Me
llamo Luis. Poco a poco mi vida a cambiado. Empecé como una persona
normal al que le gustaban las mujeres, ligar con ellas y acostarme con
ellas en cuanto podía. A los 20 años encontré a Mónica, con quien
estuve de novio 5 años y luego nos casamos. Nuestra relación era
normal, pero yo cada vez quería cosas nuevas en materia sexual.
Películas porno, sexo en lugares comprometidos, fantasías, etc. Pero lo
que de verdad me ponía, era que ella provocara a otros hombres, que me
contara sus experiencias con sus anteriores novios.
Llegó un momento en que no pensaba
en otra cosa que en ella follando con sus anteriores novios. Cada vez
que follabamos, le decía que era otro, que quería verla a toda costa
follando con otro, que me lo había contado tantas veces y había
disfrutado tanto, que quería verla follando y disfrutando con otra
polla. Fui tan insistente, que también para ella se convirtió en un
deseo muy fuerte. En un momento dado, decidió dar un paso en nuestra
relación y tomar el mando.
Me dijo que no podíamos seguir así,
que o bien aceptaba que ella dirigiera nuestra vida sexual o bien
tendríamos que dejar las fantasías para siempre. Yo por supuesto, no lo
dudé y acepté su propuesta y le dije que haría lo que ella quisiera
cuando, como y donde ella quisiera, que estaría siempre a sus ordenes.
¡En que hora me puse en sus manos! Decidió dar un vuelco a nuestra vida
sexual y dar un paso adelante, cambiando fantasías por crudas
realidades.
Lo primero que me dijo, es que yo
aceptaba porque quería, pero que nunca podría desobedecerla y a partir
de ese momento sería su exclavo. Para empezar, no vas a volver a
utilizar calzoncillos, iras siempre con braguitas tanga, para que no
olvides que eres mi exclavo. Nunca mas volverás a masturbarte sin mi
permiso, y solo podrás follarme cuando yo te lo ordene. Yo follaré con
quien me de la gana y cuando me de la gana. Todas estas advertencias,
me pusieron como una moto y al ir a abrazarla para follarmela, me paró
en seco y me recordó que tendría que esperar a que a ella le apeteciese
dejarme follar. Pasaron unos días en los que me hacía desfilar por la
casa en tanguita, me dejaba que me masturbara un poco, pero cuando mas
caliente me veía, me hacía parar y me dejaba super caliente. Tras
varios días de sumisión, llegó la primera gran sorpresa.
"Luis, esta noche va a venir
Alfonso a cenar, el hombre que me desvirgó y con el que mas he
disfrutado en la cama. Quiero que nos sirvas tu la cena y nos atiendas
en todo momento, estarás con el tanga puesto y un delantal, quiero que
vea como te domino y que disfrute como nunca en su vida. Por fin vas a
disfrutar viendo como me follan de verdad, vas a ver como se follan a
tu mujer en tus narices, como el hombre que desvirgó a tu mujer, puede
seguir haciendo conmigo lo que quiera." El anuncio hizo que casi me
corriera de solo pensarlo, pero no me dejó que me tocara la polla, pues
quería que estuviera mas cachondo que nunca cuando les viera, de ahí
que estuviera toda la semana calentándome sin dejarme correrme. La
verdad es que estaba acojonado, pues una cosa es fantasear y otra estar
en tu casa esperando en tanga a que venga un tio a follarse a tu mujer.
Cuanto mas se acercaba el momento, mas lo pensaba y cuanto mas lo
pensaba mas caliente estaba.
Por fin llegó el momento y sonó el
timbre. Mónica me hizo abrir a mi y me presentó ante Alfonso como su
exclavo sumiso. Se dieron un morreo y fue el primer momento de mi vida
en que vi a mi mujer besarse con otro hombre. Solo era un beso, pero ya
estaba viendo a otro hombre con mi mujer. Pasamos al salón y se
sentaron. Mi mujer me dio las ordenes oportunas: " sírvenos y estate
aquí a nuestro lado de pie para por si necesitamos algo.
