéndole los dedos, yo tenia
la polla durísima y Juan creo que también. Ana no paraba de gemir y
sobarse las tetas, con las caras que ponía parecía una actriz porno.
- Alberto, le habías metido alguna vez los dedos a una tía tan puta como
esta?
- Si que es bastante guarrilla, pero una autentica puta se distingue por
como se come las pollas. Ana, quieres comer polla?
- Sí. Quiero comerme una buena polla.
- Ves como eres una zorra, te mueres de ganas de mamársela a Alberto, des
de que lo has visto no dejas de mirarle el paquete. Siempre has querido
comerte una polla grande, trágatela puta!
Ana se puso de rodillas y empezó a bajarme los pantalones, se notaba que
lo que su marido le decía la ponía cachonda y estaba ansiosa por
chupar. Al bajarme los calzoncillos mi polla salto como un resorte y
nos quedamos todos parados, como esperando el momento de verdad en que
por fin Ana cataría otra polla.
Mirando primero a Juan y después a Ana, de rodillas entre mis piernas, la
miré fijamente a los ojos dije lo que todos queríamos oír:
- Cómeme la polla, puta.
Fue como dar el tiro de salida, Ana se abalanzó como una loca metiéndosela
hasta la campanilla, Juan se bajó los pantalones y empezó a masturbarse
como un mono y yo apoye las manos en la cabeza de Ana para acompasarla
en su mamada. Estuvimos así unos 5 minutos con un ritmo cada vez mas
rápido.
- Te gusta como te la chupa mi mujer, eh? Te gusta?
- Si, es una buena comepollas. Me gustan las mamadas muy salivadas y
profundas y esta zorra sabe mas de lo que parece. Cómeme los huevos
puta, que tu marido vea la cara de viciosa que tienes.
- Sí, soy una puta comepollas! Me encanta tragar! Mira cariño, como tu
mujer le chupa los huevos a Alberto! Esto es una polla! Quiero que veas
como se corre en mi cara! Quiero que veas como a la puta de tu mujer le
llenan la cara de lefa!-
Ana estaba con cara metida entre mis huevos, haciéndome una paja, mientras
ella misma se metía los dedos. Seguia de rodillas pero con el culo cada
vez mas en pompa, contorneándose como una gata en celo. Creo que para
Juan ver así a su mujer fué demasiado y se corrió como un loco con un
grito que debió oírse por todo el hotel.
-Date la vuelta, puta, que quiero darte por el culo.
- Sí, soy tu perra, dame por el culo, quiero que el cornudo de mi marido
vea como me follas!
Se puso a cuatro patas de cara a Juan, con el culo el pompa y apoyando la
cara en la alfombra. Yo empecé a chuparle el agujero del culo mientras
le pasaba un pequeño dildo por el chocho. Notaba como sus agujeros
palpitaban, su culo estaba ansioso por tragar un buen trozo de carne y
tenia el coño empapado. Lubriqué mis dedos con sus jugos y empecé a
dilatarle el ano, metiendo mis dedos mojados con los jugos de sus
corridas.
Cuando estaba tan cachondo que no podía mas lubriqué mi polla con un poco
de vaselina, se la froté un poco por su raja y la encaré hacia su ano.
- Sí, fóllame! Pétame el culo!
Se la metí muy despacio, cuando pasó el capullo el resto entro con mas
facilidad. Cuando ya tenia la mitad dentro paré para dejar que su culo
se acostumbrase, pero fue Ana la que de un solo empujon se la acabó de
meter hasta el fondo.
- Soy tu perra! Fóllame duro! Mi culo quiero polla!
La agarré por la cintura y la penetré sin contemplaciones, Ana soltaba
unos gemidos ahogados. Cuanto mas duro me la follaba mas fácil entraba.
Juan estaba desnudo sin dar crédito a lo que veía.
-Nunca imaginé que eras tan puta...
Ana no respondió, solo lo miraba sin decir nada, con unos gemidos
flojitos, como si se estuviese controlando para no gritar demasiado.
- A tu marido lo engañarás, pero este culo está muy dado, no es la primera
vez que te pones a cuatro patas y te petan el culo.
-...
Se hizo un silencio que a mi me pareció eterno, solo se oían mis huevos
rebotando en el culo de Ana mientras ellos se miraban sin decir nada.
-...
-...Lo siento...
-...
La polla de Juan que un momento antes estaba flácida empezó a crecer por
segundos.
- Eres una puta de cojones! Una zorra comepollas!! Eres una puta perra que
se dejar follar del culo!! Y yo un cornudo!- Se empezó a hacer una paja
como loco mientras yo no paraba de follarle el culo a su mujer
- Sííí! Soy una puta y tu un cornudo!!
- Cuantas veces te han dado por el culo? Cuantas pollas te has comido
guarra??
- Muchas!! Me encanta comer pollas! Mira como me folla este macho! Mira
Cabrón!
- Te gusta eh! Eres como una perra en celo!!
- Sí! Soy una puta perra! No lo puedo evitar!! Córrete Alberto!! Lléname
de leche!
No pude mas y me corrí como un loco, llenándole el culo de semen caliente
hasta el fondo. Poco a poco retiré mi polla del culo de Ana, al salir
del todo un chorro de semen salió del culo resbalando por su coño. Ana
lo recogió rápidamente con su mano y se lo esparció por el chocho sin
cambiar de postura.
- Juan, quieres follarte un coño de puta usado?
- Sí, mientras te follo quiero ver como se te sale la leche que te han
metido en culo... la que gotee te la meteré con mi polla en coño, para
que lo tengas bien pringado y lubricado...
Fue lo ultimo que oí. Me vestí y me fuí. Un trato es un trato.
Para cualquier sugerencia, comentario u opinión no dudéis en poneros en
contacto conmigo.
Email.
|