" No paraban de reirse y de decirse
lo bien que lo iban a pasar recordando viejos tiempos. Estuvieron toda
la cena manoseándose y besándose. Tuve que ver durante casi media hora,
como Alfonso metía mano a Mónica en mis narices, mientras yo miraba
vestido con un tanga y un delantal. La humillación era enorme, pero a
pesar de ello, seguía sintiendo placer. Cuanto mas me humillaba, mas
placer sentía. Cuando terminaron de cenar, se sentaron en el sillón del
salón y empezaron a sobarse y besarse. En ese momento, Alfonso se
dirijió a mi:" Como me gusta esta cachorra.
La voy a follar como nunca la has
follado y va a disfrutar como nunca lo ha hecho contigo." Mónica, tomó
el mando y me dijo:" Bueno maridito, aquí empieza tu verdadera
sumisión. Vas a ver como me follan, como Alfonso puede hacer cosas
conmigo que tu jamás podrás, empezando porque fue el el que me
desvirgó, honor que siempre le pertenecerá. Ahora, para empezar, vas a
desnudarme para entregarme al hombre que te va a hecer por primera vez
cornudito.
Quiero que seas tu quien me
entregue a el." La desnudé entera, una vez desnuda, la acerqué a
Alfonso y le dije" aquí tienes a mi mujer, fóllatela, haz con ella lo
que quieras, es toda tuya." En ese momento, llegó un momento muy
delicado, pues Mónica me dijo:" Quiero que respetes al hombre que ha
desvirgado a tu mujer y que te va a hacer cornudo. Desnudale y
preparale para mi." "Que quieres decir, no..." No me dejó terminar y me
amenazó con que me tendría que ir y no podría ver como follan. " No se
te ocurra desobedecer mis ordenes" Seguí adelante y desnudé a Alfonso.
Una vez los dos desnudos, Mónica me
ordenó:" ahora, quiero que beses su polla en señal de respeto y
agradecimiento, metetela toda en la boca con mucha delicadeza y
déjamela lubricada. Quiero que la admires, pues es la polla que te hará
cornudo." Sin rechistar, me agaché y cumplí sus ordenes. Nunca en mi
vida pensé que viviría una situación tan humillante, chupando la polla
del tio que me haría cornudo. Cuando decidieron que era sufieciente, se
tumbaron y empezaron a follar como locos. Pedí permiso a Mónica para
pajearme, pero me lo negó y tuve que seguir mirando sin consuelo.
Mientras seguían follando, Mónica
me dijo que la besara y entonces me dijo:" No sabes lo feliz que me
haces. Me encanta que seas mi cornudo sumiso. Estoy disfrutando como
nunca en la vida imaginé que podría hacerlo. Te aseguro que te voy a
humillar como nunca te has podido imaginar y te voy a hacer el hombre
mas cornudo del mundo, que se que es lo que mas te gusta." En ese
momento, Alfonso se corrió y Mónica tuvo un orgasmo como yo nunca había
visto. Sacó su polla del coño de mi mujer y volví a recibir ordenes:"
quiero que limpies mi coño con tu lengua, que te bebas hasta la última
gota del esperma que Alfonso a metido en mi coño. No dudé en obedecer y
tuve que comerme toda la corrida de Alfonso del coño de mi mujer.
Cada situación que vivía, me
parecía la mayor humillación que un hombre puede padecer, pero seguro
que vendrían mas humillaciones. Cuando terminé de chuparle el coño, me
dijo:" ¿Y que pasa con la polla de Alfonso, la polla que ha desvirgado
a tu mujer, la polla que te ha hecho cornudo? Límpiasela y dejala
limpita.
Como siempre, cumplí sus ordenes y
le chupé la polla a Alfonso hasta dejársela reluciente. Nos quedamos
los tres dormidos y al cabo de tres horas, me desperté viendo como
Mónica le estaba comiendo la polla a Alfonso. Enseguida, Este se corrió
en la boca de mi mujer. Me sorprendió porque a mi jamás me ha dejado
correrme en su boca. Su explicación fuë:" Maridito, nunca te he dejado
correrte en mi boca ni nunca te dejaré. Hay cosas que tu nunca podrás
hacer, y si quieres verlas, tendrás que ver como otros lo hacen. Si
quieres ver esperma en mi boca, tendrás que ver como otros hombres se
corren en mi boca, pues tu jamás, repito, jamás te correras en mi
boca." Volví a sentirme terriblemente humillado mientras Alfonso me
miraba con la sonrisa de oreja a oreja.
Así fue transcurriendo el tiempo,
con Alfonso y con otros hombres con los que mi mujer me hacía cada vez
mas cornudo. De vez en cuando, me dejaba follarla o masturbarme. Ella
seguía disfrutando cada vez que me humillaba y yo seguía disfrutando
con sus humillaciones. Hicimos de ello nuestra forma de vida, era mi
ama y yo su puto exclavo cornudo-sumiso. Al cabo de unos años, Se le
ocurrió algo mas humillante todavía, que yo ni me podía imaginar. Me
dijo:" cariño, cada día que te humillo, disfruto mas, y tu cuanto mas
cornudo eres, mas realizado te sientes.
Quiero humillarte mas todavía, y
que disfrutes mas si cabe con tus cuernos. Quiero que seas el marido
mas humillado y cornudo del mundo y estoy decidida a conseguirlo. Vas a
estar una temporadita sin follar, y yo voy a follar mas que nunca. A
partir de hoy, voy a dejar de tomar anticonceptivos, quiero quedarme
embarazada y tener un hijo, pero quiero asegurarme que no sea tuyo, que
sientas la mayor humillación del mundo y que te sientas el mayor
cornudo del mundo. Así que hasta que no esté embarazada no volverás a
follarme."
Pasaron dos meses y Mónica me dio
la noticia, estaba embarazada, no sabía de quien, pero lo que si sabía
es que yo no era el padre, que otro hombre había dejado embarazada a mi
mujer. Efectivamente, me sentí absolutamente humillado y cornudo, pero
eso es lo que yo había elegido y ya después de tantos años no podía
volver atrás. Eran cientos los hombres que se habían follado a mi
mujer, que habían comido su coño, habían metido la polla en la boca de
mi mujer y cientos a los que mi mujer me obligó a chupar la polla y
limpiar su esperma de su coño, que es lo mas le gustaba. Para colmo,
tendríamos un hijo que no era mio, pero era para que siempre tuviera
presente que soy el mas grande y puto cornuso sumiso del mundo.
Después de un año, con un embarazo
de por medio, me ha vuelto a dejar follar con ella. Mónica me domina,
me humilla, me controla y me quiere. Soy su exclavo y ella me llama
puto cornudo sumiso. Desde que me anunció que quería quedarse
embarazada de alguno de sus amantes, me prohibió follar. Como les dije,
ella folló mas que nunca y con mas amantes que nunca hasta que quedó
embarazada de uno de ellos ( hoy todavía no sabe de quien). Durante
todo el embarazo, me ha prohibido follarla, pues a decidido humillarme,
y dejarme todo el año sin poder follarla, pues no quería que yo metiera
mi polla en ella durante el embarazo. Para humillarme mas si cabe, han
sido los nueve meses que mas a follado. Siempre lo ha hecho sin condón
para que yo limpiara de su coño el esperma de sus amantes.
El embarazo le ha hecho mas fuerte
y dura con sus humillaciones. Desde que empezó a tratarme y hacerme un
carnudo sumiso, cada paso que ha dado, la ha hecho mas fuerte y a
puesto el listón mas alto. Los nueve meses de embarazo, han sido mas
humillantes si cabe que todo lo que me había hecho hasta entonces.
Recuerdo cuando me anunció su embarazo. Me hizo subir a nuestro
dormitorio, me hizo que me desnudara completamente y me pusiera un
tanga. Una vez en tanga, me ordenó que me arrodillara y bajara la
cabeza que quería anunciarme algo:" Querido carnudo sumiso, desde hoy,
eres mas cornudo y sumiso de lo que nunca hubieras podido imaginar, te
he humillado mas de lo que nunca hayas podido soñar, pero mi reto es
superarme a mi misma, y pienso humillarte cada vez mas. Tengo que
anunciarte, que uno de mis amantes, me ha dejado embarazada. Voy a
tener un hijo, que será el símbolo de tu humillación, sumisión y
cornamenta. Toda tu vida te sentirás humillado y cornudo.
Para celebrarlo, esta noche van a
venir 3 amigos mios a casa, y tu te vas a ocupar de que todo salga bien
y lo pasemos en grande. No te cambies de ropa, quédate con el tanga,
que quiero que nos sirvas así la cena. Estarán aquí dentro de 2 horas,
así que ve preparando la cena y la mesa, que luego quiero que me
prepares a mi para esta noche". El sentimiento de sumisión,
humillación, rabia, incomprensión, confusión y excitación, no lo podré
olvidar jamás. Cuando me dijo que follaría sin protección con sus
amantes para quedarse embarazada, creí que era simple aderezo para
humillarme mas, pero no podía o no quería imaginar que fuera verdad.
Cuando me anunció el embarazo, sentí escalofríos por todo el cuerpo. No
daba crédito hasta donde había sido capaz de llegar Mónica con aquellas
fantasías que teníamos al principio de nuestro matrimonio. No tenía
límite y no se cansaba de humillarme, someterme y cornearme. Me fui a
preparar todo para la cena y después tuve que bañarla y vestirla. A la
hora que me dijo, llamaron a la puerta y abrí vestido solo con el tango
que me puse.
Entraron tres jóvenes de unos 20 a
25 años y me miraron con grandes carcajadas en su cara. Evidentemente,
Mónica ya les habría contado la situación. "¿Dónde está tu ama, exclavo,
que tendrá unas ganas locas de follar?" Les dirijí al salón y ella les
recibió con un beso en los morros a cada uno. Me dijo que me ocupara de
todo y les atendí para el aperitivo y la cena, mientras no paraba de
ver como reian y se sobaban continuamente. Cuando les serví el café,
Mónica me dio una nueva orden. "Cornudo sumiso, arrodíllate debajo de
la mesa y ve preparándome las pollas de estos hombres, que me muero de
ganas por follármelas todas." A estas alturas de nuestra relación, yo
no discutía lo mas mínimo sus ordenes, y me metí debajo de la mesa a
sacar las pollas de sus amantes y a chuparlas para que estuvieran a
punto para ella. Cuando terminaron los cafés, nos subimos a la
habitación. Mis ordenes eran que tenía que desnudarles a todos, a
Mónica la primera y a medida que desnudaba a los hombres, tenía que
chuparles la polla de rodillas, en señal de respeto a las pollas que me
hacían cornudo, como a ella le gustaba decir. Los comentarios de los
hambres cuando me veían en el suelo chupándoles la polla para que se
follaran a mi mujer, a pesar de la gran cantidad de veces que me ha
pasado, hacían que me sintiera un perro. Cuando tuve a punto la primera
polla, abrí las piernas de mi ama e introduje la polla del primer
hombre en su coño. Tuve que mover su cintura con mis manos para que
empezara a follársela y tuve que volver a oir comentarios humillantes
de mi mujer "muy bien cariño, que bien me follas, moviendo el cuerpo de
otro" Me pidió que le metiera la polla de otro en su boca y eso hice.
En ese momento, mi mujer follaba
con uno y le chupaba la polla a otro mientras yo, de rodillas, chupaba
la polla al tercero. El que se estaba follando a mi mujer, se corrió
con un orgasmo impresionante y enseguida, mi mujer me dio la orden que
mas le gusta darme. "límpiale bien la polla con la lengua y luego me
limpias el esperma del coño, que no quiero levantarme a limpiarme."
Obedecí como siempre y tuve que limpiar todo el esperma con mi lengua.
La noche siguió de manera parecida, follándose todos a Mónica y yo
limpiándoles a todos con la lengua. Ya por la mañana, Mónica me anunció
mi nueva humillación delante de sus 3 amantes. "Cornudo sumiso, ponte
de rodillas, que tengo que decirte algo importante. Ya sabes que estoy
embarazada de alguien que por supuesto no eres tu. Pues en señal de
respeto ha nuestro hijo, te prohíbo que me folles durante el embarazo.
Durante estos nueve meses, te limitarás a limpiarme con tu lengua cada
vez que folle con mis amantes." Los 3 hombres empezaron a reírse y uno
irónicamente me dijo que no me preocupara, que ellos follarían a Mónica
todas las veces que hiciera falta. Yo como siempre, acepté con un "si
mi ama, lo que tu ordenes". Todo el embarazo transcurrió de la misma
forma mas o menos, humillándome mas si cabe cuanto mas se le notaba la
tripa, contando todo a todos los amantes que venían a mi casa a
follarse a mi mujer en mi cama y mientras yo les limpiaba la polla con
mi lengua.
Nació el niño y durante la
cuarentena, todo parecía normal, no había amantes, no había ordenes
excesivamente humillantes y la situación parecía normal. Casi 2 meses
después de que naciera el niño, me dijo que esa noche, (casi un año
después) podría follarla. Estuve todo el día nerviosísimo, a la vez que
intrigado, porque conociendo a Mónica, estaba seguro que algo me
ocultaba, pues nunca pierde ocasión de demostrarme su dominación y
poder. Cuando llegó el momento, me dijo que subiera a la habitación,
que me desnudara, que ella subiría enseguida. Me desnudé y la esperé en
la cama. De repente, entraron en la habitación dos hombres y me vieron
en la cama desnudo. Entró Mónica y me explicó lo que se traía entre
manos. Luis, como hoy es un día especial, pues llevas casi un año sin
follar, quiero que mis dos mejores amantes, vean tu estreno después de
un año y luego me follen ellos de verdad, porque sino me voy a quedar a
medias. De nuevo sentí la fuerza de sus humillantes palabras sobre mi y
como por arte de mágia, mi polla desapareció.
No me lo podía creer, un año
esperando y ahora iba a dar un gatillazo. Mónica me preguntó que por
donde quería empezar, que por el coño o por el culo. Le dije que quería
follarla por el culo, pues he visto como todos se la han follado por
ahí y a mi jamás me había dejado. Me las prometía muy felices, pues por
fin follaría el culo de mi mujer, algo que creí quedaría reservado solo
a sus amantes. Me dijo que adelante, pero mi polla no crecía y empecé a
ponerme nervioso. Después de un rato esperando, me dijo algo que me
dejó helado: "como quieres que tu y yo follemos por el culo y como
todos podemos ver, no eres capaz de follarme tu a mi, te voy a follar
yo a ti." Se puso un arnés con una polla artificial, me puso boca
abajo, me lubricó el culo y empezó a follarme con todas sus fuerzas. Se
me salían las lágrimas, no se si de dolor, de placer, de frustración o
de que.
Después de un rato follándome, me
empalmé y Mónica me dijo que podría follarla. La tumbé y la penetré
después de un año, viendo como cientos de hombres se la follaban y yo
solo podía mirar. Follé por fin el coño de mi mujer, el coño que
llevaba un año limpiando con la lengua el esperma de otros hombres. Se
me olvidó por momentos que estaban 2 de sus amantes viéndonos hasta que
de repente, uno de ellos, me metió la polla en la boca y el otro por
sorpresa, se puso en mi espalda y empezó a darme por el culo. Mónica me
miraba con cara de vicio y malicia. Me corrí enseguida, pero no me
dejaron hasta que no me tragué hasta la última gota de esperma de uno
de ellos y el otro se corrió en mi culo.
Ahora, seguimos nuestro matrimonio
con "nuestro hijo" y estamos mas unidos que nunca. Mónica disfruta como
nada en este mundo, humillándome, ideando cosa para que yo me sienta
humillado, cornudo y sumiso. Pero yo la quiero con locura y se que ella
a mi también. Todo lo hace por mi, todo lo que hace, lo hace pensando
en mi. Estoy seguro, que si no supone una humillación para mi, ni
siquiera follaría con otros. Folla con otros, para humillarme, ha
tenido un hijo con un amante para humillarme, me hace limpiarle a ella
y a sus amantes para humillarme. Se que es difícil de entenderlo, pero
cada vez somos mas felices y nos queremos mas. Soy su exclavo y
disfruto con todo lo que me hace. Se que me quiere y me lo demuestra
todos los días.
Email.
|